30 diciembre,2019 4:48 am

Cierran desplazados el paso a policías, guardias y militares en Chichihualco y son desalojados

Los efectivos iban de regreso de El Naranjo, donde se reportó un ataque armado que dejó un joven muerto, y el gobierno informó de cuatro detenidos. Agentes de la Policía del Estado, acompañados por Guardia Nacional y Ejército, para abrirse paso entre unos 100 manifestantes, cortaron cartucho, y encañonaron y avanzaron a empujones y golpes, denuncian afectados. También apuntaron armas contra reporteros. Los refugiados pedían que los agentes se quedaran a dar seguridad.

Chichihualco, Guerrero, 30 de diciembre de 2019. Este sábado un joven muerto dejó un ataque armado de un grupo no identificado a El Naranjo, municipio Leonardo Bravo, y tras la balacera que duró más de ocho horas la Policía Estatal detuvo a cuatro presuntos involucrados. Cuando los tiroteos habían terminado,  a esa comunidad llegaron unos 180 efectivos del Ejército, la Guardia Nacional y la Policía del Estado, y cuando iban de regreso  fueron retenidos una hora y media por un grupo de desplazados en la entrada a Chichihualco, y para abrirse paso levantaron sus armas y apuntaron, y desalojaron a mujeres y hombres a empujones, jaloneos y golpes.

Cerca de las 7 de la noche, unos 100 desplazados de diversas comunidades de la sierra que desde hace más de un año se refugian en Chichihualco, la cabecera municipal de Leonardo Bravo, se congregaron para bloquear el paso a los efectivos federales y estatales que se desplazaban en unas 40 camionetas. Aprovecharon el movimiento de la fuerza pública, y se colocaron en la carretera, con cartulinas en las que pedían seguridad, y estacionaron una camioneta para obstruir el paso. El propósito de los desplazados era que militares, guardias y policías se quedaran a dar seguridad en la zona, que piden desde hace meses.

En los primeros minutos hubo diálogo entre mandos de los policías y representantes de los desplazados encabezados por el director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares. Los manifestantes advirtieron que no permitirán el paso, y pidieron dialogar con el secretario de Seguridad Pública y Protección federal, Alfonso Durazo.  Policías estatales con la cara cubierta avanzaron, y quitaron a los manifestantes a empujones, los encañonaron y cortaron cartucho de sus armas, y también las apuntaron hacia reporteros que acudieron desde Chilpancingo a la zona.

Por la mañana de este sábado habitantes de El Naranjo denunciaron a través de redes sociales y el número de emergencia un enfrentamiento a balazos  que duró unas 8 horas entre grupos delincuenciales que además cortaron la energía eléctrica, pero fue hasta la tarde cuando acudieron policías de la Secretaría de Seguridad Pública, acompañados por el Ejército y la Guardia Nacional.

En redes sociales, y en el portal de El Sur se difundió un video en el que se ve al fondo uno de los cerros de la comunidad de El Naranjo y se escucha los continuos disparos de armas de grueso calibre.

Ante el hecho unos cien desplazados de comunidades de la sierra de Leonardo Bravo, que se refugian desde hace más de un año en la cabecera municipal de Chichihualco, a las 6 de la tarde acudieron al punto conocido como el vado en la carretera de terracería que conduce a El Naranjo en espera del paso del dispositivo de seguridad enviado para atender la denuncia.

Una hora después de que los manifestantes que portaban cartulinas en las que exigían seguridad en sus comunidades permanecieron en el lugar, y fueron alcanzados por la noche, impidieron el paso de 40 camionetas en las que viajaban los elementos de Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército.

Los manifestantes que estaban a la espera del grupo de seguridad, les gritaron que estaban buscando un diálogo pacífico con ellos, y pidieron que accedieran al diálogo.

En uno de los videos de El Sur, en el que aparece el director del Centro Morelos, Manuel Olivares, se escucha que uno de los comandantes a cargo de la Policía del Estado, le explicaba que venían desde la comunidad El Carrizal, y sugirió que expusieran sus quejas en la mesa de trabajo que tienen con el gobierno del Estado.

“Esta petición y esta manifestación tiene que dirigirla y guiarla adonde no se les ha cumplido, nosotros hacemos nuestro trabajo y no estamos para agredirlos, nuestra presencia obedece a dar seguridad venimos desde Carrizal, entonces usted tiene la voz aquí debe ser consciente de que esa minuta debe de tratarla donde debe de tratarla”, dijo el oficial a Olivares.

Los manifestantes explicaron a los policías que si se retiraban del lugar a la mañana siguiente estarían nuevamente los enfrentamientos entre los grupos, que someten a las familias al exilio dejando sus casas con las pocas pertenencias que tienen.

Los efectivos para evitar permanecer en el lugar, descendieron de sus camionetas y a pesar de la petición planteada de que permanecieran en la zona para reforzar la seguridad que han solicitado desde hace meses, empezaron avanzar caminando y sus camionetas detrás de ellos.

Empujando a los manifestantes hacia las orillas de la carretera trataron de avanzar, pero en medio quedaba una camioneta blanca que impedía el paso de las camionetas de militares y policías, mientras que les gritaban los desplazados “sino tienen valor préstenos sus armas, si tienen miedo préstenoslas, nosotros sí los vamos a enfrentar”.

