Acapulco, Guerrero, 27 de enero de 2024. “Sí estuve muchas horas, pero no las que yo imaginé”, contó el vecino de la colonia Progreso, Marco Antonio Lobato. Ayer recibió sus enseres en el Parque Papagayo como muchas otras personas más, después de dormir una noche en la fila esperando su turno.
A las 11 de la mañana de ayer decenas de personas salían del estacionamiento del parque cargando sus enseres, algunos los arrastraban en diablitos, y otros cargaban las cosas menos pesadas como el ventilador, la licuadora y el juego de sartenes.
Los trabajadores de las camionetas de mudanzas acomodaban las cajas con la estufa, el refrigerador, el colchón, en algunas subían hasta tres paquetes; otras personas trataban de acomodar sus artículos en sus carros particulares para llevárselos.
El señor Marco Antonio no pagó mudanza, como pudo cargó sus muebles y los acomodó en su camioneta. Recordó que “estuve aquí desde el jueves a las 5 de la tarde, se me hacía algo muy lejano porque vi mucha gente, la verdad estuve muchas horas, pero no las que yo me imaginé, pensé que era mucho más tiempo, tuve que dormir aquí y comí por aquí”.
Fue hasta ayer poco después de las 11 de la mañana que ya tenía sus enseres, entró al módulo de Bienestar entregó la documentación y el cintillo y le dieron su refrigerador, estufa, su licuadora, su ventilador y un juego de sartenes.
Agregó que él tenía claro que iba a hacer fila, y que era normal, “no me desesperé, estaba muy consiente de esta situación difícil, entendí y asumí que tenía que esperar y tomar el tiempo necesario, sí escuché de que vendían los espacios; no me tocó verlo ni tampoco hubo alguien que se acercara a decirme algo parecido”.
“Se me hacía algo muy lejano, porque hace una semana vine y me tocó ver una fila bastante larga de mucha gente, miles de personas y pensaba será que algún día voy a llegar aquí y voy recibir esos enseres como toda la demás gente, la verdad era un tema lejano, pero ahorita es un hecho, es real, aquí estoy con mis enseres”, dijo.
Aprovechó para agradecer al “gobierno del presidente; es un gran gobierno, es un gran presidente y mi respeto para él”.
Recordó que en su vivienda, ubicada en la colonia Progreso, con el huracán le fue mal, tuvo daños como todas las demás casas, “pero tenemos que entender que fue un fenómeno natural y que nos tocó vivirlo”.
Los daños en su casa todavía no los arregla porque ha sido difícil encontrar empresas que surtan el material para construcción “he cotizado precios, materiales y me han dicho que tengo que esperar un mes o dos, pero también es complicado conseguir el personal necesario para los trabajos, no es fácil”.
Texto: Aurora Harrison
