Chilpancingo, Guerrero, 8 de junio de 2020. La alcaldesa de Tixtla, Erika Alcaraz Sosa, informó que ayer se permitió la salida de los jornaleros agrícolas de Zoquiapan, internados el domingo de hace ocho días en un albergue de la comunidad tras viajar más de cuatro horas con una persona fallecida sospechosa de Covid-19, que después se confirmó porque dio positivo a la prueba.
En consulta telefónica, explicó que las personas continuarán en aislamiento en sus viviendas, pues el señor Silvestre, de 66 años, muerto en el autobús de jornaleros el domingo 31 de mayo, resultó positivo al nuevo coronavirus, de acuerdo con la información de la Secretaría de Salud.
Aclaró que durante la semana de confinamiento, ninguno de los pasajeros habían presentado síntomas ni complicaciones de salud, y todos fueron supervisados diariamente por personal del sector salud.
Precisó que tras la defunción del jornalero en el autobús proveniente de Sinaloa, se trasladó a 44 pasajeros de este camión a la Casa del Niño “Texkatl”, en Zoquiapan: 14 hombres y 10 mujeres adultas, la mayor de 50 años; 10 niños y ocho niñas, entre ellos un bebé de ocho meses y dos adolescentes de 15 y 17 años de edad.
La alcaldesa informó entonces, que se enteró del deceso cuando los familiares del señor Silvestre solicitaron una ataúd para el fallecido, que los pasajeros decidieron llevar en el camión cubierto con cobijas para enterrarlo en su comunidad de origen.
El autobús fue interceptado por agentes de Protección Civil y la Guardia Nacional en Tixtla, porque trascendió que el fallecido podía haber muerto por Covid-19, aunque otros aseguraban que se la había bajado la presión y era diabético. Para despejar las dudas, el área de Epidemiología de la Secretaría de Salud estatal (Ssa) tomó las muestra del cuerpo para determinar si había riesgo de contagio.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Cortesía de Abisai Clavel-Archivo
