13 marzo,2024 4:41 am

El ascenso de la extrema derecha en Portugal

 

 

Gaspard Estrada

 

 

El pasado domingo, los portugueses fueron a las urnas para elegir a sus congresistas, y a su vez, a su nuevo primer ministro. Se trataba de una elección anticipada, tras la renunciandel actual primer ministro socialista, Antonio Costa, en el cargo desde 2015, a raíz de una serie de escándalos que estallaron a lo largo de 2023. Costa mantuvo que era inocente. Pero consideró que su dignidad había sido dañada y que no podía seguir siendo primer ministro.

Las urnas dejaron un recado claro: la fragmentación política llegó a Portugal de la mano con el ascenso de la extrema derecha. En efecto, desde hace varios años, buena parte de los portugueses expresan su desconfianza hacia la clase política, a la que a veces consideran corrupta o desinteresada por sus problemas cotidianos. André Ventura, el líder del partido de extrema derecha Chega, jugó mucho con esta idea de que “todo el mundo está podrido”. Su eslogan era “limpiar Portugal”, y al respecto respondía a percepciones bastante arraigadas en este país. Por otra parte, a pesar de los buenos resultados macroeconómicos del gobierno de centro izquierda de Antonio Costa, muchos portugueses sienten que no se han beneficiado de este crecimiento. El precio de los alquileres ha aumentado considerablemente. También lo han hecho los precios de la vivienda, y muchas familias temen perderla. Los medios de comunicación portugueses, como en otros países, han hablado mucho de inseguridad y de inmigración. André Ventura, y los dirigentes de su partido aprovechan esta cobertura noticiosa a su favor.

Paradójicamente, la aparición de la extrema derecha en el gran juego político coincide con el aniversario 50 del 25 de abril de 1974 y de la Revolución de los Claveles, que puso fin a 48 años de dictadura militar. Resulta un tanto irónico o amargo ver a casi 50 diputados de extrema derecha ocupar sus escaños en el Parlamento justo cuando se conmemora este aniversario. Una parte del electorado puede tener nostalgia de la dictadura, pero sigue siendo relativamente pequeña (no hay que perder de vista que una parte importante de los votantes de Chega nacieron mucho después del 25 de abril de 1974). No se trata de personas que vivieran la dictadura y tuvieran nostalgia de ella, aunque a veces se pueda traer a colación la figura de Salazar porque tenía fama de incorruptible y no se enriqueció durante sus cuatro décadas en el poder.

En este sentido, el principal factor explicativo del voto a favor de la extrema derecha y de Chega se debe a un voto de protesta contra las élites socialistas (PS) y de centro-derecha (PSD) que han gobernado durante varias décadas. Si bien durante mucho tiempo, el recuerdo del salazarismo, de las guerras coloniales, la pobreza y la represión estuvieron muy presentes y prácticamente eliminaron el margen de maniobra de la extrema derecha en Portugal, ahora parece que éste se ha diluido. Los más jóvenes no conocen este periodo. El contexto internacional en el que se encuentra Portugal también influye en esta percepción. En toda Europa, la extrema derecha está obteniendo buenos resultados, al igual que en Brasil, Estados Unidos y otros lugares. Hasta ahora, Portugal tendía a ser la excepción. En cierto modo, estas elecciones muestran una cierta normalización, con una extrema derecha significativa.

¿Esto quiere decir que el escenario de una coalición entre extrema derecha y centro derecha es posible en Portugal, como es el caso actualmente en Italia o en otros países europeos? Hasta ahora, Luis Montenegro, líder del PSD, de centro derecha, ha dicho que no durante la campaña electoral. De manera que tendrá un gobierno en minoría: sólo puede apoyarse en Iniciativa Liberal, un pequeño partido que tampoco obtuvo muy buenos resultados (5 por ciento de los votos y ocho escaños). El Partido Socialista ha dicho que no impedirá la formación de un gobierno por parte del PSD si sale vencedor. Pero, ¿será viable este gobierno? ¿Será capaz de aprobar el presupuesto y las leyes cuando está lejos de la mayoría? De cierta manera, Portugal se encuentra ahora en una situación similar a la que vivió su vecino español hace unos años, con unas elecciones que hacen que la situación política sea mucho menos clara y mucho menos gobernable. Si se forma un gobierno de derechas, probablemente no pueda funcionar. Obligando a que se convoquen nuevas elecciones en un futuro próximo.

 

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

 

Twitter: @Gaspard_Estrada