19 diciembre,2017 6:20 am

Doña Rosa, una de las impulsoras de la elaboración de piñatas en la Progreso

Con 35 años en esta actividad, la madre soltera, de 65 años, espera vender unas 600 para las posadas de este mes

Acapulco, Guerrero. Después de 35 años elaborando piñatas de forma artesanal, la señora Rosa Vázquez Morales, de 65 años de edad, las adorna tan rápido y fácil como envolver tortillas.

Ella es una de las impulsoras de la elaboración de piñatas en la calle Michoacán, de la colonia Progreso, pero cuenta que fue su hija la que le enseñó ese arte, quien lo aprendió trabajando en el Mercado Central.

La mujer, de manos mallugadas por el tiempo y el trabajo, espera vender 600 piñatas tradicionales de cinco picos para las posadas de este mes, y otras de figuras como princesas, superhéroes y El Chavo del Ocho.

Mientras termina de forrar los picos de una de las 10 piñatas que elabora junto a otras dos mujeres a quienes da trabajo, Doña Rosa recordó que en diciembre de 1983 inició con su pequeño negocio, llamado La Rosa de Saro.

Madre soltera de tres hijos, Doña Rosa laboraba en una tienda de flores, pero luego de que una de sus hijas la convenció echó su imaginación a andar y 35 años después la calle Michoacán también es conocida como la calle de las piñatas.

Orgullosa, presume que la actividad pasó de generación en generación y ahora sus bisnietos aprenden la elaboración de piñatas.

Para ella y su familia diciembre es una de las mejores fechas para las ventas, pues según el tamaño las piñatas va de los 50 pesos hasta los 200, que miden de cono a cono 2 metros y medio, y las más elaborados y grandes en 600 pesos.

Con una sonrisa, dice que ni por encargo acepta hacer figuras de políticos porque tiene respeto por ellos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, son las figuras más solicitadas.

La elaboración de cada piñata de cinco picos, que son las más tradicionales en esta temporada, le lleva a Doña Rosa un día y medio y su costo en promedio es de 150 pesos, apenas 30 pesos más de lo invertido en cada una, “y ya con varias vendidas vamos ganando un poco, pero aún con ese precio la gente pide rebajas”.

La actividad que la señora impulsó en la calle Michoacán contagió a sus vecinos, que cada diciembre también elaboran piñatas, “pero las más bonitas son las de aquí”, afirma Doña Rosa.

En las cercanías, en la calle Durango y en el parque de la Progreso, también se puede ver a decenas de familias que durante estas épocas colocan sus puestos de elaboración y venta de piñatas.

Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: Carlos Alberto Carbajal