2 marzo,2024 9:26 am

Conforman corredor biocultural 10 ejidos de la Montaña alta y baja para proteger su territorio

Se reúnen en Atlixtac comisariados que buscan conservar el patrimonio territorial, sociocultural, natural y la memoria histórica de 10 núcleos agrarios que están entre Chilapa y la zona de La Cañada

Atlixtac, Guerrero, 2 de marzo de 2024. En Atlixtac, diez núcleos agrarios se reunieron este jueves para constituir el Corredor Biocultural Montaña Baja y Cañada de Guerrero, que tiene como objetivo el fomento de “la protección y conservación prioritaria del patrimonio territorial, sociocultural, natural y la memoria histórica” de los pueblos.

El Corredor Biocultural se conforma de 92 mil hectáreas, donde viven 33 mil habitantes en 198 localidades, y tienen presencia tres de los cuatro pueblos indígenas del estado: Ñu´uu Savi (mixtecos), Me´phaa (tlapanecos) y Náhuatl.

Es una iniciativa que data de 2020 y propuesta por los núcleos agrarios de San Jerónimo Palantla y Sulchuchio, de Chilapa de Álvarez; Petatlán, Atlixtac y San Lucas Teocuitlapa de Atlixtac; de los Bienes Comunales de Cualac; de Santa Cruz y San Bartolomé Tlaquiltepec de Huamuxtitlán; y del Ejido y Bienes Comunales de Alpoyeca.

El Corredor Biocultural atraviesa las regiones hidrológicas del Balsas y la Costa Chica Río Verde, donde se encuentran las cuencas de los ríos Tlapaneco, Papagayo y Balsas Mezcala, las subcuencas de Huamuxtitlán, Mezcala Grande y Omitlán Azul, y 16 microcuencas “que proveen de agua y desarrollo” a las localidades de los cinco municipios de la Montaña alta y baja, señala el documento de presentación de la iniciativa campesina.

El mismo documento destaca que el territorio que habitan cuenta con bosques de pino-encino, bosques de encino, bosques de encino-pino, selva baja caducifolia y acahuales que permiten el consumo de “agua limpia, hongos comestibles, plantas medicinales, resinas, leña seca, morillos para nuestro hogar”.

En el Corredor Biocultural también se han detectado cinco de los seis felinos que perduran en México y son el tigrillo, el jaguarundi, el lince, el ocelote y el puma, “lo cual da cuenta de la biodiversidad que tenemos.

Los representantes de los núcleos agrarios manifestaron su compromiso con la protección y conservación del patrimonio natural y cultural, e invitaron a los tres órdenes de gobierno y a la sociedad civil “a que sumen a nuestra causa”.

La reunión se llevó a cabo en la comunidad de Petatlán, del municipio de Atlixtac, y asistieron representantes de la Coordinadora Estatal de Comisariados y funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

Asimismo, acudieron funcionarios de la Procuraduría Agraria (PA), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (Semaren), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).

Se leyó el “Pronunciamiento campesino por la transformación del campo, la conservación, la restauración y el uso responsable de los ecosistemas forestales a través de la cosmovisión campesina e indígena”.

En este documento se dice que los núcleos agrarios promotores del Corredor Biocultural practican “la democracia participativa, la cooperación solidaria, la organización económica y

la producción colectiva a través de las figuras asociativas que contemplan la Ley y en apego al respeto de nuestros usos y costumbres, así como a los sistemas normativos propios de cada ejido y comunidad”.

Los comisariados señalan que los une la protección de la propiedad siniestra de la reforma al artículo 27 constitucional del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, y también los aglutina “la lucha contra las políticas neoliberales que aún imperan en nuestros territorios y que minan poco a poco a nuestras tierras y compañeros campesinos”.

Valoran las acciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en el campo, como la autosuficiencia y la garantía de “una alimentación saludable”; los apoyos directos en los pequeños productores del campo y la diversificación de la producción, con lo que se enfrenta los efectos del cambio climático a través del programa Sembrando Vida.

Sin embargo, los núcleos agrarios proponen una Contraloría Campesina que evalúe “a través de un ejercicio reflexivo” los programas sociales del gobierno federal.

En el evento, los comisariados expusieron algunas de sus necesidades y el asesor de la Coordinadora de Comisariados Ejidales y Comunales de Guerrero, Arturo García Jiménez, informó a El Sur que “se hicieron compromisos que engloban el apoyo a la gestión para constituir la unión de ejidos y comunidades del corredor, el control de plagas y enfermedades en los bosques y el combate de incendios”.

Texto: Ramón Gracida Gómez