Los efectivos agredieron a reporteros que cubrían los hechos, trataban de impedir que cumplieran con su labor periodística amenazándolos y azuzándolos durante el desalojo.

En los primeros empujones los propios policías estatales acusaron a los manifestantes de estar defendiendo a un grupo del crimen organizado, pero la respuesta de los manifestantes fue “ustedes son los que lo hacen, porque no les hacen nada y nos dejan aquí”.

Los manifestantes se unieron en una cadena humana para evitar el paso de los policías, pero éstos los jalaron de los brazos, a uno de ellos lo tomaron por el cuello para moverlo.

“Nosotros estamos de luto, vayan a la sierra pinches cobardes, nosotros hemos dejado todo, no tenemos armas, ¿por qué con nosotros sí se ponen?”, señaló uno de los manifestantes que fue golpeado.

Para abrirse paso y replegar a los desplazados, policías estatales cortaron cartucho y apuntaron con sus armas largas a los manifestantes que sostenían sus cartulinas.

También, los policías estatales aventaron piedras, y una le dio a un reportero.

En ese momento los desplazados denunciaron que no aparecía uno de sus compañeros, y aseguraban que lo habían detenido. Después denunciaron que sí había sido detenido y que lo bajaron después de haberlo golpeado en la batea de una camioneta de la Policía Estatal.

Los mismos efectivos empujaron al director del centro Morelos quien intentaba permanecer en medio de policías y manifestantes, mientras exigía establecer un diálogo.

Entre los jaloneos y señalamientos, una camioneta de la Policía Estatal fue colocada frente a la camioneta que estaba bloqueando, cofre con cofre,  y la  empujó para despejar el camino.

Unos 180 efectivos (que según la información del gobierno del estado participaron en el operativo),  de las tres corporaciones entraron caminando a Chichihualco, custodiando sus camionetas, y entre la caravana de patrullas iba una grúa que trasportaba dos carros, y cuatro más eran manejados por policías.

En un boletín de prensa, el Centro Morelos informó que entre 5:00 a 6:00 de la mañana del sábado se inició una balacera en la comunidad de El Naranjo, lo que tensó a las familias desplazadas. “El tiroteo tardó alrededor de 8 a 9 horas, dejando el saldo de un muerto, Isair López Salgado de 17 años de edad, familiar de un desplazado de la comunidad de Izotepec. El reporte del Centro Morelos es que hasta las dos de la tarde la agresión seguía latente y se mantiene bajo asedio a la población de El Naranjo por un grupo de la delincuencia organizada que pretende controlar el territorio, a costa de someter a la población y privar de la vida a las personas”.

El segundo bloqueo

A las 8:30 de la noche en la carretera estatal que conduce de Chichihualco a Chilpancingo había una máquina retroexcavadora y un camión de volteo que impedían la circulación de la caravana policiaca y militar que se dirigía a la capital del estado. Los efectivos se detuvieron para retirarlos del camino y avanzar.

Tras su paso los militares tiraron sobre el asfalto de la carretera estatal clavos soldados en tres para que en caso de ser perseguidos las llantas de los manifestantes se poncharan. Se poncharon las llantas de vehículos de reporteros que regresaban a la capital y se quedaron mientras los cambiaban.

El comunicado del gobierno del estado

El sábado en la noche, el gobierno del estado difundió un comunicado de prensa en el que dice que luego de recibir las llamadas de alerta en la comunidad de El Naranjo, se realizaron recorridos por aire y tierra en la zona, encontrando rastros de detonaciones de armas de fuego.

También se informó que fueron detenidos cuatro personas como probables responsables de los hechos, los que serán puestos a disposición de la autoridad correspondiente.

En el boletín de informa que de regreso a las 7 de la noche “un grupo” de civiles bloqueó el paso de los 180 efectivos que integraban el operativo, se establece que el líder de los manifestantes es el director del Centro Morelos, Manuel Olivares Hernández, quien les había advertido que no se retirarían hasta que llegara al lugar el secretario de Seguridad Pública , Alfonso Durazo Montaño.

Tras dialogar con los civiles encabezados por Olivares Hernández, los elementos del operativo, continuaron su viaje y posteriormente a la salida de Chichihualco, se registró otro bloqueo con maquinaria pesada y un camión tipo volteo, y pasaron después de 40 minutos, se lee en el boletín.

En el propio comunicado se asegura que sobre la carretera se dejaron “artefactos para ponchar llantas, lo que dificultó la llegada de los militares y policías a la ciudad de Chilpancingo”.

En el comunicado se sostiene que los operativos montados en esta parte de la sierra se apegaron a los protocolos de seguridad y protección de derechos humanos, a pesar de que en los videos se exhibe que actuaron golpeando empujando y cortando cartucho.

Policías del estado destrozaron su camioneta y se llevaron computadoras y documentos, denuncia el Centro Morelos

El director del Centro Morelos, Manuel Olivares, y desplazados por la violencia, denunciaron que policías del estado les quitaron dos computadoras, padrones de familias que salieron de sus comunidades, dos celulares, dos mochilas con pertenencias y dinero, y que destrozaron la camioneta en la que se trasladan.

