19 octubre,2018 6:46 am

El movimiento #MeToo desembarca en la India 

Una semana en la que comenzó acusando a uno de sus antiguos redactores de acoso sexual y culminó con un periódico online declarando superheroína de carne y hueso a esta profesional más bien desconocida hasta ese momento.
La periodista india Sandhya Menon lleva una semana muy ajetreada, siete días en los que ha sido entrevistada en la televisión casi sin pausa. Una semana en la que comenzó acusando a uno de sus antiguos redactores de acoso sexual y culminó con un periódico online declarando superheroína de carne y hueso a esta profesional más bien desconocida hasta ese momento.
Últimamente decenas de mujeres han empezado a confiarle sus casos de acoso sexual y a denunciar a los responsables por su nombre. Menon publica en Twitter estas historias, a menudo sin revelar la identidad de las víctimas.
La periodista india Sandhya Menon. Foto: SandhyaMenon, DPA.

Y no es la única: otras compañeras de profesión también recogen y difunden este tipo de acusaciones, entre ellas Rituparna Chatterjee, que proclamó en Twitter el desembarco del movimiento #MeToo en su país: “Este es el momento #MeToo de la India.”
Llegar a este momento ha costado exactamente un año, desde que el 15 de octubre de 2017 la actriz estadunidense Alyssa Milano utilizara por primera vez ese hashtag en las redes sociales, que significa “yo también”.
El país de más de mil 300 millones de habitantes copa tantos titulares con noticias sobre terribles casos de violencia sexual contra mujeres y niños que apenas se hablaba antes sobre la forma en que las mujeres se enfrentan cada día a agresiones, violaciones y discriminaciones.
Pero ahora también se alza la voz contra los hombres acusados de haber utilizado durante años su poder sobre las mujeres en el trabajo o en cualquier otro ámbito para tocarlas o besarlas sin su consentimiento, exigirles insistentemente relaciones sexuales, contar chistes machistas o convertir sus vidas en un infierno si ellas osaban defenderse. Se trata de periodistas de éxito, actores, cómicos, músicos, escritores e incluso un alto cargo del Gobierno.
“Es como si todas hubiéramos estado esperando que alguna pulsara el botón de encendido”, opina Menon. Y eso es lo que hizo finalmente hace dos semanas la actriz Tanushree Dutta. En una entrevista televisiva contó cómo el actor de Bollywood Nana Patekar la acosó durante el rodaje de una película en 2008. Cuando ella trató de marcharse, una multitud rodeó y destrozó el vehículo en el que viajaba, tal y como se ve en un video que circula por internet.
Dutta, que ahora vive en Estados Unidos, puso una queja en el sindicato de actores CINTAA y habló sobre el incidente en varias entrevistas, sin que nada tuviera consecuencias para Petekar. Al contrario: se expandió la fama de Dutta como actriz poco profesional y según ella, cayó en una depresión.
Cuando volvió a aparecer en público por primera vez después de diez años ya se había alcanzado un punto de inflexión, como describe Menon. En otras palabras: las mujeres indias están hartas y han roto su silencio. Una periodista admitió haber presenciado el incidente entre Patekar y Dutta. Estrellas del cine indio como Priyanka Chopra Freida Pinto declararon públicamente su apoyo a Dutta. Entretanto, ya se ha abierto una investigación contra Patekar y las denuncias contra otros hombres se suceden. Y después llegó Menon. Desde entonces todo se ha precipitado.
Menon se asegura de que las cuentas de Twitter desde las que le envían las historias son verdaderas. Y de que las autoras de las noticias estarían dispuestas a declarar ante un Tribunal si fuera necesario. Es muy cuidadosa, ya que no quiere que se difundan afirmaciones falsas que puedan desacreditar al movimiento #MeToo, afirma.
Sobre todo teniendo en cuenta que en la sociedad india todavía imperan opiniones como la que expresó recientemente un diputado parlamentario del partido gobernante: las supuestas víctimas de abusos sexuales tienden trampas a los los hombres para después chantajearlos.
En vista de estas declaraciones y del a menudo ineficaz sistema judicial indio está por ver si los hombres llegarán a pagar alguna vez por los casos de acoso y abuso sexual, independientemente de que a algunos acusados les hayan echado de sus trabajos o de que se hayan disculpado. Sobre todo cuando las víctimas pertenecen a un pequeño círculo social que no puede utilizar los medios como altavoz.
“En estos momentos estamos pensando cómo podemos contar las historias de las mujeres que están más sometidas que nosotras, que somos tan privilegiadas”, dice Menon sobre ella y sus compañeras.
Por lo menos se ha puesto en marcha un debate en la India que no parece que vaya a acallarse pronto. “Creo que la India todavía va a vivir muchos momentos #MeToo”, opina la bloguera Sheena Dabholkar. “Cada industria necesita el suyo.”
Texto: Nick Kaiser, DPA / Foto: DPA.