21 marzo,2023 10:00 am

El espionaje del Ejército a defensores busca criminalizarlos, considera Manuel Olivares

El dirigente del FNLP, Hoguer Morales advierte que muchas veces la información de la que hacen acopio los militares se usa para la fabricación de delitos. El analista en materia de seguridad y asuntos de defensa nacional, Enrique Castillo recomienda que el Estado debe “replantear sus misiones” y hacer un análisis de qué es información vital y que es “un vil espionaje”

Chilpancingo, Guerrero, 21 de marzo de 2023. El ex director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), Manuel Olivares Hernández, uno de los defensores espiados por la 35 Zona Militar, de acuerdo a un informe oficial filtrado por el grupo Guacamaya, denunció que se trata de criminalizar y deslegitimar a los defensores.

El dirigente del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos (FNLP), Hoguer Morales Miranda advirtió que muchas veces la información de la que hace acopio el Ejército se usa para la fabricación de delitos, sobre todo, cuando los defensores y dirigentes de organizaciones sociales afectan los intereses del gobierno.

A su vez, el analista en materia de seguridad y asuntos de defensa nacional, Enrique Castillo González opinó que el Estado, “tiene la obligación de hacerse de información vital para el mantenimiento de la paz social y su estatus de Estado”, pero matizó que en el actual que empieza a vivir escenarios democráticos, “los maquiladores de información deben replantear sus misiones”, y hacer un análisis de qué es información vital para el Estado y qué es “un vil espionaje”.

Uno de los defensores espiados, de acuerdo a los documentos confidenciales de la 35 Zona Militar que forman parte de las filtraciones del grupo Guacamaya, es el director del Centro Morelos, Manuel Olivares Hernández.

En su “referencia personal”, que forma parte del documento se lee: Flujo de información de las S-2. Presentación para los comandantes de Pelotón de Información de las unidades operativas adscritas a la 35/a. Zona Militar, de fecha 10 de febrero del 2019, “ha sido el encargado de organizar en la región de la Montaña la propaganda subversiva donde convoca a los actos conmemorativos del Día Nacional del Héroe Guerrillero en México, cada 20 de noviembre”.

Consultado ayer por teléfono, informó que desde 1994 sabía que tenía una ficha en la que el gobierno lo involucraba en actividades subversivas, pero aclaró que, en realidad, actividades como la celebración del Día del Guerrillero eran actividades públicas promovidas por organizaciones democráticas para reivindicar a la gente que dio la vida luchando contra la opresión, como Emiliano Zapata, José María Morelos, Arturo Gámiz, Lucio Cabañas y Genaro Vásquez.

“Esto no es prueba suficiente para decir que se promovía la guerrilla, ni mucho menos”, dijo.

Explicó que lo que pasa es que el Estado mexicano y sus instituciones, incluido el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no toleran la disidencia ideológica y el cuestionamiento a las políticas económicas que aplican, “y obviamente no les gusta que la gente se organice para exigir el cumplimiento de sus derechos”.

Explicó que el problema es que, en su momento, esa estrategia la enfocan “para inhibir la organización y el activismo político social que muchos hemos realizado y que seguimos realizando, así como para amedrentar y espantar a quienes se atreven a luchar”.

Añadió que eso no es nuevo, y se usó en los regímenes anteriores “y hoy no es cierto que las cosas sean diferentes, que tengamos un gobierno que respeta los derechos humanos, que no reprime, que no persigue, es igual que antes”.

Aseguró que hoy “es lo mismo pero más barato, porque en muchos casos son los grupos de narco paramilitares los que se encargan del extermino de opositores al sistema”.

“Este es un gobierno que está retomando las viejas prácticas, y nos indica que la esencia de los gobernantes, sean del partido que sean, siempre va a ser en ese sentido: no permitir la lucha del pueblo, criminalizar, deslegitimar, incluso a través de la calumnia y la difamación tratan de desarticular a los diferentes movimientos sociales, llámense organizaciones sociales, u organismos civiles de derechos humanos”, indicó.

Añadió que la esencia del Estado y del presidente de la República sigue siendo la misma, “la del  sometimiento, del control, la imposición, y el de no permitir voces disidentes”.

Olivares Hernández dijo que tal pareciera que hay temor a la organización del pueblo, que siga acumulando fuerza y en determinado momento hay un resurgimiento social, aunque admitió que actualmente “está muy disperso y limitado” porque el actual gobierno “fue capaz de desmovilizarlo y cooptar a muchos líderes, para garantizar estabilidad y las grandes empresas extractivistas y los megaproyectos se puedan desarrollar sin ninguna oposición”.

