3 mayo,2018 2:03 pm

Entrevista: Adele, “la artista maldita”, cumple 30 años

Texto: DPA/ Foto: EFE

Es una estrella mundial y la cantante más rica de Reino Unido, pero los directivos de la industria musical con frecuencia siguen pasándola por alto en las reuniones de negocios del sector: así se lo contó Adele a la revista musical Rolling Stone, donde se definió como “la artista maldita”.
Su éxito ha sido imparable desde que comenzara su carrera a los 19 años, pero sigue con los pies en la tierra. Este sábado cumple 30 años.
“Soy la artista maldita (…) ¡Maldita sea, no me traten otra vez con arrogancia desde arriba!”, se indignaba la feminista y defensora de los derechos laborales, que este sábado celebrará la fecha con una pequeña fiesta con familia y amigos. Actualmente vive en Los Ángeles.
Adele Adkins creció en el barrio londinense de Tottenham, venido a menos, criada por su madre Penny, que la tuvo cuando sólo era una adolescente. Estudió en la prestigiosa academia de música y actuación BRIT School y creció admirando a las Spice Girls y a Stevie Nicks. Antes de publicar su primer álbum, la joven Adele ya era muy valorada.
En casa escribió “19”, el álbum con el que debutó en 2008, con ritmos predominantemente acústicos y de jazz y que bautizó con su edad de entonces. Después firmó un contrato con el sello discográfico indie XL.
A veces sigue manifestando su nostalgia por aquellos tiempos, echando de menos la despreocupación que sentía cuando escribía sólo para ella misma, sin la presión de la industria musical.
Logró la fama internacional en 2009 con el single Chasing Pavements con el que logró 15 premios Grammy. Le siguió en 2011 su exitoso álbum “21”, con 30 millones de ventas. Pero su voz sufrió y se vio obligada a cancelar conciertos y tuvo que ser operada.
Una enorme conmoción para ella, porque su voz cambió y se hizo más clara y amplia y menos ronca. Sus registros dramáticos de mezzosoprano ganaron en altura.
Volvió a los escenarios en 2012 en la entrega de los Grammy, cuando ya estaba embarazada de su hijo Angelo, que tuvo con su pareja Simon Konecki, un banquero de inversión filántropo. A él le dedicó Water Under the Bridge, en el álbum “25”. Cuando anunció que cantaría Someone Like You en su gira mundial Adele Live 2017, mencionó que se había casado, aunque los rumores ya circulaban desde mucho tiempo antes.
Dos años tardó en escribir su melancólico “25”, cuya primera versión revisó completamente porque le parecía superficial. El compositor Tobias Jesso Jr., con el que trabajó en el estudio, dijo a Rolling Stone: “Por primera vez conocí a alguien que podía cantar en el acto palabras realmente maravillosas”.
Su tema Hello sumó 50 millones de visitas en la plataforma de video YouTube en las primeras 48 horas. Con él volvió a arrasar en los Grammy el año pasado haciéndose con tres premios, entre ellos al Álbum del año, imponiéndose a artistas de la talla de Justin Bieber, Sturgill Simpson, Drake o Beyoncé.
En su discurso de agradecimiento, dedicó el premio a esa icono del pop. “No puedo aceptar este premio”, dijo a la revista Vogue. “Beyoncé es la artista de mi vida y su álbum ‘Lemonade’ es monumental”, añadió.
Otro de sus grandes momentos de éxito fue cuando se alzó con el Oscar por poner junto a Paul Epworth la banda sonora a una cinta de la saga James Bond, Skyfall (2012). Pese a sus éxitos, es celosa de su esfera privada y concede pocas entrevistas.
En su última gira no permitió la presencia de fotógrafos de prensa y ha llegado a demandar con éxito a diarios de masas que querían publicar imágenes de su hijo de cinco años.
¿Odia acaso la fama? Adele lo niega. Pero, le tiene realmente miedo, según confesó a la revista Rolling Stone. Un ejemplo de advertencia: la caída, documentada públicamente, de Amy Winehouse. “Es realmente perjudicial y creo que uno es arrastrado fácilmente”.
Para ella lo ideal sería publicar sus canciones, vivir un tiempo en el foco público y después retirarse durante varios años a disfrutar de su vida privada, hasta que tenga material suficiente para el siguiente álbum.
Y en el caso de que deseara de verdad cambiar de profesión, sus amigos le recomendarían utilizar sus aptitudes como organizadora de bodas. Recientemente casó al cómico Alan Carr y su novio y para poder hacerlo incluso se ordenó como sacerdotisa para la ocasión. Su comentario en Instagram: “Ustedes me conocen. Aprovecho cualquier excusa para ponerme elegante”.