Ciudad de México, 3 de diciembre de 2023. Aunque las obras de arte que adornaban las paredes ya han sido descolgadas, la parrilla está apagada y los libros y las botellas de vino reposan en cajas, Menina Mesón cierra la cortina con una promesa de regresar.
A poco más de ocho meses de haber abierto sus puertas en la colonia Narvarte (Tepozteco 15), este enclave para la cultura y la gastronomía, hermano de la Hostería La Bota del Centro Histórico, se ve orillado a mudarse a otro sitio.
“Veíamos señales, desde el principio, para abrir Menina, y ahora para cerrar Menina en esta ubicación. No es un proyecto que en este momento se acabe, es un proyecto que se pone en pausa”, declara la gestora cultural Melisa Arzate, una de sus fundadoras.
A pesar de haber sido abrazado por parte de la comunidad de la zona y por artistas de otros sitios, el foro escénico y literario, además de fonda y galería de antigüedades, se vio sujeto al acoso de algunos vecinos de la calle de Tepozteco.
De acuerdo con Arzate y Antonio Calera-Grobet, sus propietarios, desde marzo recibieron siete visitas de personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), quienes acudieron tras recibir numerosas denuncias ciudadanas, que se atienden de oficio.
Desde la primera de estas inspecciones, los promotores culturales atendieron señalamientos menores y demostraron que toda su documentación estaba en regla, por lo que, en las sucesivas visitas, ya hasta resultaba en motivo de broma para los inspectores tener que verificar lo mismo.
“Los del Invea llegaban y decían: ‘Híjole, qué pena, nosotros tenemos que dar este seguimiento'”, recuerda Arzate, quien los recibía en cada ocasión con los mismos documentos probatorios.
“Fueron siempre muy correctos, hicieron muy bien su trabajo; hasta se aburrieron de venir”, interviene Calera-Grobet, también fundador del centro cultural.
En su tiempo abierto, Menina Mesón nunca recibió una multa de ningún tipo y demostró en cada momento que mantenía sus decibeles en el límite legal.
Por otro lado, las cámaras del establecimiento, como constató REFORMA, muestran que un vecino, molesto por el funcionamiento del lugar, arrojó basura frente a sus puertas y desmontó el mobiliario exterior del espacio.
Otra grabación muestra a una persona distinta, con casco y chaleco, que acudió a cortarles la luz ilegalmente, en una operación que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) declaró como inexistente al recibir un reclamo de ella.
La cortina del local también llegó a amanecer manchada de orina y se realizaron daños a La Chula, una combi amarilla que Arzate y Calera-Grobet utilizan como foro móvil y que estacionaban frente al lugar.
Asimismo, reconocen que la relación con la administración del edificio, donde ya había habido locales comerciales antes, ya no era la mejor.
En una zona que estiman rebasada por taquerías y cervecerías, los promotores culturales buscaron ofrecer comida abundante y a bajo costo, además de realizar eventos como lecturas de poesía y recitales de jazz y otros géneros, siempre en las horas permitidas.
“Cuando estás en el medio restaurantero, creo que cualquier oportunidad visible es buena para pescar, y en verdad, a pesar del cierre, yo creo que nuestra red no se va vacía”, señala, por su parte, Diego Rodríguez, chef de Menina y La Bota.
“Porque bien que pusimos todo el esfuerzo, bien que aprendimos cosas nuevas, bien que se intentó hasta el final, siempre con amor, y bien que la posibilidad de que esto ocurra en otro sitio es inmensa”, concluye.
Por ahora, los promotores culturales, junto con Sebastián Hinojosa, gerente también de ambos espacios, se enfocarán en las actividades que habitualmente realizan en el Centro Histórico, como el Festival Poesía por Primavera, y en lanzar nuevos libros con su sello Mantarraya Ediciones.
“Viene adelante un espacio digno para Menina, donde esto se pueda volver a llevar a cabo, porque no vamos a parar, no vamos a cambiar de parecer porque le incomodemos a cierto sector o a cierto espacio”, promete Arzate.
Con cientos de libros regalados, y también cientos de comidas y tragos servidos, además de una comunidad que lo seguirá a donde sea, Menina Mesón ya planea su regreso para el próximo año.
Texto y foto: Agencia Reforma
