27 febrero,2024 4:35 am

En 50 años, Fonacot pasó de facilitar muebles a otorgar casi un millón 700 mil créditos

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

 

No es fácil que una institución financiera perdure y sobre todo si su principal responsabilidad consiste en otorgar créditos a trabajadores que no tienen ingresos altos. Esa es la misión del Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), que en mayo llegará a los 50 años de vida, aunque en un inicio era muy distinta, recuerda su coordinador general comercial, Salvador Gazca Herrera.

“La referencia de Fonacot era igual a muebles. La gente adquiría muebles a través de mecanismos como establecimientos, tiendas departamentales, mueblerías, y era una forma de acompañar al trabajador para que adquiriera ese tipo de bienes, refrigeradores, estufas. A esto se enfocó en su momento Fonacot y creo que cumplió ese objetivo, que los trabajadores pudieran acceder a un crédito de esa manera”, comenta el funcionario en entrevista con El Sur.

Con el tiempo la institución creció, evolucionó y su objetivo principal cambió “por identificar la necesidad” de las personas trabajadoras. “Por eso cambió y creo que fue para bien. Ya somos una que ofrece créditos de nómina. Esto implica que el trabajador puede disponer de un crédito de nómina y utilizar este recurso para lo que guste: salud, educación, útiles escolares, colegiaturas, vacaciones, remodelación.

“No nos tiene que decir para qué. Simplemente tiene una necesidad financiera, y se acerca. Con Fonacot recibe hasta cuatro meses de su salario. Creo que son recursos adecuados y oportunos para cubrir las necesidades del y la trabajadora y principalmente para que no caigan en entidades financieras de altos costos, que a veces pagan hasta dos o tres veces lo que llegaron a pedir”.

 

El mejor crédito, además verificable

–Pese a ser tan necesaria la función que desempeña, ésta no se difunde suficientemente, se le menciona. ¿Cómo ha sido el proceso de cambio desde su creación? ¿Tiene viabilidad para el futuro?

–No ha sido fácil cambiar la idea “de muebles” –reconoce–. Nos ha costado trabajo que la gente conozca al Fonacot, pero ahí vamos; y en parte gracias al apoyo de medios que nos ayudan a que más conozcan cómo funciona, para qué es, sí tenemos viabilidad hacia adelante.

Primero, puntualiza, “esta evolución de dar crédito fue muy importante, pero no bastaba con dar crédito, sino que era mucho más importante dar el mejor crédito y creo que en esta administración se ha alcanzado este objetivo, que tengamos los créditos más baratos del mercado”.

–¿Cómo confirmar esto?

Lo pueden verificar en Condusef (la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros). Hay un simulador y ahí pueden verificar que Fonacot tiene los productos más baratos, porque además tenemos un enfoque de género. Tenemos Crédito Mujer Efectivo y Crédito Efectivo como los dos instrumentos crediticios de nómina más baratos en el mercado. No hay otra institución crediticia que se acerque a Fonacot.

En esta administración, continúa, “hemos hecho una reducción de costos importantes que nos permitió, bajo esta reducción, posicionarnos en ese rubro, y el que podamos apoyar a los trabajadores y que más gente conozca Fonacot es muy importante”.

–Un crédito siempre será útil en una emergencia.

–No es que queramos que todo el mundo nos pida crédito mañana, pero sí que cuando la gente tenga la necesidad de un crédito y sea un trabajador formal, piensa que está Fonacot. Y no es que queramos que todo el mundo se endeude. Al contrario, creemos que aquellos que tienen necesidad de endeudamiento, lo cubran bajo un mecanismo eficaz y que no afecte a su economía, porque, insisto, ir a otras soluciones crediticias de inicio les va a costar más. Y si hablamos de las no formales, todavía es peor. Aquellos negocios que llegan a cobrarle hasta tres veces lo que el trabajador pidió y bajo mecanismos de presión. Creo que no es lo correcto”.

