Muere a horas de presentar una función de su documental Ayotzinapa: Crónica de un crimen de Estado, en el Complejo Cultural Los Pinos. Escribió cintas fundamentales en la cinematografía nacional, como Las Poquianchis, Los motivos de Luz y Rojo amanecer. Su último trabajo, La luz del alba, sobre la resistencia de comunidades de la Sierra de Guerrero y otros estados, está disponible en internet
Ciudad de México, 25 de junio de 2022. Xavier Robles, guionista de famosas películas como Rojo amanecer, Las Poquianchis y director de Ayotzinapa: Crónica de un crimen de Estado, murió a los 73 años por complicaciones tras sufrir un accidente vehicular, a unas horas de presentar una función de dicho filme en el Complejo Cultural Los Pinos.
“Gran narrador de nuestro cine, Xavier Robles escribió películas fundamentales como Las Poquianchis y Los motivos de Luz, de Felipe Cazals, o Rojo amanecer, de Jorge Fons.
“¡Gracias por tus historias tan poderosas, Xavier! Siguen con nosotros, en nuestras pantallas”, se publicó en el perfil de Twitter del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
Robles también escribió guiones como Que viva Tepito (1981), Las noches del Blanquita (1981), El Tres de Copas (1986), La jaula de oro (1987), Cabeza de Vaca (1990), Luces de la noche (1998) y Cementerio de papel (2007).
El escritor poblano nacido en 1949 también cuenta con cerca de 100 libros cinematográficos escritos y apenas en 2018 participó en un homenaje en la Cineteca Nacional por la cinta Los motivos de Luz, guión de su autoría.
“Precisamente esta es la historia que más me gusta. Me gusta porque es una historia bien construida, y escrita por mí, ya que está bien dirigida por Felipe Cazals y yo le tengo mucho cariño a esta película.
“Está basada e inspirada en el famoso caso de aquella mujer que mató a sus cuatro hijos, es una especie del personaje Medea contemporánea”, dijo Robles en esa ocasión.
Resalta su hija el “compromiso social y político” del escritor
En 1983, Xavier Robles recibió de emergencia, una encomienda que se antojaba complicada: escribir una película, en pocos días, que debería desarrollarse casi toda en un solo cuarto que ya estaba montado por otra producción, que finalmente no se rodaría.
El escritor le dio vueltas en su cabeza a varias ideas, acudió a la locación y, en poco tiempo, se comunicó con el realizador Felipe Cazals, con quien había trabajado en Las Poquianchis y lo había invitado ahora, para decirle que ya tenía la solución: cuatro guerrilleros tras el intento de secuestro de un político, rodeados y sólos contra el mundo.
La cinta se llamó Bajo la metralla, con Humberto Zurita, Manuel Ojeda, María Rojo y José Carlos Ruiz, y ganó cuatro premios Ariel al año siguiente, incluyendo Mejor Película.
“Obvio era mi papá, pero fue el mejor guionista contemporáneo del cine mexicano, porque había toda una creación de personajes, de idiosincrasia, de todo estar perfectamente estructurado. Siempre fue congruente con su ideología y su compromiso social y político”, dice Paloma Robles, su hija, en entrevista con el diario El Universal
Durante las últimas semanas había estado realizando una investigación sobre Plutarco Elías Calles, ex presidente de México y el viernes por la tarde estaba anunciado para presentar en Los Pinos el documental Ayotzinapa: Crónica de un crimen de Estado, un relato testimonial y documentado de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, que pone al descubierto la complicidad criminal que hay entre las autoridades policiacas y militares, así como entre la élite política y económica de México.
“Lo que hizo quedará en la memoria de todos, como Rojo amanecer. A él se le ocurrió hacerla, aprovechó un apoyo del Banco de Guiones del STPC (Sindicato de Técnicos) y tuvo desarrollo gracias a la Sogem (Sociedad General de Escritores de México) y ya sabemos el devenir de la película.
“Encontró el modo de darle la vuelta, era un escritor de oficio, conocedor de la censura mexicana, a la que esquivó cuando podía”, considera el cineasta Víctor Ugalde, quien colaboró con él.
Robles cuenta con una filmografía superior a los 30 proyectos, siendo nominado en dos ocasiones al Ariel por Guión: Rojo amanecer, que ganó, y Cementerio de papel, cinta en que abordó el tema de desaparecidos y la existencia de documentos involucrando al gobierno mexicano.
En 2012, por presiones externas, no logró terminar el rodaje de Crímenes y TV, que sería su ópera prima de ficción, pues a la tres semanas de iniciado un inversor se retiró.
El filme tejía las relaciones existentes entre la política, los excesos y las empresas de comunicación y, aunque no se decían nombres, la gente habría identificado de quiénes se trataba.
“Vamos a ver si ahora podemos por otro lado”, dijo en su momento Robles a El Universal, buscando reactivar el proyecto, lo cual nunca se logró.
Su último trabajo fue La luz del alba, en donde retrató cinco comunidades en resistencia, entre ellas Guelatao, Oaxaca; la Sierra de Guerrero y Cuetzalan, Puebla que como no encontró apoyo para su exhibición, se quedó en la plataforma de internet Vimeo, donde está disponible.
“La verdad creo que no fue muy reconocido en la última década de su vida, en general a él y gente como Felipe Cazals, el cine les debe”, subraya su hija Paloma.
“A ver si ahora alguien hace algo, creo lo merece, sino, vamos a intentar nosotros hacerlo”, recalcó.
Texto: Agencia Reforma
