La medida se tomará en paralelo con otras naciones consumidoras de energía como India, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido, con la intención de frenar la escalada de los precios del crudo. El anuncio no tuvo la respuesta esperada ya que el combustible reaccionó con subidas ante el temor a la respuesta de la OPEP
Madrid, España, 24 de noviembre de 2021. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció ayer que el Departamento de Energía liberará 50 millones de barriles de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo del país con el fin de reducir los precios y abordar el desajuste entre la demanda y la oferta en un movimiento coordinado con otros grandes consumidores de crudo como China, India, Japón, Reino Unido y Corea del Sur.
En concreto, 32 millones de barriles serán puestos a disposición durante los próximos meses a través del mecanismo de intercambio, liberando así un volumen de petróleo que eventualmente regresará a la Reserva Estratégica de Petróleo en los próximos años de manera automática, mientras que otros 18 millones de barriles corresponderán a una aceleración en los próximos meses de la venta de petróleo que el Congreso había autorizado previamente.
Según informó la Casa Blanca, la medida se tomará en paralelo con otras naciones consumidoras de energía importantes, como China, India, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido, culminando así semanas de consultas con países de todo el mundo, lo que se tradujo en una caída de los precios de casi el 10 por ciento desde que comenzaron a hacerse públicos los informes al respecto en las últimas semanas.
“El presidente está dispuesto a tomar medidas adicionales, si es necesario, y está dispuesto a utilizar todos sus poderes trabajando en coordinación con el resto del mundo para mantener un suministro adecuado a medida que salimos de la pandemia”, indicó la Casa Blanca, subrayando que el anuncio refleja el compromiso del presidente de hacer todo lo que esté a su alcance para reducir los costes para el pueblo estadunidense y continuar con la sólida recuperación económica.
Asimismo, señala que la Administración sigue comprometida con los ambiciosos objetivos de energía limpia del presidente, como se refleja en la Ley Bipartidista de Infraestructuras firmada la semana pasada y la Ley para Reconstruir Mejor, aprobada por la Cámara, que en conjunto representan la mayor inversión en la lucha contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos y suponen un paso fundamental para alcanzar una economía de emisiones netas cero para 2050 y reducir la dependencia de los combustibles fósiles extranjeros.
Por otro lado, y a pesar del esfuerzo presidencial para abordar los desequilibrios en el suministro de petróleo, la posición de la Casa Blanca también se centra en cómo la consolidación en el sector del petróleo y el gas puede resultar en prácticas anticompetitivas que impiden que los consumidores estadunidenses se beneficien de la caída de los precios del petróleo.
Por su parte, a histórica decisión de Estados Unidos de liberar una parte de sus reservas estratégicas de crudo de manera coordinada con otros grandes consumidores como China, Reino Unido, India, Japón y Corea del Sur para frenar la escalada de los precios del petróleo no tuvo la respuesta esperada en los mercados, donde el precio del barril subía casi un 2 por ciento tras el anuncio de la Casa Blanca ante el temor a la reacción que puedan adoptar los países productores.
De este modo, el precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, que llegaba a cotizar ayer ligeramente por encima de los 78 dólares, alcanzaba después del anuncio de Estados Unidos los 81.25 dólares, con una subida de 1.94 por ciento respecto del cierre del lunes.
De su lado, la cotización del crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, alcanzaba los 77.81 dólares por barril después del anuncio de la Casa Blanca, un 1.38 por ciento más que al cierre del día anterior y más de un 3 por ciento por encima del nivel anterior a confirmarse la liberación de reservas estadunidenses.
Texto: Europa Press