 

Dejó de ser opcional afiliarse a Fonacot

En cinco décadas, Fonacot se ha enfrentado a diversos obstáculos. Uno de ellos fue que otorgar créditos a través de terceros implicaba “una complejidad operativa muy, muy fuerte, ya que las empresas, los negocios, eran los mecanismos con los que se otorgaba el crédito”, recuerda Gazca Herrera.

“La afiliación a Fonacot era opcional. No necesariamente todas las empresas podían afiliarse. Creo que los retos y los cambios han sido muy importantes”.

–¿Cuáles han sido esos retos?

–Un tema de reto y de objetivo cumplido fue que se cambió de ser una opción afiliarse, a ser una obligación incluida en la Ley Federal del Trabajo. Se estipuló que la afiliación a Fonacot fuese obligatoria, como lo es afiliarse al IMSS, Infonavit o al SAT. El que ya las empresas tengan una obligación de afiliarse garantiza un derecho al trabajador al menos a un crédito. ¿Qué sucede? Que la banca privada puede dar o no dar crédito. Ellos deciden si lo darán o no. En nuestro caso, una o un trabajador puede acercarse, si cumple los requisitos de afiliación de la empresa y tiene seis meses de antigüedad.

Otro tema “que ayudó mucho en esta administración y que ha ayudado mucho a los trabajadores”, ejemplifica el funcionario, tiene que ver con la desaparición del outsourcing. “El cambio de la ley permitió que muchos trabajadores que en su momento no podían tener acceso con la cuota, ahora lo tengan, porque eran empresas que celebraban un contrato de trabajo a los trabajadores por seis meses, un mes, dos meses.

“No había antigüedad, no había forma de que el trabajador pudiese demostrar una antigüedad en su centro de trabajo o les cambiaban constantemente los centros de trabajo”.

Gazca Herrera añade que en esta esta administración se han hecho otras modificaciones relevantes: “Anteriormente la antigüedad para un trabajador era un año. Lo bajamos a seis meses. Para que un centro de trabajo pudiese ser afiliado a Fonacot tenía que esperar dos años de estar dado de alta en el SAT. Lo bajamos a un año”.

 

Cero comisión de apertura para mujeres

Salvador Gazca Herrera destaca durante la conversación que Fonacot ha logrado “una reducción en términos de costos administrativos”. Se le pregunta a qué se refiere con esto.

“Tal vez no todos sabemos cómo se integra el costo de un crédito. Pero todos hemos visto la publicidad que te dice que la tasa de interés es del 10 por ciento, pero el Costo Anual Total (CAT) es del 50 por ciento. Realmente el crédito al trabajador está costando el 50 por ciento, porque las instituciones crediticias suman la tasa más los costos operacionales, para esos costos trasladarlos a un costo de crédito al trabajador”, explica.

La reducción de costos que ha conseguido Fonacot, “apegados a la ley de austeridad evidentemente, pero también sumados a buscar que esta reducción de costos no afectara la atención”, expone, “nos llevó a trasladar un CAT en el 2018 que era del 43.5 por ciento, a un CAT actualmente del 25.5 por ciento”.

Esto ha significado “disminuir el costo de crédito en 18 puntos porcentuales para los trabajadores, que evidentemente es un cambio brutal en términos de lo que un trabajador puede llegar a pagar mes a mes por su crédito”.

Aparte, continúa, en Fonacot “no incrementamos tasa. Hicimos esfuerzos para que también los costos operacionales disminuyeran, inclusive eliminamos la comisión de apertura para mujeres. No tan sólo no incrementamos, sino disminuimos los costos porque estamos creados para los trabajadores. Nuestro objetivo no es un fin de lucro”.

 

En 2023, más de millón y medio de beneficiarios

–¿Con qué números cerró Fonacot 2023 y cuál es la perspectiva para este año?

