Ciudad de México, 23 de julio de 2024. En el céntrico parque de Villa Borghese, la voluptuosa Mujer tumbada de Fernando Botero contempla los tejados de Roma en dirección a la Basílica de San Pedro desde el mirador de Pincio.
Se trata de una de las esculturas del fallecido creador colombiano que han sido desplegadas en las calles de la capital italiana en una muestra al aire libre impulsada por Lina Botero, hija del artista.
Calles y plazas de Roma han devenido en museo para exponer las famosas y voluminosas esculturas de Botero.
La exhibición se organizó como un tributo al artista, quien falleció el 15 de septiembre de 2023, a los 91 años, en Mónaco, donde tenía un estudio. Botero también vivió muchos años en la localidad italiana de Pietrasanta, en la Toscana, lugar donde fueron depositadas sus cenizas junto a las de su tercera esposa, la artista Sophia Vari.
“Estoy segura de que mi padre estaría muy emocionado porque Italia fue siempre como una segunda patria para él”, afirmó Lina Botero a la televisora italiana TV2000.
Las obras exhibidas fueron creadas por el artista durante su estancia en el país. Su afecto por Italia se debía en parte a su afinidad artística con los maestros del Renacimiento.
Aunque sus imponentes esculturas de bronce están en parques y avenidas de muchas capitales europeas y latinoamericanas, esta es la primera vez que se pueden ver a esta escala en Roma.
Los amantes del arte pueden seguir el “itinerario Botero” partiendo de Villa Borghese para admirar Mujer tumbada; luego pasar a la Plaza del Popolo, donde las esculturas Adán y Eva se encuentran frente a frente. Caballo con brida está en la calle de compras por excelencia de la capital, la Vía del Corso, y el paseo termina cerca de la Plaza de España con Mujer sentada.
“Se nota desde lejos que son Boteros”, dijo Sara Belloni, una residente que se detuvo para tomar una fotografía de Adán y Eva desde abajo. “La estética es completamente opuesta a lo que se ve normalmente. Donde lo delgado es bello, él hace exactamente lo contrario”.
Lorenzo Zichichi, representante de uno de los coorganizadores de la muestra, apuntó que sería un error calificar las esculturas como gordas.
“Botero siempre dijo que nunca pintó a una mujer gorda y que nunca esculpió a una mujer gorda”, apuntó Zichichi, presidente de la editorial Il Cigno, que presenta la exposición junto a la Fundación Fernando Botero y a BAM Eventi d’arte. “Lo que le fascinaba era el volumen”.
La exposición permanecerá en las calles de Roma hasta el 1 de octubre.
Texto: Agencia Reforma / Foto: Archivo-DPA
