Fotonota: Al menos 87 personas fueron detenidas y siete agentes resultaron heridos como consecuencia de las revueltas que se produjeron este martes en Wellington, la capital de Nueva Zelanda, después de que la policía disolviera la concentración que desde hacía más de veinte días se había instalado en el centro de la ciudad para protestar por las medidas contra el coronavirus. La policía explicó ayer que “no había otra opción” que intervenir en el campamento improvisado que se había levantado hace casi un mes frente al Parlamento neozelandés (en imagen) para protestar, entre otras medidas del gobierno, por la vacunación obligatoria. En el operativo la policía usó gas pimienta para reprimir a los manifestantes. “Nos quedamos sin otra opción que hacer lo que hicimos ayer (el martes) para restaurar el orden”, explicó ayer el comisionado jefe de policía de Nueva Zelanda, Andrew Coster, en relación al operativo del día anterior, que obtuvo la respuesta furibunda de los manifestantes, una mezcla de antivacunas y seguidores de las teorías de la conspiración. Wellington amaneció este jueves con un fuerte dispositivo policial en las principales calles del centro para evitar nuevas concentraciones. Las protestas del día anterior habían provocado el cierre de establecimientos y la interrupción del transporte público, como la estación de tren de la capital. Foto: Tomada de Internet
