12 febrero,2018 4:51 am

Condiciones extremas y lesiones despiertan críticas en el slopestyle

Las condiciones climáticas extremas en las que se desarrolló la final de snowboard en la modalidad slopestyle en el Phoenix Snow Park despertaron este lunes fuertes críticas, incluso de la ganadora de la medalla de bronce, la finlandesa Enni Rukajarvi.

Para agravar más la situación, la alemana Silvia Mittermüller sufrió una dura caída en la entrada en calor que terminó con la rotura del menisco interno de su rodilla, por lo que deberá ser operada. Esa lesión provocó el enojo del director deportivo del snowboard alemán, Stefan Knirsch, que cuestionó la decisión de la Federación Internacional de Esquí (FIS) de haber permitido que se llevará a cabo la prueba a pesar del intenso viento que se hacía sentir en la pista.

“Fue bastante peligroso. No sabías qué te podía esperar. Deberían haberlo cancelado o pospuesto”, dijo Rukajarvi, ganadora de la medalla de bronce, detrás de la estadounidense Jamie Anderson, ahora bicampeona olímpica, y la canadiense Laurie Blouin, actual campeona del mundo.

La palabra de la medallista de bronce, que había sido segunda en Sochi, se repitió en mayor o menor medida en el resto de las competidoras, que sufrieron numerosas caídas producto de la ventosa jornada. Los organizadores retrasaron el inicio de la prueba durante más de una hora, pero las condiciones seguían siendo adversas.

La final del slopestyle tuvo que celebrarse de una vez y únicamente sobre dos rondas, después de que la clasificación tuviera que ser suspendida el domingo por los fuertes vientos que azotaron el Phoenix Snow Park.

Bajo esas condiciones, Mittermüller se lesionó en el calentamiento y no pudo competir. Más tarde se comprobó la rotura del menisco que la obligará a pasar por el quirófano.

“Lo que hicieron fue irresponsable”, se quejó Mittermüller en diálogo con dpa. “He pagado por las condiciones peligrosas de la pista. Una ráfaga de viento me envolvió, me quedé corta en el salto y me golpeé completamente”, se lamentó la snowboarder de 34 años, que había amanecido con fiebre y estuvo cerca de no ir a competir.

Tampoco ocultó su enojo por la situación Knisch, que cuestionó lo sucedido. “Junto con la FIS tenemos que buscar las formas de proteger mejor a nuestros atletas”, dijo el dirigente alemán, que propuso que haya mediciones de viento o que se coloquen semáforos al inicio de los recorridos para que los riders comiencen sus bajadas cuando las condiciones estén bien.

En un comunicado emitido por la federación alemana, Knisch consideró además que lo sucedido no sirvió para promover el deporte. “Desafortunadamente, lo de hoy no fue una buena publicidad para nuestro deporte, sobre todo para el slopestyle, que puede ser atractivo, espectacular y seguro al mismo tiempo”, remarcó el funcionario, que también consideró que la final no tuvo los rendimientos que debería haber tenido.

“Las actuaciones en la final estuvieron muy por detrás del máximo nivel internacional debido a las condiciones externas”, se lamentó el dirigente.

Texto: DPA / Foto: EFE