14 diciembre,2020 8:39 am

Caen las ventas de artesanos de Chilapa por la pandemia, pero siguen innovando

Además de la inseguridad en el municipio y el Covid-19, los productores enfrentan el regateo de los clientes y revendedores

Chilapa, Guerrero, 14 de diciembre de 2020. Los productores de Chilapa no han dejado de innovar artículos navideños a pesar de crisis como la pandemia de este año.

Esta temporada sólo han vendido el 40 por ciento de su producto en comparación con años anteriores; esa pequeña ganancia la estirarán para invertir en material para producir la artesanía del siguiente año.

Además de la crisis de inseguridad en el municipio y la presente pandemia por el coronavirus, los artesanos se han enfrentado siempre el regateo de los clientes y revendedores: su producto es mal pagado y así lo tienen que vender para subsistir.

Cinco generaciones

De unos 60 años, el señor Pedro Chavelas Robles representa a cinco generaciones de artesanos de la comunidad de Ayahualulco, la más grande productora del municipio. 

Pedro aprendió el oficio de su padre Porfirio Chavelas Luna de 89 años, que a la vez heredó el trabajo de su abuelo de Pedro, Juan Chavelas Rosas. Pero esa actividad, recuerda por testimonio de sus mayores, ya existía en la comunidad.

Ahora el hijo de Pedro, Rafael Chavelas de 32 años, junto a su esposa, elabora su propia artesanía y piensa a la vez enseñar el oficio a sus hijos.

Ayahualulco es una comunidad ubicada a unos 20 kilómetros de la cabecera, ahí unas 2 mil 500 familias de un total de 3 mil se dedican a la elaboración de la artesanía a base de carrizo, madera, bejuco, hoja de mazorca, palma, ixtle y árboles secos.

Además, familias completas de las comunidades Amate Amarillo, Cuahutenango, La Providencia, Lodo Grande, Cuadrilla Nueva, El Limón, Chautla, el Refugio, San Ángel, Xiloxuchican y El Jaguey se dedican a la actividad. Además de decenas de familias de la cabecera municipal que elaboran sus productos a base de palma.

Su escaparate como el de miles de campesinos, ganaderos, panaderos y cocineras ha sido el ancestral tianguis de la ciudad Chilapa que cronistas datan desde 1533.

Pesebre

Hace siete años Rafael Chavelas aprendió a elaborar esferas de hilo de maguey conocido como ixtle y apenas hace un año le agregó un pesebre con los personajes del nacimiento navideño hechos minuciosamente a base de totomoxtle u hoja de mazorca; figuras de hoja de maíz que representan a los personajes del nacimiento.

El acabado de las pequeñas y coloridas figuras es con bricho dorado y la entrada del pesebre está adornada de flores y pascuas de totomoxtle.

Su elaboración, dice, es laboriosa y le lleva medio día, cuando ya dispone de todos los insumos.

Esta temporada navideña que inició en la última semana de octubre y terminará hasta el 25 de diciembre, Rafael ha vendido un poco más que en todo el año; el aguinaldo de los trabajadores genera más movimiento del dinero, dice.

Al inicio de la pandemia entre abril y mayo cuando el Ayuntamiento ordenó el cierre del tianguis llegó a vender sólo 200 pesos en un domingo.

Pero este domingo han llegado más clientes del estado a buscar los originales adornos de Navidad.

“Ahora sí, desde mediados de noviembre nos recuperamos tantito para volver a invertir para trabajar todo el año”.

“Les decimos a los turistas que aprecien las cosas artesanales, las trabajamos con escasez de materiales, pero les damos el mejor precio a todos porque somos productores”, comenta.

Innovamos para vender  

La señora Aída Idelfonso empezó a elaborar pequeñas canastas de carrizo desde los 7 años y hasta ahora no ha dejado de experimentar e innovar artesanías para seguir vendiendo. 

Ahora ofrece coronas navideñas de todos los colores y tamaños y pascuas con flores de maíz.

Una de sus creaciones son unas flores de totomoxtle que enchina con un paliacate, la virgen de Guadalupe, los forros de palma para libretas, botellas y saleros decorados.

“Tenemos que seguir innovando para vender”.

Para su familia que vive de la artesanía, la pandemia por el coronavirus los ha afectado demasiado.

“Nos ha afectado mucho porque aquí estamos a pesar del miedo que nos da; tenemos que vender porque no tenemos qué comer”.

Estamos muy tristes 

En una banqueta donde se instala el tianguis la señora Alfreda Vázquez ha colocado pinos y unas especies de osos navideños con esferas de colores. Las figuras están sobre una pequeña base de madera y fueron hechas con palma. 

Doña Alfreda a los 10 años ya hacía flores y las canastas de palma, los canastones bolilleros de carrizo, después aprendió a elaborar las flores de totomoxtle y ahora se está especializando en hacer figuras nuevas de palma como las coronas, los pinos, listones y sus osos polares navideños.

“El producto nuevo es el de palma, estos apenas los hacemos, el oso tiene dos años que apenas lo descubrimos, uno de mis hijos lo hizo y de ahí empezamos todos. Somos una familia y todos nos dedicamos a este trabajo”.

La contingencia por Covid-19 también ha mermado su economía y por lo menos la mitad de su producto de temporada lo tendrá que guardar en una bodega.

“Estamos muy tristes porque ahora no se vendió, tengo mucha corona de hoja de maíz que no se vendió. La pandemia nos afectó mucho”.

También reclama que no han podido vender a otras ciudades de la entidad o fuera del estado.

“Hemos recaído muy feo porque no hemos podido vender, necesitamos salir a vender, pero nadie nos invita”.

Reclaman precio justo y más espacios 

En efecto, los comerciantes coincidieron en reclamar otros espacios en otras ciudades para promocionar y vender sus productos, además de que reclaman un precio justo para sus productos.

Por ejemplo, en una docena de pequeños girasoles hechos de hoja de maíz que venden en 25 pesos su ganancia neta es de tres a cinco pesos.

Una estrategia de los mayoristas, señalan, es la de regatear una artesanía por unidad para luego llevar de mayoreo.

En esta temporada los artesanos expondrán sus productos todos los días en el bulevar de Chilapa hasta el 25 de diciembre.

Texto: Luis Daniel Nava