El pasado fue el mejor año de colocación de Fonacot. Ha sido el mejor año en su historia en términos de atención a beneficiarios. Dimos un millón 686 mil créditos. Digamos que apoyamos arriba de un millón 500 mil trabajadores, porque hay trabajadores que pueden pedirnos más de un crédito, y tuvimos una derrama crediticia de 42 mil 998 millones de pesos. ¿Eso qué representa en crecimiento, por ejemplo, con respecto al 2022? Respecto al número de créditos crecimos en un 25.6 por ciento, y con respecto a monto, crecimos un 34.9 por ciento respecto al 2022. No hubo otra institución crediticia, para crédito de nómina, que haya crecido tanto como creció Fonacot.

Eso es muy positivo, pondera Gazca Herrera. “Voy a dar dos referencias muy importantes. Una, 70 por ciento de esos créditos son renovaciones. Es de gente que ya entendió cómo funciona Fonacot y que sabe que puede regresar con nosotros y sabe que siempre vamos a estar para apoyar.

“Otro dato relevante, es que 55 por ciento de los créditos son para trabajadores que ganan entre uno y dos salarios mínimos. Sabemos que es un perfil de ingreso, que la banca privada difícilmente le otorga un crédito a un trabajador sin condiciones complejas. En nuestro caso, como somos para los trabajadores, este crecimiento se da a partir de que más gente conoce Fonacot y de que un perfil de gente sabe que estamos para ellos”.

 

Hasta 30 meses para pagar un préstamo

–¿Qué tipo de personas trabajadoras pueden optar para un crédito de Fonacot? ¿Qué ventajas tienen respecto a otros créditos?

–Primero, el tema de la tasa. Somos la mejor opción. Sin embargo, entendemos que (para) los trabajadores, cuando tienen una necesidad, si la tasa es alta o baja, es relativo. Sin embargo, nosotros nos encargamos de que la tasa sea baja para que eso no sea una preocupación del trabajador.

“El segundo término muy importante tiene que ver con que hay dos requisitos para darle crédito al trabajador. Uno es que el centro de trabajo esté afiliado y el segundo es que tenga por lo menos seis meses de antigüedad. No pedimos avales. No pedimos garantías. No pedimos deudores solidarios que empeñen algo. A partir de esa antigüedad se puede calcular el crédito que puede obtener el trabajador. Lo que otorgamos es como máximo hasta cuatro meses de salario, que el trabajador lo puede pagar en seis, 12 18, 24 y 30 meses. Dependiendo de su capacidad crediticia”.

–¿Qué pasa si el centro de trabajo no está afiliado? ¿Los trabajadores podrían acceder a un crédito?

–Eso no es posible y aquí es recalcar la obligatoriedad de la afiliación del centro de trabajo. Se trata de convocar y exhortarlos a que cumplan con su obligación, que está en la Ley Federal del Trabajo, de afiliarse. La afiliación se hace en línea, en el portal de Fonacot, www.fonacot.gob.mx. Hay una liga de micrositio. No tiene costo.

“La o el trabajador saca su cita, determina cuál es su sucursal cercana y la hora. Sólo tiene que presentar cuatro documentos: sus comprobantes de ingreso, de preferencia los últimos cuatro recibos de nómina, identificación oficial, comprobante de domicilio y estado de cuenta a nombre del trabajador.

“Tarda 20 minutos en la sucursal y el depósito se le está haciendo el mismo día o más tardar al siguiente día a las 11 de la mañana. Cuando un trabajador o trabajadora tiene una necesidad es en el momento; no puede esperar ocho días, 10 días”.

–¿Se pueden afiliar empresas grandes y pequeñas?

–Cualquier tamaño de empresa, o sea, de dos trabajadores, de un trabajador, que coticen en el IMSS, eso es importante, pueden y deben afiliarse. Tenemos empresas armadoras de carros, que fabrican chips, pero también la miscelánea, la farmacia. Todos los negocios tienen la obligación de afiliarse a Fonacot y no tenemos trabajadores chicos o grandes. No damos preferencia a empresas grandes ni medianas. Todas las empresas son iguales, porque todas las y los trabajadores tienen el mismo derecho acceder al crédito.