Antes de volver a la escuela, los jóvenes toman autobuses, camiones y automóviles de empresas, con refrescos, pan y leche empaquetados, y una camioneta del INE
Chilpancingo, Guerrero, 19 de mayo de 2021. Alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, bloquearon dos horas el cruce de la carretera federal México-Acapulco con la Autopista del Sol, en Chilpancingo, y durante tres horas abrieron el paso sólo medio carril, para protestar por la detención de normalistas de Mactumatzá, Chiapas.
Antes de volver a la escuela, los jóvenes tomaron autobuses, camiones y automóviles de empresas, con refrescos, pan y leche empaquetados, y una camioneta del sector público.
Entre ellos, seis camiones del servicio público, dos camionetas repartidoras de Lala, dos automóviles del área administrativa y un tráiler de doble remolque de Coca-Cola, así como una camioneta del Instituto Nacional Electoral (INE).
Unos 150 normalistas llegaron a las 11:30 de la mañana al sitio donde se divide la carretera federal y con la de cuota, para cerrar el paso con un autobús en una calle lateral, así como con un tráiler y camiones en los carriles centrales.
Con el apoyo de altavoces denunciaron que este martes, a las 8 de la mañana, sus compañeros de la normal rural de Mactumactzá, Chiapas, que también son parte de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), fueron interceptados con policías estatales cuando iban a manifestarse a la caseta cuota de la autopista a Chiapa de Corzo, para entregar volantes y exigir respuesta a sus demandas. Los uniformados se llevaron a unos 250 normalistas.
Explicaron que los estudiantes de Chiapas exigen la aplicación del examen presencial para el nuevo ingreso, porque los jóvenes de comunidades rurales no tienen acceso a internet, y que esto ha sido negado por el gobernador por Morena, Rutilio Escandón Cadenas. Recriminaron que todos los partidos políticos tienen la política de represión a los estudiantes rurales, por temas escolares.
El cierre total de la vía se mantuvo hasta la 1:30 de la tarde, cuando abrieron la circulación de manera parcial y alterna en cada uno de los carriles, luego de la conversación con el subsecretario de Asuntos Políticos y Gobernación, Martín Maldonado del Moral, que se quedó hasta el final de la manifestación, incluso cuando los estudiantes de la normal de hombres se llevaban otros camiones.
“La postura de la normal de Ayotzinapa es clara: No nos vamos a mover, compañeros, hasta que los compañeros de Mactumatzá, Chiapas, estén libres. Hasta que esos policías que están rodeando la escuela normal de Mactumatzá dejen a los compañeros”, argumentó uno de los de Ayotzinapa.
Durante tres horas, la circulación siguió lenta, por la cantidad de vehículos rezagados que esperaban su turno para pasar, hasta alrededor de las 4:30 de la tarde.
Al paso de los vehículos, los normalistas tomaron seis autobuses del servicio público, los cuales se llevaron a las instalaciones de la escuela. Tomaron, además, un tráiler de huevo de la empresa Bachoco, otro de Barcel, uno de doble remolque de Coca-Cola, más dos autos compactos utilizados por áreas administrativa de la misma empresa; un tráiler de Bimbo, dos camiones repartidores de Lala, una camioneta del INE, la cual tenía dos casillas usadas para los simulacros de la elección.
Durante la protesta no se observó presencia de policías antimotines, como ocurre con otras manifestaciones en este lugar, sólo una discreta presencia de policías estatales y de la Guardia Nacional vigilando los alrededores, además de agentes de Tránsito, una vez que se abrió la circulación.
Por la noche, en un comunicado firmado por madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, denunciaron que fueron alrededor de 300 los estudiantes de la normal de Mactumactzá “reprimidos por las fuerzas estatales de seguridad en la caseta de cobro de Chiapas de Corzo, con un saldo de 250 personas detenidas”.
Indicaron que los alumnos iban acompañados de campesinos, para denunciar con volantes la negativa del gobierno de aquel estado de publicar la convocatoria de nuevo ingreso, para que los exámenes sean presenciales, pues campesinos e indígenas del estado no tiene acceso a las tecnologías para realizar su registro y examen en línea. Estando en este lugar, llegaron más de 500 policías estatales, que de manera violenta y sin observar los protocolos en materia de uso de la fuerza, procedieron a desalojar y privar de su libertad a más de 250 estudiantes, cuyo paradero al momento se desconoce.
Señalaron que la represión “a todas luces es un acto de autoridad que resulta desproporcionado y violatorio de los derechos de los estudiantes, que están legitimados para exigir mejores condiciones para la normal. Sus peticiones se inscriben en el marco constitucional y tienen como fin fortalecer la educación pública para los que menos tienen. Estas demandas y exigencias no deben ser criminalizadas”.
Denunciaron que con intención perversa, el gobierno difunde los recursos destinados a la normal rural, como si hubiera algo malo en invertir para la educación de alumnos campesinos.
Exigieron que prive el diálogo “y no las posturas facistoides de un gobierno disfrazado de progresista, circunstancia que además contrasta con la posición del gobierno federal, de no represión a los movimientos sociales”.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Lenin Ocampo Torres
