Acapulco, Guerrero, 10 de mayo de 2023. Patricia Retana Aguejote se ha refugiado en su trabajo para no recordar el 10 de mayo, fecha que ella estaría dispuesta a quitar del calendario.
A la mujer de 54 años le secuestraron y desaparecieron a su único hijo, José Ismael Martínez Retana, el 13 de agosto de 2017, frente a una discoteca ubicada en la Costera, tenía 17 años en aquel entonces, pero desde ese día no ha descansado en su búsqueda.
Respecto a los avances de la investigación en la Fiscalía General del Estado, recordó que hay un detenido pero no ha dado información de su hijo.
“Desde el momento que a él lo secuestran y lo desaparecen, yo pongo mi denuncia ante la Fiscalía Antisecuestro, y me di a la tarea de hacer la investigación”, expresó.
Ante su desesperación fue ella quien contactó a los secuestradores de su hijo, e incluso pagó un rescate, y fue cuando ella reconoció a la persona que recogió el dinero, pero a pesar de la operación que se montó por parte de las autoridades, no lo detuvieron.
Fue después que por medio de las redes sociales se percató que la persona que ella vió recoger el dinero era parte de una banda de criminales en Acapulco, y fue así como las autoridades dieron con el sujeto y fue detenido.
Señaló que a pesar de la detención el hombre se ha negado a colaborar y no ha dado un solo dato para dar con el paradero de su hijo, y se ha acogido al beneficio de no declarar.
“Así como estoy yo, hay muchas mamás que a pesar de que tenemos una persona por desaparecer a un familiar, no dicen dónde están, no dicen qué hicieron con ellos, porque la ley tiene el beneficio para esas personas”.
Patricia, quien es doctora, dice que como toda madre espera un detalle y abrazo de su hijo, de quien no sabe nada. Sollozando dice que por muy pequeño que sea el detalle lo dan con mucho cariño, “aunque no te den regalo, con el simple hecho de un abrazo, de que estén contigo, que lo sientas es más que suficiente”.
“Claro que lo extraño, estas fechas para nosotras las mamás, son fechas importantes y a la vez muy dolorosas. No tengo ahora nada que festejar, porque además es hijo único, yo no tengo más hijos, por ende es una fecha que es difícil festejarla”.
Con la voz quebrada, largos silencios, y aguantando el llanto que terminó por explotar, la mujer llamó a las madres y sus hijos a que se abracen, “no importa que no le den nada, con el hecho que estén vivos, que estén con ellos, que convivan con ellos, que aprecien cada segundo, minuto, hora, día que pasen con sus hijos. Lo material no tiene importancia, cuando nosotros ya pasamos por este dolor, no tiene ninguna importancia, lo importante es que estén juntos, que esté la familia unida”.
La mujer comentó que en fechas como las de hoy, o diciembre prefiere refugiarse en su trabajo, “prefiero aislarme, meterme de lleno en mi trabajo o bien alejarme de las festividades, para no pasar por el sentimiento de la tristeza. El hecho de ocuparme en mi trabajo me ayuda como terapia”, así como el acompañamiento de otras madres buscadoras.
Texto: Jacob Morales Antonio
