18 marzo,2024 9:33 am

Disfrutan la nostalgia con Maná y Hombres G en el cierre del Vive Latino, lleno durante sus dos días

 

A pesar de que se cambió la sede y hubo cancelaciones, el principal festival de rock de México tuvo éxito en su versión de 2024

 

Ciudad de México, 18 de marzo de 2024. Esta edición del Vive Latino tuvo cambios de bandas estelares imprevistas, se mudó del Foro Sol al Autódromo Hermanos Rodríguez y se realizó en un fin de semana tan caluroso que la Ciudad de México llegó a los 28 grados, pero el balance de los asistentes fue en general positivo.

Eduardo Casimiro, de 30 años, ha asistido a las últimas seis ediciones del encuentro musical y aunque la noche de este domingo ya se decía agotado, afirmó que es de las que más ha disfrutado, por la diversidad musical.

“Muchos han criticado el cartel y las cancelaciones, pero para mí este Vive Latino ha sido muy bueno. Creo que cancelaron los que tenían que cancelar, metieron a las bandas que tenían que estar y eso ayudó mucho.

“El sábado pude ver a Belanova, Panteón Rococó y La Adictiva, hoy (domingo) venía por los Hombres G y me la pasé muy bien con ellos, también me emocionan Kevin Kaarl, Maná y Kings of Leon. Está dando tiempo de ver a las bandas que tú quieres, creo que la distribución de este año estuvo mejor a la de otros años”, compartió Casimiro.

 

Hace Fito Páez una presentación memorable el sábado

Con el telón de la puesta de sol como escenario, Fito Páez deleitó a los asistentes en el primer día del Vive Latino, el sábado, con una presentación memorable.

Ataviado con una gabardina amarilla y acompañado únicamente de su piano, el legendario cantautor argentino de 61 años hizo vibrar el escenario principal desde el momento en que arrancó su actuación a las 18:15 horas.

Repasando lo mejor de su extensa discografía, Fito Páez hizo un recorrido nostálgico por su célebre álbum El amor después del amor, lanzado en 1992, regalando al público algunos de sus éxitos más memorables.

Temas como El amor después del amor, 11 y 6 y Brillante sobre el mic resonaron en el espacio al aire libre, deleitando a los asistentes con la versatilidad de Páez en los instrumentos y su inconfundible voz.

Mientras el público se dejaba llevar por la magia de la música, una emotiva propuesta de matrimonio tuvo lugar entre una pareja enamorada, justo en el momento en que sonaba Un vestido y un amor, agregando un toque de romance al ambiente.

El tiempo pasó velozmente tanto para el talentoso compositor como para sus seguidores, y al llegar el final de su presentación a las 19:15 horas, Fito Páez lamentablemente informó que no podría interpretar una última canción debido al horario.

“¡Viva México!, chao”, se despidió un poco decepcionado, pero agradecido con su público.

 

Maná, Babasónicos y Hombres G, vigentes

La de ayer fue una noche de reyes. Como nostálgico mandamiento bíblico, provenientes de tres puntos geográficos, pero del mundo hispano, y de la historia del rock en español, Maná (México), Babasónicos (Argentina) y Hombres G (España) demostraron por qué se mantienen vigentes después de más de tres o cuatro décadas.

Porque no sólo disfrutaron estas presentaciones en el Vive Latino las generaciones que los vieron nacer. También hubo una multitud de jóvenes que, si bien no coreaban todas las canciones, gozaron por igual, cerveza en mano, celular en la otra para grabar y subirlo a sus redes sociales (porque si no, no cuenta, dicen).

Españoles, argentinos y mexicanos levantaron su corona, removieron la nostalgia y abrazaron a una comunidad de 80 mil fanáticos de la música.

En su primera vez en el festival, Maná se sintió cómodo, interpretó sus éxitos con la complicidad de los asistentes, que no repararon en la vieja disputa si es rock, pop u otra cosa.

Interpretaron Manda una señal, Ángel de amor y Corazón espinado. Ayudó a encender el ambiente la pirotecnia que desplegó la banda tapatía.

Fher Olvera, dominador de la escena, saludó a los presentes y agradeció su primera vez en el festival antes de entonar Labios compartidos.

Luego salió al escenario un elefante robot gigante, para acompañar su éxito¿Dónde jugarán los niños? y dijo a las nuevas generación que “tienen que empujar a los gobernantes y empresarios corruptos a que dejen en paz la Tierra”.

Llegó Vivir sin aire, después Mariposa traicionera, dedicada a las chilangas infieles, según dijo.

Con Oye, mi amor, de nuevo demostró su manejo de la audiencia, al ponerlos a cantar a todos, a la de derecha, a los de la izquierda y a los de atrás.

Con Alex en la batería y voz, volvió la euforia con Me vale, otro éxito del primer disco. Y Fher mantuvo el ánimo en alto con Clavado en un bar, coreado con todo por un pelón malencarado, sin playera y luciendo sus tatuajes de  pecho y espalda, muestra de que Maná es capaz de conquistar a todos. Aunque lo nieguen.

Previamente, Adrián Dárgelos, de Babasónicos, saltó a escena con sus movimientos sensuales para hacer retumbar canciones como Pijamas, Y qué y Pendejo, mientras sus fans de todas las edades se movían al ritmo de su rock.

Pero el apoteosis llegó tras una hora y 10 minutos con Irresponsables, la más coreada de su setlist, aunque muchos ya se habían movido a otro escenario

En ese mismo escenario, aunque con horas de antelación, los Hombres G demostraron su vigencia y poderío para mantenerse en el corazón de generación tras generación desde hace más de 40 años.

Bastaron 13 canciones, todas forjadas en sus años mozos, donde la diversión era lo único imperante.

David, Rafa, Dany y Javi saltaron en punto de las 18:15 horas para sacudir la nostalgia de su fanaticada, los de su rodada, con panza y canas, como ellos, en la parte trasera del lugar; los más jóvenes intentando acercarse más al escenario.

Voy a pasármelo bien encabezó el set, sentando  las bases de lo que serían los próximos 50 minutos. David, el vocalista, portaba una playera que detrás decía Sufre mamón y tenía las banderas de España y México, sus dos casas.

El ataque de las chicas cocodrilo, Si no te tengo a ti, Sólo un par de palabras pusieron a cantar a las miles de voces en el sitio, entre abrazos y besos de quienes iban acompañados.

Te quiero fue de los momentos más emotivos, mientras que Indiana puso a bailar a los presentes. Pero Marta tiene un marcapasos desató la euforia, incluso de Rafa, quien se alocó con su guitarra, tocándola hasta por encima de la cabeza y por la espalda.

Un cielo rojo se sumó a la magia del momento para enmarcar el escenario, mientras sonaba la melodiosa Temblando, donde David pidió a todos encender la luz del celular.

Su himno Devuélveme a mi chica cerró una presentación que dejó satisfechos, pero con ganas de más.

 

Texto y foto: Agencia Reforma