Son principalmente indígenas que trabajan sin servicios médicos ni derechos, pero aún así no hay una política pública para atenderlos, señalan el Consejo y Tlachinollan.
Chilpancingo, Guerrero, 8 de enero de 2020. La temporada alta de migración de jornaleros agrícolas de La Montaña transcurre sin una política pública de atención federal ni estatal, denunciaron el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña.
En consulta, una fuente de ambas organizaciones dijo que las secretarías del Trabajo y de Bienestar no acudieron a ninguna reunión del Comité Intersecretarial de la entidad, en Tlapa, salvo un represente del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI), que tampoco se comprometió a nada.
Por otro lado, expuso que los acuerdos que firmaron con autoridades estatales tampoco se cumplieron, no obstante que hubo una minuta de trabajo, y adelantó que antes del cierre de temporada, el 31 de enero habrá una reunión del Consejo, pues durante todo el año continúa la migración.
Uno de los acuerdos de la minuta era que las autoridades estatales iban a convocar a los funcionarios federales a la reunión.
Hace un año organizaciones de la Montaña denunciaron la desaparición del Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA) que funcionó desde 1990 mediante la Secretaría de Desarrollo Social, sin que se presentara una nueva propuesta para este sector.
Ayer confirmaron que la petición de continuidad de los albergues y estancias infantiles en los estados receptores y de casas de atención en las entidades expulsoras, a través del Red Nacional de Jornaleros Agrícolas, no fue atendida en los ámbitos federal ni estatal.
Lamentó que los jornaleros agrícolas no sean un tema prioritario de las autoridades a pesar de que son principalmente indígenas y trabajan en los campos sin servicios médicos ni derechos, pues se siguen presentando casos de abusos laborales y fallecimientos.
Confirmó que no hay una política pública de la Cuarta Transformación para los jornaleros agrícolas, porque las dependencias federales no acudieron a reunión intersecretarial para la atención de los jornaleros en la temporada alta, de septiembre a enero.
Informó que sólo estuvo la Secretaría de Migrantes y Asuntos Internacionales, que debe coordinar las acciones, de la Secretará de Asuntos Indígenas y Afromexicanos y la Sedesol estatal, que aceptaron la propuesta del Consejo pero no cumplieron los compromisos que de la minuta de la reunión.
Por ejemplo, indicó que la entrega de insumos generalmente era dos veces al mes, y sólo ha habido dos entregas que son insuficientes.
Aunque no haya alimentos los jornaleros siguen pasando porque en este lugar hay estacionamientos y alrededor se instalaron varias agencias que envían autobuses todo el año, y tienen dificultades para cubrir los gastos de energía eléctrica.
La fuente dijo que estuvo en la reunión el representante del INPI, por la cercanía a la sede de la Casa del Migrante en Tlapa, pero no se comprometió a apoyarlos.
Confirmó que los recursos federales del PAJA permitían la compra de alimentos en el Centro, donde hacen una parada los jornaleros para asearse y comer.
Siguen haciendo el registro de los jornaleros y al campo al que van a trabajar, para hacer un mínimo monitoreo, informó.
Mencionó que los jornaleros agrícolas generan sus propios ingresos para sobrevivir, aunque les paguen poco y sufran abusos de sus empleadores en estados del noreste y centro del país.
Tlapa es el expulsor número 1, seguido de Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Atlixtac y los demás municipios de la región.
En la temporada alta salen de 6 mil a 8 mil jornaleros, pero ha llegado a 11 mil.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Carmen González Benicio-Archivo
