30 noviembre,2018 7:21 am

Aumenta 21% el cultivo de amapola en México; Guerrero sigue en primer lugar, informa la ONU

La superficie cultivada con amapola en México se incrementó 21 por ciento entre 2016 y 2017, para llegar a 30 mil 600 hectáreas, estima un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) presentado ayer.
Ciudad de México, 30 de noviembre de 2018. La superficie cultivada con amapola en México se incrementó 21 por ciento entre 2016 y 2017, para llegar a 30 mil 600 hectáreas, estima un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) presentado ayer.
La estimación se basó en la interpretación visual de imágenes satelitales de alta resolución espacial y misiones de verificación de campo terrestres y aéreas.
Según el informe México-Monitoreo de Cultivos de Amapola, entre 2015 y 2016 la superficie cultivada con amapola alcanzó las 25 mil 200 hectáreas, mientras que en el lapso 2016-2017 se registró un incremento de 5 mil 400 hectáreas.
Se detectaron cultivos de amapola en la Sierra Madre Occidental, en los estados de Sinaloa, Chihuahua, Durango y el norte de Nayarit, así como en la Sierra Madre del Sur, en los estados de Guerrero y Oaxaca.
Las principales áreas de cultivos de amapola en el país siguen siendo Guerrero y el denominado Triángulo Dorado, la región comprendida entre los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
En su mayoría, los cultivos se ubican en áreas de difícil acceso por carreteras o caminos de terracería o veredas, y la entrada a ellos está limitada a los pobladores locales.
En la presentación del informe, Antonino De Leo, representante de la Oficina de Enlace y Partenariado de la UNODC en México, instó al próximo gobierno a acompañar los esfuerzos de erradicación con la elaboración y ejecución de programas de desarrollo alternativo amplios y sostenibles en las áreas de cultivos ilícitos.
Detalló que esos programas deben desarrollarse mediante el reconocimiento de las necesidades y vulnerabilidades de las comunidades afectadas, y a través de una cooperación regional e internacional renovada y fortalecida.
“Los programas de desarrollo alternativo ayudan a los agricultores a escapar de la trampa de la pobreza de los cultivos ilícitos, con medidas que favorecen el desarrollo rural y mejoren la infraestructura, la inclusión y protección social”, señaló.
El informe advierte que no hay un solo factor que pueda explicar el aumento en las superficies de cultivo.
No obstante, señala, que según investigaciones en otros países, hay factores “subyacentes” como pobreza, escasas oportunidades de empleo y la falta de servicios de salud y educación.
Asimismo, el acceso limitado a los mercados y problemas relacionados con el Estado de Derecho y seguridad pública.
“Se dispone de poca información sobre la situación socioeconómica de las comunidades rurales dedicadas al cultivo de amapola en México”, expone.
De acuerdo con datos de la PGR citados en el informe, la destrucción de amapola aumentó un 32 por ciento entre 2016 y 2017, al pasar de 22 mil 436 hectáreas, a 29 mil 692 hectáreas.
El informe fue desarrollado como parte del proyecto conjunto denominado “Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos en el Territorio Mexicano”, que cuenta con financiamiento federal.
Texto: Antonio Baranda, Agencia Reforma / Foto: Lenin Ocampo, archivo El Sur