25 septiembre,2018 7:07 am

Conmemoran con un “performance” la toma militar del Casco de Santo Tomás en 1968

Jóvenes de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea, junto con estudiantes voluntarios de la Escuela Superior de Economía del IPN, marcharon con altavoces en los alrededores del auditorio Lenin, unidos de las manos, dirigidos por los coreógrafos Octavio Zeivy y Marcela Sánchez Mota

 Texto: Tatiana Maillard/ Foto: Archivo Histórico UIA
Ciudad de México, 25 de septiembre de 2018. Una acción performática para conmemorar los 50 años de la defensa del Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional ante la inminente ocupación del Ejército, se llevó a cabo la tarde de este lunes como parte del proyecto Cartografía de la resistencia. Ocupaciones / Desagravios, impulsado por la Coordinación de Difusión Cultural y la Dirección de Danza de la UNAM.
En punto de las 5 horas, jóvenes integrantes de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea, junto con estudiantes voluntarios de la Escuela Superior de Economía del IPN, marcharon con altavoces en los alrededores del auditorio Lenin, unidos de las manos.
Dirigidos por los coreógrafos Octavio Zeivy y Marcela Sánchez Mota, los jóvenes se congregaron en el vestíbulo del auditorio Lenin, donde formaron barricadas hechas con sillas, al tiempo que Sánchez Mota leía al micrófono el poema Alta traición del escritor José Emilio Pacheco.
La pieza aborda la espera de los estudiantes, atrincherados en el casco de Santo Tomás el 23 de septiembre de 1968, durante las horas previas a la toma militar, después de que la zona hubiera sido rodeada por agentes de la policía montada y granaderos.
“Trabajamos esta pieza desde mayo –explica la coreógrafa Marcela Sánchez a El Sur–. Nos interesaba que la acción tomara por sorpresa a los estudiantes que actualmente asisten a clases”.
Por ello, explica, no fue sino hasta el día de hoy que se invitó a algunos voluntarios que asisten a la Escuela de Economía a participar. De acuerdo con Sánchez Mota, no fueron sino tres o cuatro. El resto de la acción fue interpretada con los jóvenes bailarines de la UNAM.
Sin embargo, parte del performance consistió en sumar a la construcción de las barricadas y la entonación de himnos de lucha, a los estudiantes que estuvieron presentes como espectadores. El resultado fue una pieza conmemorativa que no sólo incluía acciones corporales, sino que fue acompañada por una pieza sonora creada ex profeso, en la cual se recreaban los sonidos de gritos y detonaciones de armas de aquella noche.
“Este es un homenaje para los estudiantes que defendieron su plantel. Para no olvidarlos”, expresó Sánchez Mota.
Por ello, se dedicó un minuto de silencio por los estudiantes masacrados durante el 68. El saldo oficial de los estudiantes caídos en la Toma de Santo Tomás fue de cuatro muertos: dos estudiantes y dos policías. En cambio, la revista francesa L´Express indicó que fueron 15 muertos. De acuerdo con una nota de La Jornada del 24 de septiembre de 2008, el informe de la Procuraduría General de la República, conocido como Libro blanco del 68, daba cuenta de la muerte de los estudiantes Ángel Martínez Velázquez y Luis Lorenzo Ruiz Ojeda.
La acción performática de este lunes en el IPN forma parte de siete acciones coreográficas, realizadas en los lugares específicos donde se desarrollaron los acontecimientos de 1968 con la finalidad de resignificar estos espacios: pasar de la violencia y la represión que se vivió en ellos, a la conmemoración y el desagravio efectuados partir de un acto colectivo.
Además del Casco de Santo Tomás, estas acciones se han desarrollado en la Facultad de Medicina de la UNAM, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y el antiguo Anexo de la Preparatoria 2.