6 septiembre,2018 5:29 am

Djokovic baja a Millman de la nube y Nishikori se venga de Cilic

Y en femenil, la española Carla Suárez volvió a quedarse con una espina clavada al no poder arribar a su primera semifinal de Grand Slam. Pierde con Madison Keys.

Texto: EFE / DPA / Foto: EFE
Nueva York, 6 de septiembre de 2018. Nueva jornada de contrastes en el cuadro masculino del Abierto de Tenis de Estados Unidos se vivió este miércoles, con el serbio Novak Djokovic, sexto cabeza de serie, y el japonés Kei Nishikori (21) como protagonistas de los triunfos en los cuartos de final, que les permitió cerrar el cuadro de semifinalistas.
El duelo entre Djokovic, que disputará por undécima vez las semifinales del Abierto de EU, y Nishikori será el decimoquinto, con ventaja de 14-2 para el tenista serbio, ex número uno del mundo.
Djokovic, a medio gas, superó por 6-3, 6-4 y 6-4, en apenas dos horas y 48 minutos al voluntarioso australiano John Millman, número 55 del mundo, cuyo gran éxito como profesional fue alcanzar los cuartos de final tras ganar al legendario Roger Federer, segundo cabeza de serie y pentacampeón del Abierto de Estados Unidos.
Pero frente a Djokovic, al que enfrentaba por segunda vez como profesional este mismo año, simplemente confirmó que no tiene recursos para superar al que fuera número uno del mundo, quien sin estar inspirado hizo todo mejor que su rival.
Incluso cuando a pie de pista, nada más concluir el partido, pidió a los aficionados presentes en las gradas de la pista central Arthur Ashe, que dedicasen al tenista australiano, de 29 años, una ovación por la que Djokovic definió como su “obstinación” de luchar todas las pelotas.
Djokovic, que alcanzó por undécima vez las semifinales del Abierto de Estados Unidos, que ganó en 2011 y 2015, volvió a sufrir los efectos del calor y la humedad, pero también el tener un rival que nunca se rindió aunque siempre fue muy inferior.
“Todo el crédito a John Millman”, declaró Djokovic nada más concluir el partido. “Es un gran luchador y se merece una ronda de aplausos, definitivamente”.
Ninguno de los dos tenistas pudo ofrecer el gran espectáculo de tenis que la noche anterior habían ofrecido en el mismo escenario el español Rafael Nadal, número uno del mundo, y el austríaco Dominic Thiem, noveno, en una revancha de la pasada final de Roland Garros.
El duelo maratoniano de Nadal contra Thiem dejó drama, suspense y el mejor tenis que se ha visto en lo que va de torneo, por lo que haber tenido a un solo ganador al final resultó algo “injusto”, por lo que ambos entregaron en el campo.
Antes el argentino Juan Martín del Potro, tercer favorito, también había demostrado su espíritu de lucha, clase y pundonor para al final superar al “rey” de los aces, el estadounidense John Isner.
Algo parecido pudo verse en el duelo entre Nishikori, que disfrutó su venganza deportiva cuatro años después al vencer por 2-6, 6-4, 7-6 (5), 4-6 y 6-4 al croata Marin Cilic, séptimo favorito, y logró el pase a las semifinales.
Nishikori tuvo que esperar cuatro años a vengarse de la derrota que sufrió en la final del 2014 ante Cilic, y que le impidió lograr su primer título de Grand Slam.
Esta vez, en otro dramático partido de cinco sets y más de cuatro horas (4:07) de acción en la pista central que se da en lo que va de torneo, Nishikori, de 28 años, y decimoctavo del mundo, acabo siendo mejor que el excampeón, pese a que comenzó el partido perdiendo la primera manga.
La derrota por 6-3, 6-3 y 6-3 de 2014 quedó ya atrás definitivamente para Nishikori, que ahora tendrá de nuevo la oportunidad de seguir en la lucha por el título de campeón en el último torneo de Grand Slam de la temporada.
El partido frente a Cilic fue el decimoquinto que han disputado en el circuito, con ventaja de 9-6 para Nishikori, quien logró 28 golpes ganadores y 45 errores no forzados por 57 y 70, respectivamente, de Cilic, que metió 19 ‘aces’ y cometió siete dobles faltas.
Nishikori ya conoce a su rival, y si Cilic fue un rival “muy difícil” de batir como el mismo declaró tras el partido, el duelo ante Djokovic será otro reto aún más difícil y más si piensa demasiado en los resultados de los 16 enfrentamientos anteriores.
(En la imagen: El tenista serbio Novak Djokovic, este miércoles 5 de septiembre de 2018)

