Fotonota: Las autoridades pakistaníes informaron ayer de que ya son 72 los muertos y 150 los heridos por un atentado suicida perpetrado ayer por Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes, en el interior de la mezquita de Police Lines (Líneas policiacas), en la ciudad paquistaní de Peshawar, capital de Jiber Pajtunjua (norte), según el último balance. Un portavoz del Hospital Lady Reading, Mohammad Asim, no descarta que el dato aumente.
El jefe de la policía de Peshawar, Ejaz Jan, indicó que, por el momento, se desconoce cuántas personas se encuentran atrapadas entre los escombros de la mezquita. “Estamos centrados en la operación de rescate”, manifestó. En este sentido, Jan especificó que “entre 300 y 400 policías suelen participar en los rezos”. El techo de la sala se derrumbó sobre los fieles, entre los que había militares, policías y expertos artificieros.
Entre los fallecidos figura el imán de la mezquita, Sahibzada Nurulamin, según confirmó la policía. El terrorista suicida se había colocado en primera fila durante el rezo del mediodía que tenía lugar en la mezquita antes de activar la carga explosiva que portaba.
El presidente de Pakistán, Arif Alvi, condenó el “atroz y cobarde” atentado y prometió que “los responsables serán localizados y castigados”. “Condolencias a las familias que han perdido a un miembro inocente y rezos por los heridos. El terrorismo debe ser enterrado para siempre”, manifestó.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó ayer el atentado suicida en una mezquita en Pakistán y recordó que la libertad de religión es un derecho humano universal. “La UE condena firmemente el ataque contra los fieles en una mezquita en Peshawar”, señaló la portavoz comunitaria de Exteriores Nabila Massrali en un mensaje en redes sociales.
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