Arturo Martínez Núñez
Claudia Sheinbaum recorre nuestra nación tejiendo una gran alianza con la sociedad, con los sectores productivos, creativos e intelectuales de todo el país. Entiende que para ganar la elección del 2024 pero, sobre todo, para tener gobernabilidad, no es suficiente afianzar su liderazgo dentro de Morena sino que tiene que hacerlo con los sectores que no están necesariamente organizados al interior de nuestro movimiento.
El partido y sus aliados se organizan y ajustan las estructuras que habrán de movilizar, recibir y defender los millones de votos que cosechará Claudia Sheinbaum, pero eso es insuficiente, necesitamos convencer a los que no piensan igual que nosotros, incluso a los que piensan contrario a nosotros, a los que han sido nuestros adversarios, a los opositores a la Cuarta Transformación nacional. Claudia es consciente de que no es suficiente llegar a la presidencia de la República, sino que hay que llegar con un mandato claro y con una amplia mayoría legislativa que nos permita mantener y profundizar los cambios que ha comenzado el presidente López Obrador. Es necesario tener bases sólidas para construir el segundo piso de la Cuarta Transformación. Por ello es importante, fundamental diría yo, salirnos del círculo de Morena e ir a conquistar al resto de la ciudadanía. Claudia Sheinbaum está convenciendo al pueblo de México de qué en esta nueva etapa necesitamos el concurso de todas y todos, no queremos construir una patria dejando fuera a la mitad de la población. Tenemos claro que nuestros adversarios no son los que no piensan como nosotros, sino la pobreza, la injusticia, la inseguridad y el conservadurismo.
En el proyecto de Claudia caben todos y todas, necesitamos la suma de artistas, empresarios, intelectuales, jóvenes, mujeres, campesinos, estudiantes, profesionistas y de intelectuales. México necesita de todas y de todos. Por ello el día de mañana en punto de las cuatro de la tarde en el Zócalo de Chilpancingo, en la plaza Primer Congreso de Anáhuac, Claudia regresará aGuerrero a suscribir el Acuerdo de Unidad qué será la base del programa de gobierno. La invitación es para todas y para todos, aquí no hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, los militantes de Morena y simpatizantes de la Cuarta Transformación tenemos que ser generosos y convencer a los que no están convencidos y no solamente mirarnos el ombligo: hay que salir a convencer a los vecinos, a todos aquellos que no piensan como nosotros, tenemos que explicarles que la Cuarta Transformación es un proyecto incluyente y unitario, no queremos tener a la mitad de México sino a todo el país trabajando en la misma dirección para poder alcanzar el sueño de un país en donde quepan todas y todos.
Morena no es propiedad de nadie. Morena es un movimiento de mujeres y hombres libres. Aquellos que piensan que son dueños del partido, correrán la misma suerte que sus antecesores que creían lo mismo y hoy arrastran el poco prestigio que les queda dilapidando esfuerzos desde la arrogancia de decenas de espectaculares costosísimos. Los que ayer eran soberbios hoy se las dan de humildes. Los que ayer eran fieles servidores hoy hasta se arquean cuando caminan rodeados de ayudantes, achichincles y paleros. La historia pondrá a cada uno en su lugar.
El segundo piso de la Cuarta Transformación comienza a construirse de abajo hacia arriba con todas y con todos. Un nuevo México es posible, un nuevo Guerrero es posible, una nueva patria es posible en donde, como decía el gran Morelos, lo único que diferencie a un mexicano de otro sean el vicio y la virtud y no su origen ni su fortuna. Bienvenida Claudia Sheinbaum a la cuna de los Sentimientos de la Nación.
