Dejar a los campesinos sin un instrumento que les permita resolver sus conflictos de tierras, “es dejarlos para que ellos los diriman a balazos, ese sería el resultado de la desaparición de los tribunales agrarios”, advierte el litigante Jorge Armando Cerda Wggnes
Chilpancingo, Guerrero, 28 de agosto 2019. La transferencia de la carga de trabajo del Tribunal Unitario Agrario número 51 (TUA 51) de Iguala al de Chilpancingo, y posteriormente el TUA 41 de Acapulco y el TUA 55 de Zihuatanejo, deriva de las medidas de austeridad que ha implementado el Ejecutivo federal y la consecuente reducción de presupuesto destinado a servicios personales, según un acuerdo del Tribunal Superior Agrario (TSA).
Mientras tanto, el asesor jurídico del ejido Carabali de Acapulco y presidente de la Asociación de Propietarios del Fraccionamiento Bahías de Papanoa, Jorge Armando Cerda Wggnes, quien litiga asuntos agrarios, advirtió que dejar a los campesinos en estado de indefensión sin un instrumento que les permita resolver sus conflictos de límites de tierras, de dotaciones de ejido y ampliaciones de ejido “es dejarlos para que ellos los diriman a balazos, ese sería el resultado de la desaparición de los tribunales agrarios”, advirtió.
Personal del TUA de Chilpancingo informó que existe un acuerdo del Tribunal Superior Agrario para que los asuntos que actualmente se atienden en el de Iguala, se atiendan en el de esta capital con el objetivo de ir transfiriendo paulatinamente la carga de trabajo con miras a su desmantelamiento.
Posteriormente continuaría el mismo procedimiento para los de Acapulco y Zihuatanejo.
El personal que pidió no fuera citado como fuente informó que se trata de una política del gobierno federal que se está aplicando en la mayoría de los estados, en algunos de ellos, incluso, se han desmantelado el tribunal que existía en un estado para que los asuntos se atiendan en otro.
Mencionaron como ejemplo un acuerdo del Tribunal Superior por medio del cual designó al magistrado titular del Tribunal Unitario Agrario distrito 33 con sede en Tlaxcala, como magistrado titular en segunda sede de “adscripción transitoria”, a partir del 1 de julio pasado al distrito 49 con sede en Cuautla, Morelos.
Para los trabajadores la medida no solamente afecta al sector agrario que atiende sus asuntos en el Tribunal de Iguala, sino al personal del TUA de Chilpancingo por la carga de trabajo que se le acumulará.
Los conflictos agrarios que se atienden en los municipios de la región Tierra Caliente y zona Norte tendrán que transferirse al de Chilpancingo.
Uno de los trabajadores explicó que si se confirma que también serán transferidos los asuntos que atienden los de Acapulco y Zihuatanejo, “será un caos el hecho de que solamente hubiera un Tribunal en el estado, significaría una carga económica muy fuerte para los campesinos trasladarse hasta Chilpancingo para poder desahogar las audiencias”.
Explicó que si actualmente los tres tribunales tienen diariamente muchas audiencias, ahora que la atención la haga uno solo provocará que los casos que se programen tardarán meses para que se emitan los acuerdos, “se va a retrasar muchísimo la solución de los asuntos por la carga de trabajo, y la justicia va a dejar de ser expedita y pronta, eso va a traer graves consecuencias, la gente se va a molestar”.
Informó que particularmente los campesinos recurren a los tribunales como una forma de resolver las controversias que tienen en sus pueblos, pero esperando que el Tribunal resuelva pronto, “pero si solamente va a haber un Tribunal eso va a provocar que la gente se desespere y tome la justicia en sus manos”.
Por su parte, el abogado Jorge Armando Cerda Wggnes declaró que los tribunales agrarios no solamente son necesarios, sino que se requiere que su función sea más eficiente.
“El Tribunal Agrario permite dirimir conflictos entre campesinos y ha logrado a través del tiempo muchas resoluciones importantes que han evitado conflictos”, dijo.
Sin embargo, agregó que con la desaparición de algunos tribunales se dejará la solución de algunos conflictos a la Procuraduría Agraria, que es una instancia que, por el contrario, “complica todos los aspectos relacionados con la tenencia de la tierra”.
Advirtió que la desaparición de los tribunales agrarios propiciaría conflictos que no se podrían resolver sin la intervención del TUA, que los campesinos respetan porque les dan una atención seria y profesional.
“El personal de los tribunales agrarios es muy diferente a cualquier otra instancia como la Procuraduría Agraria a la que dejarían la atención de algunos asuntos, a pesar de que hay resoluciones que requieren apegarse a la ley y estas tienen que darse por personas especializadas, por magistrados especializados en derecho agrario”.
Insistió en que sería un “error total”, y que propiciaría caos entre la comunidad campesina, porque, ¿quién va a resolver apegado a derecho un conflicto entre dos comunidades?”.
Agregó que si es por ahorro de recursos no es una buena medida, porque “dejar a los campesinos en estado de indefensión, sin un instrumento que les permita resolver sus conflictos de límites de tierras, de dotaciones de ejido o ampliaciones de ejido, es dejarlos para que ellos los diriman a balazos, esa sería el resultado de la desaparición de los tribunales agrarios”.
“Aquí la austeridad no procede, en Guerrero se necesita orden, apoyo de las instituciones, y no desaparecerlas para que todos quedemos a merced de la Guardia Nacional o de cualquier otro instrumento de presión”, expuso.
Texto: Zacarías Cervantes/Foto: Alejandro Guerrero
