15 agosto,2022 9:03 am

Confirman científicos que el coronavirus tiene un origen natural, no de laboratorio

Redacción

Ante la sospecha de que el origen del Covid-19 pudo ser un accidente en el Instituto de Virología de Wuhan, China, y que la enfermedad podría no tener un origen natural, la viróloga Angela Rasmussen dijo en una entrevista en el diario británico The Guardian que el mal sí tiene un origen natural
Rasmussen, que ha investigado otros virus como el ébola, el dengue o la gripe aviar, publicó junto a otros 17 coautores sus recientes hallazgos sobre el origen real de la Covid-19 en la revista Science.
La viróloga, que siempre ha defendido el origen natural del SARS-CoV-2, explica que, aunque no se puede identificar el animal exacto del que el virus saltó a los humanos por primera vez, “no hay otra explicación” sobre el lugar en el que se originó: “No hubo ningún caso de Covid-19 en Wuhan ni en ningún otro lugar antes de estos primeros casos que analizamos”.
Sobre si el virus pudo venir de otra parte y haberse amplificado en el mercado de Wuhan, Rasmussen cuenta que primero investigaron si había una relación geográfica entre los primeros casos.
Una vez que excluyeron los primeros casos que tenían un vínculo directo con el mercado, comprendieron que los otros primeros infectados que no habían estado allí tenían relación con esos casos excluidos. Eso constata que “el virus adquirió la capacidad de transmisión de persona a persona en el mercado, de modo que las personas que no habían estado allí comenzaron a contraerlo de quienes sí”, señala la experta.
Los investigadores también compararon los registros comerciales sobre las especies vivas que se vendieron en los puestos del mercado con los puntos en los que se detectaron rastros positivos de Covid-19.
“Estas muestras positivas se agruparon en la parte del mercado donde se vendían los animales vivos; procedían de jaulas, carros y equipos que habían estado en contacto con esos animales. Eso no era muy conocido”, explica Rasmussen.

El animal que pudo
infectar con Covid-19 a
un humano por primera vez

Angela Rasmussen relata la “casualidad” que le llevó a descubrir el animal intermedio en el que pudo mutar el Covid para infectar a un humano por primera vez.
“Por una loca coincidencia, en 2014 uno de mis coautores, Edward Holmes, había tomado una fotografía que mostraba un puesto en particular donde los mapaches japoneses vivos, que son susceptibles al SARS-CoV-2, se mantenían en jaulas apiladas en un carro. Tomó la foto mientras científicos chinos le daban un recorrido por el mercado que consideraban que tenía un alto riesgo de propagación viral. Ese puesto luego produjo cinco muestras positivas para SARS-CoV-2.
“Finalmente, demostramos que muchas de las especies a la venta en el mercado son susceptibles a la infección por SARS-CoV-2. Fuimos los primeros en juntar toda esta evidencia y decir que cuando miras la imagen completa, realmente no hay otra explicación que no sea que el virus comenzó a propagarse en la población humana en ese mercado”, reiteró la viróloga.