25 enero,2023 8:57 am

Arturo Beltrán Leyva secuestró a García Luna en 2008, afirma “El Grande”

El Grande narra la ruptura entre El Chapo y los Beltrán; militares estaban coludidos con el Cártel de Sinaloa, dice

Ciudad de México, 25 de enero de 2023. En el segundo día de comparecencia en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, reveló que elementos del Ejército también estaban coludidos con el Cártel de Sinaloa y ofrecían protección a cambio de dinero.

El narcotraficante, que es el primer testigo que declara en el juicio contra García Luna, dijo que mandos militares y soldados impidieron, al menos en una ocasión, que El Rey Zambada fuera capturado.

Al narrar la guerra que se desató al interior del Cártel de Sinaloa, tras el rompimiento de los Beltrán Leyva con Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, El Grande dijo que proporcionaron información sobre el paradero de Jesús El Rey Zambada, sin embargo, los militares vendieron esta información al capo y logró eludir la captura.

Revela que García Luna fue secuestrado en Morelos por órdenes de Arturo Beltrán Leyva

Durante el segundo día de su comparecencia ante la Corte del Distrito Este de Nueva York, Sergio Barragán Villarreal confirmó que el entonces Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue secuestrado en Morelos por órdenes de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas.

El levantón del funcionario, de acuerdo con el dicho del narcotraficante, fue para advertirle que siguiera colaborando con su organización criminal, pues para esa fecha ya sostenía una feroz batalla en contra de sus antiguos aliados: Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael Zambada García, capos del Cártel de Sinaloa.

García Luna fue interceptado cuando se dirigía a Cocoyoc, fue llevado a una casa donde estaba El Barbas, quien, entre otras cosas, le dijo que esa acción demostraba lo fácil que era llegar a él. Tras unas horas de charla entre ellos, lo dejaron en libertad.

Aunque El Grande no precisó la fecha, Reforma publicó el 23 de octubre de 2008 que el 18 de ese mismo mes y año los escoltas del funcionario habían sido levantados por un comando armado que viajaba en ocho camionetas.

García Luna negó en ese entonces que él estuviera entre los secuestrados y aseguró que se trataba de los elementos de su avanzada.

Villarreal afirma que participó en la captura del Rey Zambada disfrazado de agente de la SIEDO

Ante los integrantes del Jurado, Barragán Villarreal aseguró que, infiltrado como supuesto agente de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), participó el 20 de octubre de 2008 en la captura de Jesús El Rey Zambada, ocurrida en la Colonia Lindavista, en la Ciudad de México.

El narcotraficante, quien a finales de los noventa había sido Policía Judicial Federal, señaló que la captura de El Rey fue en represalia por la captura de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, quien había sido capturado por el Ejército en enero de 2008 y a los distintos golpes que las autoridades habían dado en contra de los Beltrán Leyva por presuntas delaciones atribuidas al Chapo y al Mayo.

El narcotraficante dijo que antes del operativo en Lindavista ya habían proporcionado datos al Ejército sobre la ubicación del Rey, que en aquellos años operaba en la Ciudad de México, sin embargo, los militares le habían vendido la información al capo y éste evitó la captura.

Por ello, cuando lo localizaron el casa de Lindavista, él y otros integrantes de los Beltrán Leyva se disfrazaron de elementos de la SIEDO, en aquel entonces al mando de Marisela Morales Ibáñez, y llevaron a cabo el operativo en el que se registró una balacera y requirieron apoyo de la Policía capitalina.

El Grande aseguró que los capos fueron los que acorralaron al narcotraficante y posteriormente llegó la Policía de la Ciudad de México para ayudarlos.

Antes de que se lo entregaran a las autoridades, fotografiaron a El Rey Zambada por temor de que lo “intercambiaran”.

“En México todo puede pasar, la corrupción es muy grande, y se cambian detenidos en los operativos”, dijo.

Sobre García Luna, el Grande testificó que el ex funcionario le proporcionó al Cártel de Sinaloa equipos de vigilancia de “un tipo israelí” en la Ciudad de México.

“Había inhibidores de llamadas, grabadoras, equipos de escuchas telefónicas. Eran muy avanzados. A Arturo le gustaba renovar estos equipos”, comentó.

El Grande testificó que García Luna filtró información sobre operaciones de captura al cártel, incluida una redada planeada en la boda de La Barbie. “Se hizo la fiesta pero ninguno fue, ni siquiera La Barbie. El Gobierno allanó pero no encontraron nada”, señaló.

El ex capo dijo que Arturo Beltrán secuestró a García Luna para demostrar que “nada es imposible”.

En el juicio, El Grande describió cómo los Beltrán Leyva fabricaban cocaína falsa para entregársela a policías corruptos en los decomisos de drogas.

El operador del cártel relató una historia en la que 20 toneladas de cocaína que pertenecían a Arturo Beltrán Leyva fueron interceptadas por funcionarios de Aduanas en un puerto en Manzanillo.

Entonces, dijo, Beltrán Leyva llamó al padre de un funcionario de Aduanas y los dos llegaron a una solución: reemplazar los bloques de cocaína incautados con bloques falsos hechos de azúcar y harina, mezcladas con acetona y éter, y cubiertos con barniz.

El Barbas le disparó en la cabeza a dos mujeres por hablar mal de su esposa, dice el capo detenido

Arturo Beltrán Leyva le voló la cabeza a dos mujeres por hablar mal de su esposa, dijo ayer Sergio Villarreal al dar testimonio en el juicio.

El Grande, quien fuera uno de los operadores de los hermanos Beltrán Leyva, es uno de los testigos de los fiscales estadounidenses en contra del ex funcionario mexicano, acusado de cinco cargos en Estados Unidos, varios de ellos por narcotráfico.

Tras describir para la Fiscalía la colusión entre García Luna y el Cártel de Sinaloa, Villarreal fue interrogado por el abogado defensor César de Castro.

Ahí recordó que en una ocasión Beltrán Leyva le disparó a dos mujeres que estaban hablando mal de su esposa.

“Tomó el AK-47 y les voló la cabeza”, dijo en la sala de juicio, cuando antes había asegurado que nunca había visto a Beltrán Leyva matar a alguien.

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