Salvador Rangel precisa que el encuentro fue el viernes
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Texto: Jacob Morales Antonio / Luis Daniel Nava
Foto: Jessica Torres Barrera
Chilpancingo / Chilapa, Guerrero. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza dio nueva información de su encuentro con el jefe de un grupo del crimen organizado y dijo que éste prometió que su organización no matará candidatos.
Y reiteró que también solicitó que los aspirantes a cargos de elección popular no compren el voto, y que cumplan las promesas que hagan en campaña.
En declaraciones luego de oficiar una misa en el estacionamiento del mercado municipal, Baltazar R. Leyva Mancilla, de Chilpancingo, el obispo precisó que la reunión con el capo de la delincuencia fue el viernes, para agradecerle la reconexión de los servicios de agua y luz en la comunidad de Pueblo Viejo, Tlacotepec, que durante un mes y medio fueron suspendidos.
Rangel Mendoza indicó que en ese encuentro fue cuando aprovechó para solicitarle al capo que no maten a más candidatos, y el capo le prometió que evitarían hacerlo, “que iban a dejar una elección libre. Que eligiera el pueblo. Que ellos no se iban a meter, pero bajo dos condicionantes: que no repartan dinero los candidatos para comprar el voto, y que éste sea utilizado para hacer obras”.
Que los candidatos cumplan lo que prometan en campaña, porque “a veces van y prometen cosas y llegan al poder, y se olvidan de la gente, y eso es lo que molesta a la gente”.
Incluso el prelado reveló que el capo le mencionó el nombre de un político que “compró el voto, y cuando –la gente– le fue pedir ayuda, ese político respondió, ya te pague el voto cuando te di el dinero”. Abundó que los delincuentes quieren evitar que se compre el voto, “que sea un voto libre, razonado y secreto”.
Además, el líder delincuencia le dijo al igual que otros que “somos narcotraficantes, pero no sicarios, es lo que me dicen ellos”, y confió en que los delincuentes cumplan, “espero que sí lo hagan, hicieron un compromiso ante mí, ante Dios y la sociedad, espero que lo respeten”.
Por el encuentro, dijo que ninguna autoridad del gobierno le ha marcado. “Yo soy un personaje público. Soy el obispo. Soy el pastor, y yo tengo el derecho de hablar con quien sea, la Constitución no me restringe con quién debo de hablar y con quién no. Yo pienso que estamos en un país libre, se supone que democrático, yo soy de esa línea de que debemos de escuchar todas las voces y todas las opiniones, aunque sean contrarias”.
Del encuentro para la reconexión de los servicio, expresó lo siguiente al capo: “Habrá enemigos de ustedes en ese lugar, pero también hay ancianos, hay niños, hay embarazadas, y yo creo que todos ellos lo necesitan. Yo les pedí de favor, y gracias a Dios hablando con las personas de allá arriba –en referencia a los pobladores– me dijeron que ya habían reinstalado el agua y la luz. A eso fui, a darles las gracias”.
Indicó que ese mismo viernes tenía que estar en la comunidad Pandoloma, San Miguel Totolapan, para ir a confirmar a unos jóvenes; acto que se había postergado desde hace un mes, porque no le habían permitido volar en un helicóptero, luego de que una aeronave se había desplomado en la zona con anterioridad.
El obispo respondió que son los pobladores de las comunidades quienes consiguen el helicóptero para volar a la sierra, “ellos se cooperan, ellos saben cómo. Yo también dijo, no me quieran embarrar de mil maneras, en el narcotráfico. Yo me relaciono con ellos, pero yo, como he dicho, nunca les pido dinero, ni una posición política. Yo ando tratando de ayudar a la gente, yo ando tratando de servir y que pues Guerrero vaya por los caminos de la paz, de la concordia, y evitando crímenes y asesinatos”.
Durante la misa se observó a dos helicópteros fumigadores partir a la zona serrana, y por esto el obispo manifestó su tristeza, porque la gente en las comunidades tiene almacenada la goma de opio, ante la baja venta, y pidió a los militares “si no les llevan un bocado a la boca, que no se lo quiten”.
En la homilía de ayer, el obispo pidió por los comerciantes “buenos y malos”, a los creyentes y no creyentes del mercado, así como por las personas que han sido asesinadas en los alrededores. Además, pidió a unos cien asistentes a no vivir como los muertos, sino como resucitados.
Más tarde, el obispo se trasladó a Chilapa donde ofició la misa de resurrección con la que concluyeron las actividades de la diócesis Chilpancingo-Chilapa de Semana Santa, donde se pidió por la paz y concordia del municipio. En la misa también se hizo una oración por la precandidata del PRD, Antonia Jaimes Moctezuma, a 40 días de su homicidio.
En declaraciones al finalizar la misa, a pregunta el obispo Rangel Mendoza respondió que la historia de la política del PRD, es la de muchos por la falta de resultados de la FGE.
“(Es) la historia de muchos, también la mía, hace dos meses prometieron decirme algo sobre el asesinato de los sacerdotes y hasta ahora no han dicho nada”
“Me da pena como viene un asesinato, viene otro y uno va cubriendo al otro y es una cadena. Los Semefos están a reventar de cuerpos que están almacenados ahí, es otra cosa que no estoy de acuerdo, se le habían dando vialidad e ir desocupando los Semefos”.
“No sé si falta personal para que puedan investigar o son demasiados los muertos en Guerrero, que no dan abasto para poder clarificarlos y es una necesidad sentida de toda la sociedad, sobre todo los que hemos sido ofendidos con seres queridos que nos han asesinado”.
“Que nos den una respuesta, eso lo necesitamos, una clarificación porque yo veo esta cadena: Un crimen tapa otro crimen, y así vamos, pero no se esclarecen bien las cosas. Por lo menos parte de la sociedad no estamos satisfechos con esta actitud de la Fiscalía”, concluyó.
(En la imagen: El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, durante la misa en el estacionamiento del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, de la capital. Foto: Jessica Torres Barrera)
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