3 abril,2020 5:45 am

Covid, economía, política y sociedad

Jorge Camacho Peñaloza

Cuando la tormenta pase, y se amansen los caminos, y seamos sobrevivientes de un naufragio colectivo. Con el corazón lloroso y el destino bendecido nos sentiremos dichosos tan sólo por estar vivos.

K.O’Meara

El Covid-19 se ha convertido en un verdadero trabuco para la humanidad, para los gobiernos, la economía y la sociedad, está cimbrando las bases de su sustento y confrontando las perspectivas y paradigmas que existen polarizadamente de su funcionamiento dejando incluso para muchos, legítimamente o no, en segundo plano el problema central que es el del avance de la pandemia y el dolor y muerte que esta dejando a su paso.

Los gobiernos nacionales y locales están actuando de manera diferenciada, como si fueran solitarias islas perdidas en el océano, la Organización Mundial de la Salud y los países integrantes siguen sin poder estructurar una estrategia global y conjunta, como si el coronavirus adquiriera su ciudadanía supeditado a sus propias leyes; lo mismo está pasando con los gobiernos locales en casi todos los países, cada gobernante hace lo que a su entender se debe hacer, en general, salvo en China, en donde se difuminó el virus, en la esfera política se han observado grandes dificultades para decidir y actuar, incluyendo al gobierno de Estados Unidos, en todos, los adversarios de quienes gobiernan han visto la oportunidad para exaltar las debilidades de éstos, sus fallas e inconsistencias.

La esfera de la política está siendo exhibida por la pandemia, está colocando a los gobiernos en la encrucijada de decidir por darle continuidad a las actividades económicas o priorizar contención del contagio deteniendo la actividad económica, entre salvar a las empresas con incentivos y subsidios o salvar a los de abajo con programas asistenciales, decidiendo en función de la guerra política, del clamor de la sociedad, del alarmismo de los medios o escuchando a los científicos.

En la economía las cosas no parecen ir mejor, ningún tamaño de empresa, ni en la economía informal quisieran parar, unos por no querer perder valor en sus acciones y ganancias y otros por sacar lo del día a día para comer y salir adelante, pero están parando o teniendo que parar obligados por las disposiciones legales o por la ausencia de clientes, los trabajadores tampoco quisieran parar porque representaría la pérdida temporal o permanente de su empleo, la caída de la economía afectando a accionistas, inversionistas, empresarios, administrativos, trabajadores y autoempleadores, pero si la economía no parara el contagio sería imparable e incontrolable lo que a la postre llevaría al colapso económico, político y social.

En la sociedad también hay una encrucijada, muchísima gente tiene la necesidad de seguir moviéndose, principalmente ocupados en la economía informal y familiar, así como relacionados con trabajos de áreas esenciales, y muchas personas que van a quedar sin empleo e ingresos que viven al día y que se van a mover para hacerse de lo necesario para la sobrevivencia o para demandar apoyos a los gobiernos y muchos más para obtenerlos por la vía delictiva incrementándose la inseguridad social, amén de los saqueos que puedan llegar a desbordarse de la difícil situación.

El caso de Guerrero es preocupante, es una sociedad que tiene frente a sí otras amenazas más letales que el coronavirus que la pueden hacer caer en la despreocupación o a colocar la amenaza del virus en un plano muy secundario, tiene necesidades más vitales que la propia letalidad del virus, famoso por su indolencia frente a la muerte y por tener muchos gobernantes formados en la escuela del “aquí no pasa nada”, espero que el virus realmente la piense para entrar a la geografía del estado y carácter del guerrerense indomable y agreste.

Ante esta amenaza, la sociedad tiene que pensar y actuar más allá de la economía y de la política, protegerse, actuar responsablemente, los gobernantes tienen que mantenerse en la búsqueda de recursos públicos y privados para ayudar a los que menos tienen y para hacer menos pesada la carga de la parálisis en las empresas, tienen que reforzar la comunicación con la sociedad para implementar acciones ordenadas de ayuda alimentaria, evitemos todos que llegue a Guerrero la peor desgracia epidémica, económica, social y política.

Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los guerrerenses que el virus nos debe motivar a la unidad y fraternidad, porque si nos agarra divididos y confrontados, no la vamos ni a contar.