De 8.2 de magnitud, el terremoto se registró a las 23:49 hora local del 7 de septiembre de 2017, a 133 kilómetros al suroeste de las costas de Chiapas y lo percibieron 50 millones de habitantes en 12 entidades, incluso en algunos estados del centro del país.
Texto: EFE / Xinhua / Foto: EFE
Juchitán, Oaxaca, 7 de septiembre de 2018. México conmemoró este viernes el primer aniversario del terremoto que golpeó los sureños estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, con discrepancias entre el Gobierno federal, autoridades locales y damnificados sobre el avance de las labores de reconstrucción.
Solamente en Oaxaca, fueron 33 los municipios afectados y más de 110 mil inmuebles dañados que aún no son reparados, según la diputada Dulce Alejandra García.
“No se puede ser omiso y simplemente dar un carpetazo y dejarlo en el olvido. Estamos a un año y todavía hace falta mucho por hacer para reconstruir todos estos inmuebles dañados en Oaxaca. Hay que pedir y exigir transparencia sobre los recursos”, explicó la legisladora.
Uno de los lugares más afectados fue sin duda Juchitán, con una población cercana a los 75 mil habitantes, en el que hasta este viernes, viven sus habitantes en medio de escombros y el 80 por ciento de las viviendas continua con el drenaje colapsado, reconoció la alcaldesa del municipio, Gloria Sánchez, al encabezar un acto oficial en el marco del primer aniversario de estos lamentables sucesos .
“La situación es crítica ya que hay personas que todavía no tienen un techo, se vive en aguas negras porque 80 por ciento del drenaje está colapsado y no hay un plan integral de reconstrucción”, aseveró la alcaldesa al solicitar al gobierno mexicano que aumente el apoyo a la reconstrucción.
En tanto que en el estado de Chiapas se vive una situación parecida en donde varias viviendas y otras infraestructuras aún siguen sin reconstruirse o están dañadas; particularmente, en la comunidad de Paredón, en el que incluso, y a un año de lo ocurrido, el Centro de Salud sigue en reconstrucción y muchos niños siguen tomando clases en lugares improvisados.
En el acto de conmemoración celebrado en la ciudad de Oaxaca, las autoridades federales presumieron que 97 por ciento de las familias de Oaxaca y Chiapas han recibido apoyos y que más del 80 por ciento de las viviendas afectadas están en reconstrucción.
“El dinero lo recibió quien es el más interesado en reconstruir su hogar: las familias damnificadas”, afirmó la secretaria mexicana de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles Berlanga, quien aseguró que el gobierno federal asesoró a miles de afectados sobre “cómo construir de mejor manera sus viviendas”.
Durante la noche del 7 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 8.2 con epicentro en Chiapas dejó graves daños en viviendas y patrimonio, y 98 víctimas mortales, 78 de ellas en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
Después del 7 de septiembre, el gobierno mexicano repartió entre los damnificados del sur de México tarjetas en las que se depositó dinero para la compra de materiales de construcción. Esta ayuda, coinciden los afectados, no fue suficiente en el caso de los que sufrieron daños graves o pérdida total de sus viviendas.
Según Robles, a día de hoy, 63 mil 986 habitantes de Oaxaca han recibido ayudas federales, mientras que en Chiapas han sido más de 45 mil.
Celebró que la mitad de las viviendas afectadas ya se encuentran en el 50 por ciento de su reconstrucción y dijo que solo hay 600 familias en Oaxaca que no han recibido la ayuda porque no han sido localizadas.
Sin embargo, la visión positiva de la secretaria difiere de la de las autoridades locales y algunos damnificados.
Gloria Sánchez, alcaldesa de Juchitán, municipio altamente afectado por el sismo, calificó de insuficientes los 14.5 millones de dólares para apoyo de vivienda en Oaxaca y exigió al gobierno federal que entregue los recursos a las 5 mil 200 familias que fueron censadas como damnificadas en marzo y que, según dijo, todavía no han recibido nada.
“Exigimos que se incremente la cantidad otorgada a cada familia para construir una vivienda digna, y realizar un plan integral para la reconstrucción de Juchitán que contemple vivienda, escuelas, comercios, edificios públicos e infraestructura urbana”, indicó.
De hecho, según asociaciones de maestros, en todo el estado de Oaxaca resultaron dañadas 6 mil escuelas, y en Juchitán tan solo se han reconstruido dos de los 98 centros educativos destruidos.
La alcaldesa de Juchitán sostuvo que a un año del sismo, la “situación es crítica” puesto que “hay personas que todavía no tienen un techo, se vive en aguas negras porque 80 por ciento del drenaje está colapsado y no hay un plan integral de reconstrucción”.
Además, el coordinador municipal de Protección Civil, José Antonio Marín, hizo un llamado a “reforzar la prevención” en una región sísmica como lo es el sur de México, donde “siempre ha habido miles de sismos pero no le dábamos importancia”.
El acto conmemorativo coincidió con una manifestación de grupos de vecinos defraudados por empresas constructoras que tomaron sus tarjetas de apoyo y se fueron de la población sin concluir los trabajos.
La indígena zapoteca Marbella Bartolo, cuya familia no recibió ningún apoyo, asistió a la protesta porque la Secretaría de Desarrollo no le entregó nada a su familia “por un error de dedo” a pesar de que su madre falleció al caerle un edificio encima y a su hermana le amputaron una pierna.
Durante todo el día, diversas poblaciones del oaxaqueño Istmo de Tehuantepec, la zona más angosta entre el Atlántico y el Pacífico, recordaron a las víctimas con misas, lecturas de poemas, danzas y encendidos de velas.
Entre esas poblaciones está Unión Hidalgo, donde los escombros y los andamios siguen invadiendo las calles transcurridos 12 meses desde la tragedia.
“Ahora empieza a verse algo de vida. Hay casas que empiezan a reconstruirse, casas que están a medio construirse, que están ya por terminarse. El pueblo se está levantando”, afirmó a Efe Erasmo López, un albañil del municipio.
El terremoto de 8.2 grados en escala de Richter se registró a las 23:49 hora local a 133 kilómetros al suroeste de las costas de Chiapas (sureste) y lo percibieron 50 millones de habitantes en 12 entidades, incluso en algunos estados del centro del país.
Desde aquel jueves 7 de septiembre de 2017 a la fecha, suman 26 mil 781 réplicas, de acuerdo con el conteo del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Mientras tanto, los afectados que aún no han sido atendidos siguen esperando la ayuda, además de que dicen vivir constantemente el temor de que se dé otro sismo cómo lo ocurrido hace un año.
El próximo 19 de septiembre, México conmemorará el primer aniversario del otro gran terremoto que azotó el país el año pasado y que provocó la muerte de 369 personas en Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Puebla, Guerrero y Oaxaca.
(En la imagen: Vista general del palacio municipal de Juchitán, colapsado por el terremoto del 7 de septiembre de 2017, este viernes 7 de septiembre de 2018. Foto: EFE)
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