La española Suárez cae con Keys y vuelve
a quedarse sin semifinales de Grand Slam

(Madison Keys. Foto: Twitter @usopen)

Carla Suárez volvió a quedarse con una espina clavada al no poder arribar a su primera semifinal de Grand Slam por la derrota que sufrió este miércoles con la estadunidense Madison Keys en el duelo de los cuartos de final del Abierto de tenis de Estados Unidos.
Suárez, número 24 del mundo, se vio superada por Keys, que necesitó una hora y 23 minutos para imponerse por 6-4 y 6-3 y asegurarse así su quinta semifinal de Grand Slam. Su rival en el cruce de mañana será la japonesa Naomi Osaka, que más temprano se impuso por 6-1 y 6-1 a la ucraniana Lesia Tsurenko.
Después de seis oportunidades sin poder concretarlo -tres en Australia, dos en Roland Garros y la restante en Nueva York-, Suárez aspiraba vencer a Keys para conseguir el ansiado arribo a las semifinales de un grande.
“Ya no me gusta la sensación de estar en cuartos o perder en cuartos y decir que fue una buena semana. Al final me van a decir Carla Suárez, la de los cuartos de final, y no quiero que se me recuerde así. Me gustaría pasar esa barrera”, se lamentó la española.
Sin embargo, este miércoles chocó contra el nivel de acierto de la décimo cuarta favorita, a quien nunca pudo vencer en cuatro enfrentamientos y a quien no le tembló el pulso para imponer su potencia y quedarse con la victoria, en una pista Arthur Ashe más ruidosa que de costumbre, lo que no es poco decir.
Tanto que la española de 30 años se quejó frente al árbitro por el murmullo que no cesaba en ningún momento.
“Se sentía muchísimo. Me quejé dos o tres veces, pero me podía haber quejado mil o en todos los puntos que jugué”, expresó la española. “Y no es por la derrota, porque aquí he perdido 6-0 y 6-0, pero no pude disfrutar nada de la noche de hoy. Fue igual desde el minuto uno hasta el último”, protestó la canaria.
(Carla Suárez. Foto: Twitter @usopen)

 
El desarrollo del partido se dio como se lo podía prever, con la finalista del año pasado mostrando su agresividad incluso desde el servicio y con Suárez en actitud defensiva, con la intención de obligar a su rival a que arriesgara para conseguir sus tiros ganadores.
Con la premisa de la española de no dar por perdida ninguna bola, la clave del partido pasaba por la capacidad de acierto de Keys. Cuando la estadounidense se mostraba precisa, terminaba ganando sus puntos con un “winner” o con un golpe casi incontestable.
En cambio, en cuanto asumía riesgos de más o fallaba en la ejecución, los tantos caían del lado de la española.
Por eso, mientras la norteamericana sostuvo un nivel parecido de aciertos y errores, el marcador se mantuvo parejo y las dos contaron con bolas para quebrar.
Pero bastó que Keys afinara un poco la puntería para que sucedieran dos cuestiones: el partido levantó su nivel porque la calidad de ejecución de ambas era muy alto y, sobre todo, empezaron a sucederse las oportunidades para la tenista local.
“Creo que la clave estuvo con mi servicio y su devolución. Realmente no saqué bien esta noche y ella me dejaba en una situación de presión todo el tiempo con su devolución porque no tuve un gran primer servicio”, analizó Suárez.
Con su amor propio, Suárez pudo evitar la inevitable rotura en tres ocasiones, pero en el segundo set point que dispuso, Keys machacó con un revés paralelo imposible que le dio la primera gran ventaja.
A esa altura, el partido ya era otro. Keys mandaba y la trigésima favorita aguantaba como podía. Por eso no extrañó que la estadounidense quebrara en el sexto juego para empezar a sentenciar el match.
La estadunidense de 23 años mantuvo su servicio para quedar 5-3 y sacar para partido. Más allá de una duda en su primer match point, con una doble falta, una bola ancha de Suárez definió el partido y dejó a la canaria otra vez con el gusto amargo por no poder llegar a un semifinal en un grande.
“Perder en rondas anteriores es mucho peor que perder en cuartos, pero tengo una espina clavada que duele”, se sinceró Suárez.
Como en 2013, cuando cayó 6-0 y 6-0 con Serena Williams, el camino de Suárez en el Corona Park culminó en los cuartos de final.