10 octubre,2018 5:52 pm

Espera EU a AMLO para avanzar en control migratorio

Texto: DPA / Foto: Cuartoscuro- Archivo El Sur

Estados Unidos no avanzará en un programa para ayudar a México a aumentar su capacidad para controlar la migración ilegal hasta no pactarlo con la administración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, confirmó un alto funcionario estadunidense.
Un día antes del inicio de la Segunda Conferencia para la Prosperidad y Seguridad de Centroamérica auspiciada por México y EU, un funcionario del Departamento de Estado confirmó el interés por llegar a un acuerdo de control migratorio con López Obrador.
“No avanzaremos con la implementación hasta que logremos un acuerdo sobre esto con la administración mexicana entrante”, dijo la fuente del Departamento de Estado, que solicitó el anonimato, durante una llamada telefónica con periodistas previo al encuentro.
El funcionario sin embargo evitó confirmar si durante la Conferencia EU abordará con México la posibilidad de un acuerdo de Tercer País Seguro para que los migrantes centroamericanos soliciten asilo primero en México o la posibilidad de dar recursos a México para deportaciones.
“El Departamento continuará trabajando con el Gobierno de México para asegurar que este proyecto complemente nuestros esfuerzos para reforzar la capacidad de México para el control de la migración”, apuntó.
Apenas el martes en el Senado, el Canciller Videgaray negó que exista algún tipo de acuerdo verbal o por escrito con EU para que México acepte un acuerdo de Tercer País Seguro y previamente la SRE ha dicho que México no ha aceptado dinero de EU para incrementar deportaciones.
“Continuamos trabajando con el Gobierno mexicano en los retos comunes que presenta la inmigración ilegal. Y vamos a continuar trabajando con el Congreso y el Gobierno de México en este esfuerzo para proteger nuestro interés de seguridad nacional”, dijo el funcionario.
Es práctica común en el Gobierno estadunidense ofrecer a periodistas conferencias telefónicas con funcionarios de la Administración, aunque estos solicitan no ser citados por nombre.
La semana pasada, miembros del Capitolio expresaron su molestia por la transferencia de 20 millones de dólares de la cuenta del Departamento de Estado a la del Departamento de Seguridad Interna que puedan ser ofrecidos a México para incrementar deportaciones de su territorio.
Con la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, la Conferencia es organizada de forma conjunta por los Secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, y por los Secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Gobernación, Alfonso Navarrete.
A la Conferencia que se realizará en el Departamento de Estado y en el Instituto de EU para la Paz en Washington también acudirán los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, de Honduras, Juan Orlando Hernández, así como el vicepresidente salvadoreño, Oscar Ortiz.
De acuerdo con el Departamento de Estado, el primer día de la Conferencia será dedicado a la agenda de prosperidad en la región mientras que el viernes estará enfocado en la agenda de seguridad con particular interés en la migración ilegal.

La administración de Donald Trump, que ha hecho de la mano dura en inmigración una línea principal de acción de Gobierno, presiona para que El Salvador, Guatemala y Honduras controlen los flujos migratorios que salen de sus fronteras y se dirigen a Estados Unidos a través de México.
“Si no pueden venir legalmente, no vengan”, dijo en junio en Guatemala el vicepresidente Mike Pence tras reunirse con representantes de los países del Triángulo Norte.
Mañana jueves pronunciará un discurso en el arranque de la conferencia, en la que estarán también los secretarios de Estado y Seguridad Nacional, Mike Pompeo y Kirjsten Nielsen.
Al encuentro asisten los presidentes de Honduras y Guatemala, Juan Orlando Hernández y Jimmy Morales, y el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz. Por México, que coorganiza la cita, estarán su canciller, Luis Videgaray, y su secretario de Gobierno, Alfonso Navarrete.
“El Gobierno de Estados Unidos colabora con los Gobiernos del Triángulo Norte para afrontar las condiciones subyacentes que impulsan la inmigración ilegal a Estados Unidos”, sostuvo el Departamento de Estado.
Se trata sobre todo de ayuda financiera para que trabajen en la reducción del crimen y la violencia, ataquen la corrupción y contribuyan a desbaratar la actividades de las organizaciones criminales transnacionales como los cárteles de la droga.
Miles de personas salen cada año del Triángulo Norte, huyendo de la violencia y la pobreza en esos países, acrecentada por desastres naturales como las lluvias recientes o los huracanes y terremotos. Honduras y El Salvador, por ejemplo, están entre los países del mundo con mayor tasa de homicidios y violencia sexual.
Hace ya tiempo que los centroamericanos superan en número a los mexicanos en el cruce ilegal de la frontera en la que Trump quiere levantar su polémico muro para acabar, asegura, con la inmigración ilegal y el narcotráfico.
La mayoría de las familias separadas allí en el marco de la llamada política “tolerancia cero” -con la que el Gobierno de Trump intenta desincentivar la llegada migrantes sin papeles y la cual desató la indignación internacional hace unos meses- procedía de Centroamérica.
También eran centroamericanos la mayoría de quienes en la primavera llegaron a la frontera tras atravesar México en una caravana para solicitar asilo en Estados Unidos.
Trump construyó entonces un nuevo episodio de su cruzada contra la inmigración, instando a México a frenar la caravana y amenazándole con volar por los aires el Nafta si no lo hacía. Después ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en la línea divisoria entre los dos países mientras se construye su muro.
Las deportaciones de inmigrantes sin papeles se han incrementado desde la llegada de Trump a la Casa Blanca y causan problemas en los países centroamericanos. Estas podrían incrementarse aún más en el caso de Honduras y El Salvador, tras la cancelación de la protección migratoria especial conocida como TPS.
El Gobierno estadunidense ha dado un plazo a 195 mil salvadoreños y 57 mil hondureños acogidos a ella para que regularicen su situación por otras vías o dejen el país. De no hacerlo, será objetivo de deportaciones. La semana pasada, no obstante, un juez ordenó paralizar temporalmente la terminación de esa protección.
Según una información de la cadena ABC, Trump quiere entregar 20 millones de dólares a México para repatriar a migrantes, principalmente de Centroamérica. La semana pasada, México indicó en un comunicado que no ha aceptado ninguna oferta de ese tipo.
Altos funcionarios de la administración Trump dijeron hoy, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa telefónica, que el tema no está “directamente” en la agenda del encuentro.