Y emplazaron al gobierno del estado a que a más tardar a la una de la tarde repare los daños o bloquearán en Chilpancingo, pero la amenaza no se cumplió.

“A muchos nos apuntaron con las armas, y ese es un hecho de cual es la postura del gobernador del estado, porque la policía no puede actuar de esa manera si el gobernador no da ese tipo de órdenes”, señaló Manuel Olivares.

En conferencia de prensa en el punto conocido como La Ermita, sobre la carretera estatal de Chilpancingo a Chichihualco, donde quedó la camioneta del Centro Morelos con las llantas ponchadas, calaveras destrozadas y espejos retrovisores rotos, denunció que policías estatales bajo las órdenes del secretario de Seguridad, David Portillo Menchaca, realizaron el desalojo con violencia de la carretera de terracería que conduce a El Naranjo, en la sierra de Leonardo Bravo.

“Hubo muchas personas golpeadas, muchos empujones, mucha violencia, queremos dejar en claro que la Guardia Nacional no nos empujó, prácticamente fue la policía del estado que estuvo al frente del desalojo, en varios momentos cortaron cartucho y apuntaron a los compañeros”, señaló.

En la conferencia se explicó que el propósito del bloqueo de los desplazados por violencia –que desde hace más de un año salieron de distintas comunidades de Leonardo Bravo–, era pedir al operativo de seguridad que llegó a El Naranjo, que cumplieran con brindar seguridad en los tres puntos que se había acordado el 27 de marzo con el subsecretario de Derechos Humanos Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, y no era retenerlos para que no entraran a la comunidad.

Manuel Olivares dijo que los desplazados y el Centro Morelos no tenían conocimiento de cuatro detenidos, y que posiblemente se trate de detenidos en El Naranjo, tras la llegada del operativo de seguridad integrado por la Policía del Estado y la Guardia Nacional después de la denuncia del enfrentamiento que se había suscitado la mañana del sábado.

Además, en la conferencia se deslindaron del segundo bloqueo en la carretera estatal, de Chichihualco a Chilpancingo. Manuel Olivares explicó que a las 8:30 de la noche fueron colocados vehículos de gran peso para impedir la salida del convoy policiaco y militar, hecho del que se deslindaron los desplazados y aseguraron que no saben quiénes los colocaron, y que en ese lugar que los policías del estado los despojaron de sus cosas y volvieron a cortar cartucho.

“Para toda la gente era una buena noticia que llegara este operativo, el objetivo era encontrarlos para hablar con ellos, nos enteramos que aquí en la Ermita había también un bloqueo, nosotros también pensamos que se habían adelantado compañeros, y llegamos aquí, nosotros ya nos estábamos retirando por seguridad del otro bloqueo, aquí el problema es que se puso toda la caravana de las patrullas, prácticamente agarramos el carril libre pero cortaron cartucho, estuvieron a punto de disparar y fue aquí donde nos estacionamos, destrozaron la camioneta y sacaron nuestras pertenencias”, señaló.

También hizo responsable al gobernador Héctor Astudillo Flores de lo que les pasó, por que no hizo nada por evitarlo, y de lo que pudiera ocurrir a los habitantes desplazados.

Entre los documentos que iban en la mochila estaba el padrón de desplazados que integraron para la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), y documentos de otros casos de defensoría que lleva el Centro Morelos.

Piden medidas cautelares para Centro Morelos

Asociaciones que conforman la Alerta Temprana Red demandaron medidas de protección urgentes para integrantes del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón y del Frente Guerrero por Nuestros Desaparecidos ante las amenazas de un grupo armado en Chichihualco que ponen sus vidas en grave riesgo.

En el documento dirigido a autoridades como el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, el gobernador Héctor Astudillo y el fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila, solicitan medidas cautelares inmediatas para garantizar su seguridad y vida por los hechos ocurridos el sábado, y en el contexto de “violencia social recurrente” que ha generado graves violaciones a los derechos humanos y desplazamientos forzados.

Indica que los integrantes de ambas organizaciones acudieron a Chichihualco para tramitar el traslado del cuerpo de una persona asesinada y “fueron despojados de sus bienes personales, teléfonos celulares y computadoras y la camioneta propiedad del Centro Morelos fue destruida por un grupo de desconocidos que portaban armas de fuego”.

Agrega que la integridad y la vida de estas personas que se encuentran en la cabecera municipal se encuentra seriamente amenazada ante los antecedentes violentos.

Las organizaciones exigen que se esclarezcan las agresiones, acciones inmediatas para salvaguardarlos, una investigación para dar con los responsables de agresiones y amenazas, castigo conforme a derecho, que se proteja a las personas ante toda violencia, amenaza, represalia, discriminación, negativa de hecho o derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria resultante.

Asimismo, que organismos nacionales e internacionales manifiesten su preocupación e instan al Estado mexicano cumplir sus peticiones.

Texto: Lenin Ocampo y Anarsis Pacheco Pólito / Foto: Lenin Ocampo Torres