31 octubre,2023 5:29 am

Dejó el huracán las palapas destruidas y las ventanas rotas del icónico hotel Flamingos

 

 

 

Acapulco, Guerrero, 31 de octubre de 2023. El icónico hotel Flamingos también fue severamente dañado por el paso del huracán Otis en Acapulco el martes en la noche, las palapas están destruidas, las ventanas rotas y los cuartos afectados.

La infraestructura se mantuvo de pie en general, pero todo el inmobiliario está arruinado en el hotel construido sobre los grandes acantilados por la zona de Caleta.

Sólo un turista de la Ciudad de México estaba hospedado el martes, aguantó la madrugada del huracán y después se fue, contaron los trabajadores.

El pintor Hugo Zúñiga, quien vive en el hotel desde hace algunos años, también sobrevivió al evento meteorológico dentro de su cuarto. Su mural hecho de conchas de mar se mantiene intacto.

En el lobby están las fotos de los artistas de Hollywood que engalanaron el hotel en la década de 1950, entre ellos Jonnhy Weissmüller, el mítico Tarzán que vivió en estas instalaciones ahora destruidas.

Otros retratos como el de John Wayne, “guest of the Hollywood Gang Los Flamingos” (huésped del grupo de Hollywood Los Flamingos) volaron durante los vientos huracanados y no aparecen.

En un recorrido este sábado, cuarto día desde la catástrofe, algunos empleados del hotel Flamingos recogían las pertenencias que aún sirven, como los sillones que no se rompieron, las almohadas que no se deshilaron, y los manteles blancos que no volaron.

Los trabajadores se decían entre ellos que no iban a poder volver al hotel hasta que se restableciera el transporte público porque viven en las afueras de Acapulco, y es difícil llegar hasta este punto de Caleta.

Otros decían que iban a dedicarse a buscar a sus familiares porque todavía no los encontraban tras el paso del huracán Otis. Es la conversación común que se puede encontrar en cualquier otra parte de Acapulco.

El gran espejo del bar, que está a un costado del restaurante y donde se preparan las conocidas piñas coladas color rosa, está quebrado y la cocina vacía.

Las sillas de metal, que se usaban en el restaurante, muy concurrido en los jueves pozoleros con música en vivo, ya están apiladas por los trabajadores. Algunas mesas se rompieron y otras sillas de madera también.

El sábado se sintió un fuerte viento y es que el hotel está construido sobre los riscos de esta parte de Acapulco. Toda el inmenso mar abierto está de frente y la corriente de aire llega directamente a los visitantes.

La famosa terraza donde los turistas aprecian la puesta del sol, es inaccesible porque la palapa que daba sombra se hundió de en medio y sólo quedan algunos huecos por donde se puede caminar.

En frente está la isla de La Roqueta, que luce rapada, no hay árboles y sólo sobreviven unos grandes troncos sin hojas. A la distancia desde el hotel Flamingos, la isla sólo parece una gran roca en medio del mar.

Y los cuartos, casi todos con vista al mar, están devastados. El piso está lleno de vidrios, los muebles están rotos y aún húmedos, y las paredes, llamativas por su color rosa, están descarapeladas.

Parece un hotel abandonado por muchos años, pero hasta el martes todavía tenía servicio. En general, esta zona de Acapulco es una de las más golpeadas por el huracán Otis, un kilómetro más abajo, cerca de la playa La Angosta, un carro está volcado sobre la banqueta y en la playa flotan kilos de basura.

 

 

 

 

 

Texto: Ramón Gracida Gómez/ Foto: Carlos Carbajal