20 abril,2024 9:56 am

El arma más poderosa del EZLN fue el discurso, se destaca en conferencia con Juan Villoro

En la inauguración de la Fiesta del Libro y la Rosa, el encuentro entre editoriales y lectores organizado por la UNAM, el escritor resalta que el discurso guerrillero “transformó la manera convencional en que la política mexicana se expresaba, para abrir la puerta a expresiones contundentes e irónicas”

Ciudad de México, 20 de abril de 2024. El escritor Juan Villoro contrastó la inclusión que buscan en México los pueblos indígenas, con los discursos que apuestan por discursos binarios y reclaman “adhesión ciega” al aliado.

“Los que menos tienen imaginan un México incluyente en sus propias lenguas y en la que les fue impuesta”, expuso ayer durante la conferencia inaugural de la Fiesta del Libro y la Rosa, en el Centro Cultural Universitario, titulada Conquista y contraconquista: los recursos del idioma.

Esta fiesta conmemora los 30 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), así como a las lenguas, los lenguajes y las escrituras.

El arma más poderosa del EZLN fue el discurso, destacó la también escritora Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM –instancia que organiza el encuentro– durante la presentación de Villoro.

“Fue un discurso que transformó la manera convencional en que la política mexicana se expresaba, para abrir la puerta a expresiones contundentes e irónicas, como: ‘Para nosotros nada’, ‘Despierten, dormilones’ o ‘Ayúdennos a desaparecer, a no ser posibles’. Bien señaló en su momento Octavio Paz que el triunfo de (el subcomandante) Marcos fue un triunfo del lenguaje’”.

El zapatismo, dijo Villoro al respecto, transformó el anquilosado lenguaje político con un rico acervo cultural.

“Sus influencias van de las leyendas y las cosmogonías prehispánicas a la literatura del realismo mágico, pasando por las asignaturas pendientes de la Revolución Mexicana, la teología de la liberación, las novelas de Caballería, el teatro del Siglo de Oro, la contracultura y los cómics.

“Además, sus torrenciales mensajes llevaron a la arena política un recurso inédito: el sentido del humor. Para liberarse de la opresión, los zapatistas rompieron antes que nada las amarras del lenguaje”.

Aunque el zapatismo ha propuesto una integración en la diferencia y un mundo en el que quepan muchos mundos, los partidos políticos han respondido con desdén y no han convertido en ley los acuerdos de San Andrés, destinados a garantizar las autonomías indígenas. Fueron firmados por los zapatistas con el gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo, en 1996.

“Ante la imposibilidad de cambiar el país en su conjunto, los zapatistas se han refugiado en sus territorios, donde se dedican al heroísmo de la vida diaria, mejorando sus condiciones de salud y educación y combatiendo toda forma de discriminación.

“El pasado primero de enero celebraron su 30 aniversario en El Caracol Dolores Hidalgo. Chiapas se ha convertido en botín del crimen organizado, el que se aprovecha de los migrantes y de la población local, y en botín de los políticos corruptos y las bandas paramilitares. En ese horizonte de devastación, los zapatistas diseñan otro mundo posible.

“A partir de 1994, los indígenas dejaron de ser vistos como fantasmas de otro tiempo y se incorporaron, así sea en forma simbólica y extemporánea, a la agenda de la modernidad. En los cruces de tiempo de nuestra historia, su principal conquista o contraconquista ha sido la de reclamar su derecho al presente”, dijo Villoro.

Texto: Yanireth Israde / Agencia Reforma