3 diciembre,2021 4:28 am

Critica el fotógrafo Antonio Turok que el actual gobierno de izquierda no resuelva el caso de los 43

El primer fotoperiodista que dio cuenta del levantamiento zapatista y después del Movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), participó en un conversatorio en la capital con motivo del 47 aniversario de la muerte de Lucio Cabañas y para visibilizar el riesgo en el que trabajan los periodistas de Guerrero por las amenazas del crimen organizado

Chilpancingo, Guerrero, 3 de diciembre de 2021. Para Antonio Turok, fotógrafo que ha cubierto varios conflictos armados en el mundo, luchar por lo que es justo no tiene precio y dijo que en México esto es difícil “porque vivimos en un país donde no se han resuelto tantas cosas”.

Una de ellas, agregó, es el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, que, aún en el actual gobierno que se supone es de izquierda, no avanza y no se resuelve “a pesar de que ya todos conocemos la verdad”.

Antonio Turok, quien a los diecisiete años llegó a Chiapas, donde vivió veinticinco años y comenzó su carrera fotográfica, fue corresponsal en Nicaragua, El Salvador y Guatemala en la década de 1980. Además fue el primer fotógrafo en dar cuenta del levantamiento zapatista y después del Movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos (APPO) de Oaxaca.

Recientemente documentó las manifestaciones de protesta en la toma presidencial de Donald Trump, ha colaborado en diferentes publicaciones como Aperture, Camera Work, Crónica, La Jornada, Double Take, Paris Match, Le monde, Stern, The Independent y Proceso.

Su obra está incluida en varios libros colectivos, así como en colecciones de diversos museos y colecciones privadas.

Ayer, participó en el conversatorio Contra el Silencio, organizado por el Museo Regional de Guerrero, dependiente del Instituto de Antropología e Historia (INAH), la Asociación de Periodistas del Estado de Guerrero (APEG) y el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), con motivo del 47 aniversario de la muerte de Lucio Cabañas Barrientos y con el objetivo de visibilizar el riesgo en el que trabajan los periodistas de Guerrero por las amenazas del crimen organizado.

El fotógrafo compartió la mesa con la directora del Museo Regional de Guerrero, Maura Ortiz, el fotógrafo de Proceso, German Canseco y el vocero de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, Melitón Ortega.

Antonio Turok agradeció la invitación para hacer acto de presencia “en un día tan especial; un día que no se nos debe olvidar jamás, porque es el día que entendemos la leyenda de luchar por algo que es justo y eso no tiene precio”.

Añadió que esto es difícil en México porque vivimos en un país que no ha resuelto tantas cosas, entre ellas la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, “que me afecta realmente”. Aunque dijo que no puede estar más afectado como lo están los familiares y los parientes de los 43 estudiantes.

Pero agregó: “Como mexicano me siento mal que no se haya resuelto esto y no es justo que los mexicanos tengamos que pagar este precio”.

Después de contar sus anécdotas y andanzas en varios países del mundo como fotógrafo habló de la cobertura que dio al movimiento zapatista en 1994 y dijo que ahí se dio cuenta como se menosprecian las culturas desde la clase política; “todos los políticos son lo mismo, son una bola de payasos que no resuelven nada. Todos”, subrayó.

Agregó que él todavía no conoce a uno que sea distinto. Dijo que siempre va a votar “porque digo: este si va a ser el bueno, pero no, no ha salido ni uno bueno, a ver, ¿por qué este gobierno de ahora, que se supone es de izquierda no resuelve lo de los desaparecidos?. No entiendo, que le cuesta decir la verdad, si la verdad ya la sabemos, pero no resuelve, viene un año y otro y otro y sigue siendo la misma tragedia”.

Reconoció que esto ni es nada nuevo y ni va a terminar aquí, y que por eso lo único que les dice a los jóvenes es que tomen fotos, “porque eso es lo que nos va a permitir tener la certeza de que algún día los seres humanos vamos a tratarnos como seres humanos; algún día nos vamos a entender, no por el color de nuestra piel sino por nuestra manera de pensar, porque el color de la piel no importa, sí lo que hay en el alma y algún día vamos a seguir haciendo historia”.

Dijo que como fotógrafos o periodistas, “nuestra misión es hacer historia y esto es apasionante; gracias a que tenemos esa conciencia histórica hoy nos estamos acordando de un gran hombre; Lucio Cabañas que todavía está vivo, no ha muerto, de alguna extraña manera está vivo, no ha muerto, no fue en vano su lucha”, expresó.

Antonio Turok, agregó que por eso le preocupan mucho los celulares, porque con ellos “los jóvenes se están olvidando de la historia y de dónde vienen” y que los que los fabricaron lo saben, saben la debilidad, saben que nos están engañando”. Argumentó que ya no se consultan libros y que todo lo resuelven mediante consultas en Google mediante los celulares.

En tanto que, criticó, los gobiernos solo creen y se interesan en el dinero, “en el desarrollo barato”.

Por ejemplo añadió que actualmente “no necesitamos una refinería, sino educación, pues nos sale más caro eso (la refinería) que comprar la gasolina de otro lugar, y, cuestionó: Por qué no invertir ese dinero en apoyar a las comunidades en vez de darnos atole con el dedo y decir: ten tus mil pesitos. Qué es eso, que no mamen”, reprochó provocando risas del medio centenar de asistentes, la mayoría trabajadores de los medios de comunicación.

Advirtió que en el caso del movimiento armado de los zapatistas en Chiapas quedaron muchas preguntas sin respuesta “y yo siento que todavía esta historia no se ha acabado, siento que todavía va a haber sorpresas en mi vida, yo estoy seguro; la pobreza sigue igual de hiriente o peor que antes. Antes por lo menos había cincos y ahora ya ni cincos hay, vienen cosas fuertes, va a haber sorpresas”, advirtió.

Y como para dar certeza a su temor, argumentó: “Nomas imagínense si lo de Chiapas se pensó que iba a suceder y sucedió un 1 de enero de 1994 y nos agarraron… bueno a mí me agarraron en el alcohol”.

Melitón Ortega, por su parte, habló de la importancia y la influencia de la fotografía en el movimiento por la presentación de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.

Explicó que cada uno de los padres, siempre, en todos los lugares donde se moviliza, lleva una lona con la fotografía de su hijo desaparecido; “el rostro de los estudiantes desaparecidos, no pensamos que llegaría a convertirse en el símbolo de la lucha y de la resistencia por la presentación de los 43”.

Dijo que ese símbolo ha circulado ya en todo el mundo; “cuando salimos a cualquier actividad llevar el rostro de los estudiantes es lo que nos da la fuerza y la valentía para la exigencia, en cualquier evento, hasta el más sencillo, si no traemos la fotografía, sentimos que no traemos esa arma que nos guía y nos empuja hacia adelante”.

Concluyó: “Para nosotros, la fotografía de los 43 tiene una simbología para la lucha de los 43, por eso ningún padre de los 43 puede andar sin la fotografía de su hijo”.

En su participación, el dirigente de la delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), Luis Blancas, denunció que en Guerrero hay “zonas de silencio” en cuando menos tres regiones por amenazas del crimen organizado que actúan con la complicidad de las autoridades.

En representación de los trabajadores de los medios de comunicación, pidió a los tres órdenes de gobierno proteger a los periodistas para que puedan seguir siendo la voz de los sectores sociales, pues “no queremos que estas zonas de silencio abarquen a Chilpancingo o Acapulco”.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jessica Torres Barrera