25 marzo,2020 5:13 am

El Covid-19 cambia los equilibrios geopolíticos internacionales

Gaspard Estrada

La pandemia del Covid-19 está cimbrando los grandes equilibrios mundiales. En cuestión de semanas, el mundo se paralizó. Después de China, numerosos países han tomado la decisión de restringir la libertad de circulación de sus habitantes, para evitar la propagación el Covid-19. India, con sus 1.3 miles de millones de habitantes, dio el paso el día de ayer. Por otro lado, esta situación inédita ya comienza a tener impactos políticos sustanciales en el juego internacional: es más, para algunos analistas, se trata de un momento clave que entrará en la historia de las relaciones internacionales. Después de la caída del muro de Berlín, y posteriormente, de la Unión Soviética, en 1991, Estados Unidos se afirmó como la principal potencia a nivel mundial. Durante diez años, muchos pensaron, siguiendo la teoría del académico Samuel Huntington, que había llegado “el fin de la historia”. Sin embargo, el 11 de septiembre de 2001 dejó claro que la historia seguiría su camino. Y ahora, parece que el equilibrio geopolítico mundial comienza a girar no en torno a Washington, sino a Pekín.

En efecto, la crisis sanitaria y económica que sacude al planeta no tiene precedente en la historia. Y, por primera vez en décadas, el mundo no espera la ayuda de Estados Unidos para salir adelante. Por lo contrario, las estadísticas muestran que Washington es incapaz de controlar la epidemia en su territorio. Apenas el día de ayer, el gobernador del estado de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, declaró que las estadísticas del crecimiento del Covid-19 en su estado eran “astronómicas”. Nueva York ya tiene más de 25 mil casos de personas infectadas, y el número de personas que padecen el virus está multiplicándose por dos cada tres días. Ante la falta de equipo y de personal para atender la aceleración de la epidemia, es predecible que el número de muertos aumente en los próximos días. De tal suerte que la situación sanitaria de Estados Unidos va a agravarse. Si a esto le sumamos que las cifras de la economía estadunidense van a degradarse considerablemente, queda claro que el liderazgo internacional de Estados Unidos, que de por sí ya ha perdido relevancia en los últimos años, y en particular bajo la presidencia de Donald Trump, se va a deteriorar aún más.

De tal manera que, cuando los países más afectados por el coronavirus, como Italia y España, han pedido ayuda al mundo, esta última ha llegado de China, Rusia o Cuba, y no de Estados Unidos. Pekín, después de haber tenido que tomar medidas muy drásticas para contener la explosión de la epidemia en la ciudad de Wuhan y la provincia de Hubei, intenta ahora aprovechar esta crisis para afirmar su “soft power” frente a Estados Unidos. En esta perspectiva, el gobierno chino ha comenzado a donar grandes cantidades de guantes, máscaras y respiradores artificiales, ya sea a Estados Unidos, Italia y España, entre otros. De esta manera, Pekín intenta construir una narrativa positiva de su reacción ante la pandemia del Covid-19, después de haber sido acusado por las principales potencias de haber ocultado la crisis cuando esta epidemia se encontraba en territorio chino. Frente a esta estrategia, transmitida por los medios de comunicación afines al régimen chino, la respuesta de Donald Trump ha sido directa. El presidente de Estados Unidos ha pasado a catalogar el Covid-19 como el “Virus de Wuhan”, una manera de culpar a China por la pandemia, y de paso respaldar su campaña de reelección. Al día de hoy, esta campaña no ha tenido éxito. En lugar de controlar el virus en casa y apoyar a los países que lo necesitan, Trump continúa cometiendo errores políticos, que disminuirán a mediano y largo plazo la influencia de los Estados Unidos. Desde ese punto de vista, la llegada del Covid-19 a América Latina en los próximos días y semanas será, una vez más, el terreno de esta disputa entre China y Estados Unidos por el control de la agenda internacional.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada