8 julio,2019 12:18 am

Fallece el brasileño João Gilberto, el creador del bossa nova, a los 88 años

Anuncia el deceso Marcelo, hijo del músico, pero no da detalles. Será velado hoy en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Ciudad de México, 8 de julio de 2019. João Gilberto, el hombre que revolucionó la música brasileña con la invención del bossa nova que después fue exportada a todo el mundo y se convirtió en una seña nacional, ha fallecido este sábado a los 88 años, según informó su hijo Marcelo Gilberto en Facebook.
“Mi padre ha fallecido. Intentó mantener la dignidad ante la pérdida de su soberanía. Doy las gracias a mi familia (a mi lado de la familia) por estar ahí junto a él”, escribió en inglés el hijo, que vive en Estados Unidos.
La causa de la muerte del cantante y guitarrista no ha sido divulgada. Gilberto será velado este lunes en el Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Nacido en Juazeiro, estado de Bahía, de joven emigró a Río de Janeiro, donde junto a Tom Jobim y Vinicius de Moraes crearon aquel nuevo estilo de música, una fusión refinada de samba y jazz. Más que el resultado sonoro, bossa nova se convirtió en un estilo, un movimiento, simbolizando a Río de Janeiro desde mediados del siglo XX y con la Chica de Ipanema, regrabada más de 200 veces en todo el mundo como gran icono.
Gilberto concluyó a principios de los 60 el trío de discos con los que el nuevo estilo se presentó al mundo, Chega de saudade (1959), O amor, o sorriso e a flor (1960), y João Gilberto (1961).
El artista llevaba muchos años apartado de los focos, carcomido por las deudas, con problemas familiares. El pasado marzo ganó un pleito por los derechos de autor de sus primeros discos por el que, según una juez, la discográfica Universal Music le debía pagar 40 millones de euros en regalías atrasadas. En los últimos años no recibía a nadie en su casa, excepto a algunos miembros de su familia, no daba entrevistas ni actuaba.
En 2017, su hija, la también cantante Bebel Gilberto, puso en marcha un proceso para inhabilitarlo judicialmente. El motivo era su precaria situación financiera: incluso fue desalojado del apartamento donde vivía en Río de Janeiro.
Caetano Veloso definió en pocas palabras lo que la música de João Gilberto significó para Brasil y para el mundo. Tras recitar estrofas de canciones de otros famosos intérpretes brasileños, proclamó: “Mejor que eso sólo el silencio; mejor que el silencio, solo João”. A diferencia de la samba, que surgió en los guetos y fue llevada a Brasil por los africanos, el bossa nova nació de una clase media blanca en el sur de Río, donde se concentran los barrios con mejor economía.
Con su interpretación de Chega de saudade, compuesta por Jobim y Moraes, dio inicio a una revolución que sacudiría la música. Sin aquel disco, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Chico Buarque y muchos otros no existirían. Gilberto fue siempre un perfeccionista y un sufridor nato: “Mi imagen de João Gilberto es la de un quijote que lucha por afinar un universo inevitablemente desafinado”, afirmó Zuza Man de Mello, cronista musical y amigo personal del cantante.
Comenzó de muy joven a cantar música que escuchaba por la radio en la plaza de su pueblo antes de mudarse a Salvador de Bahía con intención de vivir de su pasión, según relata el diario carioca O Globo.
Más tarde se instalaría en Río de Janeiro como cantante de un grupo llamados Garotos da Lua, que no funcionó. Abandonó la ciudad en busca de nuevos rumbos donde triunfar. Durante seis meses que pasó en casa de una de sus hermanas en Diamantina (Minas Gerais) salió poco a la calle, fue parco en palabras pero pasó las noches probando nuevos ritmos con la guitarra. Ritmos que acabaron siendo revolucionarios.
Tenía 26 años cuando regresó a Río de Janeiro en 1957 para, como afirmó Tom Jobim, influir a “toda una generación de arreglistas, guitarristas, músicos y cantantes”.
Su última actuación fue en 2008 porque en 2011 canceló una más. Se prodigaba tan poco que sus últimos conciertos fueron auténticos acontecimientos en Brasil. Le gustaba actuar solo, de traje y corbata, con solo un taburete y la guitarra que abrazaba con dulzura. La mayoría de los brasileños lo vieron por última vez en un video en 2015, donde aparecía, muy delgado y en pijama, cantando Garota de Ipanema a su nieta acompañado de la guitarra.
Aunque de corta duración, aproximadamente una década, el movimiento dejó un legado valioso para la música brasileña, desde el jazz hasta el rock, que tuvo una gran influencia en la música popular contemporánea. Además de las incontables regrabaciones de sus clásicos en todo el mundo, el bossa nova rompió algunos estereotipos del país de la samba, dando una nueva cara a los ritmos brasileños.
Critican a Bolsonaro por su reacción displicente
El presidente brasileño Jair Bolsonaro fue criticado el domingo por su displicente reacción frente al deceso del ícono cultural brasileño Joao Gilberto.
Apasionados elogios a Gilberto sacudieron las redes sociales y los medios de comunicación en Brasil tras su muerte el sábado a los 88 años. Bolsonaro, por su parte, dijo a la prensa que Gilberto era “una persona conocida. Condolencias a la familia, ¿está bien?”.
En una crítica indirecta a Bolsonaro, Dilma Roussef señaló que “es una vergüenza que este genio nos haya dejado en el preciso momento en que Brasil transcurre por un eclipse institucional, arrastrándonos a todos a una era de vergüenza y oscuridad ante los ojos del resto del mundo”.
La cantante brasileña Leoni tuiteó que Bolsonaro “no tiene ni idea de la importancia de la sofisticación de Joao Gilberto”.
El legislador izquierdista Marcelo Feixo tuiteó: “Hoy perdimos a la verdadera leyenda brasileña”, una alusión irónica al término con el que los simpatizantes de Bolsonaro se refieren a él.
Aunque Gilberto era una figura relativamente apolítica, diversos colegas suyos en el movimiento del bossa nova de la década de 1960 fueron abiertamente hostiles a la dictadura militar que se hizo del poder en 1964, un régimen ensalzado por Bolsonaro.
Texto: Redacción / Foto: Twitter