Opinó que el hecho de que muchos defensores de derechos humanos y comunicadores estén en situación de desplazamiento forzado interno, sin que haya esperanzas ni garantías de que un día retornen para continuar su labor, “nos muestra claramente cuáles son las intenciones y objetivos de este gobierno, por más que mucha gente esté contenta, finalmente, no es así, no es como debiera de ser”.

Muchas cosas de los informes “son mentiras que el mismo gobierno a través de su inteligencia militar va fabricando”

Consultado por separado, el dirigente del FNLP, Morales Miranda declaró que inteligencia militar siempre ha vigilado a los movimientos sociales, e investigado a los luchadores sociales y a los grupos armados, es decir, a la guerrilla.

“Esa información les sirve para la fabricación de delitos cuando sí les conviene, sobre todo cuando los dirigentes de organizaciones sociales tocan sus intereses, ya sea del propio gobierno en turno o de las transnacionales”, señaló.

Declaró que cuando las organizaciones empiezan a tocar sus intereses, “es cuando ellos (el gobierno) hacen uso de esa información para fabricar delitos para encarcelar a compañeros de manera injusta, todo por buscar una vida más digna”, dijo Morales Miranda quien ha encabezado movilizaciones por la libertad de presos políticos.

Aclaró que esta persecución se da mediante el espionaje a pesar de que como organizaciones sociales “no estamos cometiendo delito, cuidamos las formas de cómo actuar, precisamente para no darle pretextos al gobierno y quiera fincar delitos sin haberlos cometido”.

Según dijo, muchas de las cosas con las que se integran esos informes “son mentiras que el mismo gobierno a través de su inteligencia militar va fabricando, ni siquiera hacen su chamba como debiera de ser. Inventan cosas sin fundamento”.

Añadió que se enfocan principalmente contra quienes defienden el territorio, los bosques, los derechos humanos y buscan una vida mejor para todos, “y eso no es delito, pero ellos lo fabrican así”.

“La militarización de la Cuarta Transformación precisamente ha llevado a tratar de parar todo lo que es la lucha social”.

Añadió que por eso el gobierno federal insiste en que ya no debe de haber intermediarios y organizaciones sociales, “eso es parte del trabajo de inteligencia militar, contrarrestar toda actividad de la lucha social”.

Dijo que el gobierno sigue siendo el mismo, “no importa el color, siguen sirviendo a una élite de ricos y cuida sus intereses, una cosa es el discurso y otra son los hechos”.

Insistió, “aunque digan que no hay represión, la represión sigue, aunque digan que no hay espionaje, el espionaje sigue, aunque digan que las cosas están cambiando, no es cierto, aunque digan que no hay corrupción, sigue habiendo desde abajo hasta arriba. Esto no va a cambiar, a lo mejor su color sea diferente, pero sigue siendo lo mismo”.

Los órganos de captura de información deben ser muy cuidadosos en la depuración de sus datos

Por su parte, Enrique Castillo González, quien ha colaborado en áreas de comunicación social del Ejército, en Seguridad Pública y en la Fiscalía General del Estado (FGE), opinó que el Estado “tiene la obligación de hacerse de información vital para el mantenimiento de la paz social y su estatus de Estado”, pero admitió que en el actual Estado mexicano “que empieza a vivir escenarios democráticos, los maquiladores de información deben replantear su misión”, y hacer un análisis de qué es información vital para el Estado y qué es “un vil espionaje”.

Argumentó que el acopio de información se realiza porque el Ejército mexicano “es la institución que soporta no sólo al gobierno, sino al Estado mismo”.

“Creo que todo Estado tiene la obligación de hacerse de información vital para el mantenimiento de su paz social y de su propio estatus de Estado”, argumentó.

Explicó que el espionaje va encaminado a la búsqueda de mantener el control del Estado mismo.

“La inteligencia genera información, y esa información para que sea realmente inteligencia debe anticipar ciertas situaciones, de no anticipar no es inteligencia”.

Consideró que merece mucha atención “ahora que el Estado mexicano empieza a vivir en escenarios democráticos hacer un verdadero análisis de qué es información vital para el Estado y qué es un vil espionaje”.

Advirtió que los órganos de captura de información deben ser muy cuidadosos en la depuración de sus datos, “porque esos datos pueden funcionar para fines no del Estado”.

Texto: Zacarías Cervantes

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