En este poblado de la sierra de Chilpancingo 2 mil habitantes perdieron las cosechas que tenían para vivir en el invierno y en tiempo de secas. Ninguna autoridad del gobierno les hace caso, se quejan
El Fresno, Guerrero, 24 de noviembre de 2020. En el poblado El Fresno el viento se llevó los techos de las casas y destruyó las siembras de amapola, maíz, frijol, aguacate y durazno que eran para poder sobrevivir en el invierno y el tiempo de secas.
Los pobladores de esta comunidad de la sierra de Chilpancingo denunciaron que el alcalde del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Antonio Gaspar Beltrán, no les ha mandado ayuda.
El pueblo fue afectado por los fuertes vientos de los últimos siete días, y quedaron dañadas al menos 50 viviendas y perdieron varias hectáreas de siembra.
“Pareciera que anda ocupado en las campañas, aquí sólo ha venido una vez y después ya ni nos buscan; primero le dicen a uno ‘que lo que se les ofrezca’ y después ni nos reciben en el Ayuntamiento y ni las llamadas contestan”, expresó enojada Analberta Mónico, una de las afectadas.
El comisario de la comunidad, José Mónico Morales, denunció que los tres niveles de gobierno no les hacen caso desde la semana pasada cuando reportaron los desastres que dejó el viento.
“Vemos mal, ojalá que nos hagan caso y esperemos que vengan a ver los desastres que están, ya se les enviaron fotos y ellos tienen conocimiento y no nos hacen caso”, dijo el comisario entrevistado en su casa de madera.
Además, reveló que desde el miércoles de la semana pasada se comunicó con el director de Protección Civil de Chilpancingo, Valter Damián Bautista, quien se había comprometido a ir el sábado “y es el momento en que no ha llegado”.
En la comunidad El Fresno la gente comenzó a poner sus techos con las mismas láminas que volaron y que tuvieron que ir a buscar cuando bajaron los vientos. Durante el camino de terracería –antes de llegar al poblado– en los costados se ven las siembras de maíz que fueron tiradas por los ventarrones y que ocasionó que al menos 250 sembradores perdieran toda su cosecha.
“Quedó puro jilote (elote tierno), ni a elote o camagua llegó; esa cosecha pues la perdimos y es con la que nos mantenemos en los meses que siguen hasta que regresen las lluvias”, dijo don Hilario García Morales a los medios que realizaron un recorrido en la comunidad de la sierra.
El campesino informó que perdió 3 hectáreas de maíz que iba a vender para sostener a su familia “porque (en el pueblo) no hay empleo de nada, de aquí nos sostenemos cuando nos va bien. A veces cuando no hay (dinero) pues vendemos y nos vamos sosteniendo, pero ahorita ¿qué vamos a vender? Pues nada”.
Además de las pérdidas de techos y siembras legales, algunos pobladores perdieron sus siembras de amapola que es con lo que sobrevive la mayor parte de la gente de la sierra de Chilpancingo.
Uno de los sembradores de 50 años de edad reveló que perdió una de sus parcelas (de amapola) que estaba a punto de cosechar, igualmente su mazorca. Las dos plantas quedaron tiradas “como si les hubiera pasado una aplanadora”.
Los pobladores de El Fresno coinciden en que cada año hay fuertes vientos, pero en esta ocasión el “ventarrón fue más fuerte de lo acostumbrado”.
“El viento pasó, nos hizo daño, arrasó con la milpa, con todo. Mi casa y la de mi hijo se las llevó también, hoy hizo 8 días que aún continúa” comentó Irinea Morales Cayetano dentro de su vivienda sin techo.
A doña Irinea que vive en una casa de adobe se le volaron sus láminas, tinaco, lavadora y sus ollas de barro para cocinar se le rompieron.
“Ahora esperamos que nos echen la mano, no tenemos dinero para las láminas y en julio también una granizada afectó gran parte del poblado, tampoco llegó el gobierno para ayudarnos”.
El 9 de julio de este año una granizada dañó 90 viviendas y en esa ocasión ninguna autoridad de los tres niveles se acercó ayudarles a los afectados.
El comisario Mónico Morales durante el recorrido por la comunidad pidió al alcalde, Antonio Gaspar, que los atiendan, pues además de estas afectaciones necesitamos médicos, que nos arreglen el camino y desde hace tres años estamos exigiendo que a las escuelas les pongan luz, ya hemos ido y metido solicitudes, pero nunca nos hacen caso, si bajamos a la ciudad es mucho gasto y las autoridades ni nos atienden”.
Ahora con la pandemia las escuelas están cerradas y los niños reciben sus tareas cada mes, algunos ven la televisión con el programa Aprende en Casa II.
Las escuelas de primaria y secundaria están equipadas con aire acondicionado e internet, “el problema es que no tienen los servicios y no hay luz”.
El comisario mencionó que en El Fresno hay aproximadamente 2 mil habitantes que en su mayoría viven de lo que les da el campo. Aún los pobladores desconocen el número de hectáreas afectadas por los ventarrones y esperan que las autoridades les ayuden “para poder pasar el invierno en medio de la pandemia”.
La comunidad se encuentra a cuatro horas de la capital del estado, se entra por El Ocotito en un camino de terracería que lleva a los pueblos de Zoyatepec, Azinyahualco y al final en malas condiciones a El Fresno. El pueblo es vigilado por un grupo del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana de la UPOEG que se armó hace cinco años para sacar al grupo delictivo de Los Rojos que mantenía en el miedo a los habitantes.
Durante la Mesa para la Construcción de la Paz en Guerrero, el secretario de Protección Civil, César Mayares Salvador, informó que 446 viviendas sufrieron daños por desprendimiento de techos derivado de los fuertes vientos que se registraron en los municipios de Chilpancingo, Chilapa, Tlacotepec, Acatepec, Malinaltepec, Tlacoapa y Copanatoyac.
Texto y fotos: Lenin Ocampo Torres
