14 mayo,2022 5:13 am

Cierran en comunidad de San Marcos la sexta jornada de búsqueda de Vicente Suástegui

Urge el vocero del Cecop Marco Antonio Suástegui una reunión con la fiscal Sandra Luz Valdovinos

Acapulco, Guerrero, 14 de mayo de 2022. Ayer nuevamente se buscó a Vicente Suástegui, desaparecido el 5 de agosto, y terminó la sexta jornada, que fue de ocho días de labores.

La búsqueda empezó después de las 10 de la mañana, en la comunidad de Medanito Perros de Agua, Llano de Puerta, municipio de San Marcos, y culminó a las 2 de la tarde.

En la comunidad hay al menos 100 familias y sus casas están construidas con madera y lámina de cartón, localizadas a metros del mar.

Otra vez, los trabajadores de la Unidad Canina, que depende de la Fiscalía General del Estado, volaron un dron para dar con los puntos de búsqueda.

La caravana inició el recorrido por la franja de arena cerca de la casas de madera y palapas, aunque la mayoría tiene páneles solares, otorgados por el gobierno federal, debido a que no hay instalaciones eléctricas.

Los vecinos se dedican a la pesca y a la ganadería, en la zona hay una laguna pequeña antes de llegar al mar. Solamente hay una primaria construida de madera y lámina de cartón.

Los vecinos disponen de pozos artesianos para tomar agua, porque tampoco hay una red de tubería. Mientras que la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional está a 10 kilómetros de distancia, en un camino de terracería.

El contingente comenzó a buscar en un criadero de vacas, cerca de la franja de arena y en el un cauce de un arroyo, ahí había huesos de animales que fueron revisados por peritos.

Más adelante buscaron en una casa construida de material abandonada, cubierta por arbusto, además en un pozo de agua. En ese lugar había cáscaras de cocos.

Posteriormente, el convoy de buscadores se introdujo en la maleza y caminaron por huertas y parcelas y en un lugar revisaron una posible fosa clandestina, pero sin tener éxito.

Luego en el camino de regreso a la carretera se revisaron al menos 10 casas de material abandonadas enmedio de la maleza y que en su ventanas tenían impactos de armas de fuego.

La seguridad estuvo a cargo de la Guardia Nacional, Ejército, Policía del Estado y policías ministeriales; ya no acudió la Policía Municipal.

Esta vez los policías ciudadanos de la UPOEG no siguieron el convoy de búsqueda como en otras ocasiones.

También en la búsqueda los acompañaron los integrantes de Tlachinollan y un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

En declaraciones a El Sur, el vocero del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, dijo que fue una búsqueda interesante en la comunidad de Medanitos de Perro de Agua, donde tiene entrada el grupo delictivo UPOEG.

Añadió que hay información de los vecinos que los policías armados de la UPOEG han entrado por la noche y madrugada a la comunidad.

Incluso, dijo que los vecinos contaron que hace seis meses encontraron una fosa clandestina en la comunidad, que sus vecinos se dedican a la pesca y al campo.

Manifestó que ayer no pudieron encontrar nada y añadió que hay unas casas abandonadas y que fueron atacadas a tiros, “la gran pregunta es, porqué estas casas están abandonadas y balanceadas, hay gente que entra, y hace mucho daño a este lugar”.

Relató que ayer se fue con las manos vacías, “nuevamente no llevamos a Vicente, no regresa Vicente, no está Vicente, no aparece Vicente eso es sumamente grave después de tantos meses de búsqueda”.

Añadió que no puede creer que no puedan encontrar algún indicio de su hermano, “que pueda dar con claridad una chispa, que Vicente está con vida”.

Urgió una reunión con la fiscal Sandra Luz Valdovinos, porque “no nos ha dado la cara, no ha querido recibirnos, para que nos diga cuáles son los avances sustanciales de la carpeta de investigación”.

Pidió que se giren las dos órdenes de aprehensión pendientes por el caso de su hermano, “ellos saben dónde están estas dos personas, ellos saben cómo encontralos, es cuestión que ellos quieran porque el tiempo lo han tenido, porque la Fiscalía no quiere meter las manos”.

Texto y foto: Argenis Salmerón