Texto y foto: Mariana Labastida
Acapulco, Guerrero. Familiares de pacientes internados en el Hospital Donato G. Alarcón de Ciudad Renacimiento denunciaron la falta de medicamentos para la atención de los enfermos, incluso que no hay ni jeringas para aplicar insulina. Reprocharon que no sirve de nada tener Seguro Popular si los medicamentos básicos tienen que comprarse porque no hay suministro en los hospitales.
La inconformidad se dio cuando vieron que se estaba organizando una fiesta en el hospital donde incluso habría música de chile frito, que se supo era para festejar la toma de protesta de la líder sindical de la Subsección 21, Raquel Estrada Villaseñor, por lo que cada media hora sonaban Las mañanitas en el inmueble.
Exigieron que el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, dé la cara ante las deficiencias que existen en el hospital de medicamentos, material y limpieza del mismo.
Con lágrimas en los ojos, indignados y desesperados se acercaron familiares de pacientes internados en el hospital Donato G. Alarcón a denunciar la falta de medicamentos para atender los diferentes padecimientos de sus familiares.
Testimonios
María del Carmen Nava Carmona, quien tiene internada a su hija por problemas del corazón, expresó: “Ni modo que no entregue el medicamento para salvar a mi hija y el estudio que le mandaron me cuesta 525 pesos”, externó. Estudio de tórax que tendrá que pagar porque el equipo del hospital está descompuesto. Denunció que lleva dos días comprando medicamentos.
“Los médicos no tienen ningún apoyo de medicamentos, y exigimos, exigimos porque nosotros todos los ciudadanos aportamos nuestros impuestos para que el gobierno no haga nada, hay personas que poquito nos alcanza, pero hay otras que vienen desde lejos con sus pacientes y sin dinero. Un paciente se muere por falta de medicamento”, reprochó Maricela Ortiz de Acapulco.
Expuso que en dos días se gastó 2 mil pesos en medicamento, que estaban esperando a ver si podrían sacar a su abuela para llevarla a hacer un estudio de tórax porque en el hospital no tiene el equipo, “no tenemos absolutamente nada aquí, no hubo aguja para canalizarla, ni agua para tomarse una pastilla”.
“¿De qué sirve el Seguro Popular si no hay nada, no hay jeringas, no hay gasas, no hay suero, no hay nada, por hoy limpiaron los baños, los pisos”, señaló María Alicia García, quien reprochó que lleva dos meses acudiendo al hospital por Losartán (medicamento para el control de la presión arterial) y no se lo han surtido por no tener en existencia.
Constancio Castor Medel, de Tlaxcalixtlahuaca, municipio de San Luis Acatlán, llegó el miércoles a Acapulco con su nieto recién nacido enfermo del pulmón, entre el gasto del parto en el pueblo, el traslado y los medicamentos que han comprado se han gastado 5 mil pesos, todo el dinero que tenían, por lo que dijo que no sabía que harían de necesitar más medicinas para la atención del bebé.
Mercedes Ramo Gatica, de Coyuca de Benítez, reclamó que solamente exigiendo le informaron que su hija estaba en la sala de recuperación, la internaron el miércoles con 9 de hemoglobina, con un embarazo de alto riesgo y hasta ayer al mediodía no la habían visto, solamente se habían dedicado a surtir el medicamento que les piden.
“Aquí afuera nos los venden (los medicamentos) a un precio caro, porque aquí cerquita no hay ninguna Similar (farmacia), que es donde podemos comprar un poquito económico, a 75 (pesos) el Ketorolaco y a 60 pesos la Ampicilina”, externó. Expuso que no tienen dinero y ni ropa para cambiarse por eso llevaban dos días con la misma.
Ana Valente, de Llano Grande, municipio de San Marcos, dijo que llevaba gastados 3 mil pesos en medicamento para su hija que fue internada por un embarazo de riesgo y tampoco la había visto.
José Manuel Salgado García reprochó que no tengan en la farmacia ni jeringas para la aplicación de insulina, “no es justo, la pregunta es cuánto nos van a cobrar, estamos pagando como si fuera un particular, le hice la pregunta a la de farmacia que cubre el Seguro Popular”. Explicó que tuvo que comprar Dormicum (medicamento para aliviar tensiones y espasmos musculares) que le costó mil 275 pesos, que iba a necesitar tres días y cada día requería adquirir tres cajas, por lo que se quedó sin dinero.
En el patio trasero del hospital, atrás de la entrada a urgencias, estaban montadas mesas y sillas para el festejo, un grupo de música de viento esperaba para la fiesta, ver lo que se estaba organizando y escuchar Las mañanitas cada media hora hizo pensar a los familiares que la fiesta era por el aniversario del hospital, por lo que reprocharon que para eso sí hay dinero y no para medicamentos.
