18 septiembre,2024 7:09 am

Falta investigar a autores intelectuales del asesinato de Adela Rivas, advierte la familia

 

Acapulco, Guerrero, a 18 de septiembre de 2024.- En la presentación del libro Adela Rivas Obé: Heroína de la Honestidad, familiares señalaron que falta que se investigue y responsabilice a los autores intelectuales de la desaparición y asesinato de la doctora a casi ocho años de los hechos, y reclamaron que el IMSS no ha informado si investigó o investiga el robo de medicamento que confirmó en su investigación la Fiscalía General del Estado (FGE) como probable móvil del crimen.

Este martes fue presentado el libro en un salón del IIEPA-IMA de la Universidad Autónoma de Guerrero, donde los profesores investigadores Rogelio Ortega Martínez y Rosa María Gómez Saavedra fungieron como comentaristas del libro testimonial que elaboró el esposo de la doctora Rivas Obé, Wilivaldo Rojas Arellano, quien afirmó que el material fue fundamental para que el caso se esclareciera, y el responsable haya sido sentenciado a 38 años de cárcel por homicidio, pero aún se busca que se le condene por desaparición forzada y feminicidio.

En la presentación del libro ante unos 40 estudiantes del Instituto, el hijo de la doctora Rivas Obé, Darío Rojas Rivas hizo una breve reseña de cómo se dieron los hechos en la clínica del IMSS ubicada en Petacalco, donde su madre fue a investigar el robo de medicamentos, y descubrió recetas adulteradas para sacar el medicamento propiedad de IMSS, y según las investigaciones de la Fiscalía, el robo mensualmente ascendía a 100 mil pesos.

La doctora fue secuestrada y desaparecida el jueves 22 de septiembre de 2016, y localizada asesinada 22 días después en el paraje de Playa Majahua donde el asesino le dejó caer una piedra en el rostro y su cuerpo lo cubrió con maleza. Su ropa fue incinerada. El 17 de octubre de ese año luego de las pruebas de ADN el cuerpo fue reconocido y entregado.

Rojas Rivas reclamó que a casi ocho años de los hechos el responsable sólo fue procesado y cumple una condena por homicidio, pero no por desa-parición forzada ni feminicidio.

Además de que el IMSS no ha investigado el robo del medicamento y sólo se solidarizó con la familia.

“Debido a la lucha mi mamá no ha quedado sólo como una estadística de feminicidio” y ahora la Fiscalía General de la República reabrió el caso, informó.

El hijo de la doctora señaló que ha faltado compromiso de las instituciones, y que hay una “justicia a medias”, porque falta llegar a una justicia integral, además de que por todo lo malo que pasada todos los días y la falta de atención de las autoridades muchos casos similares quedan ocultos, porque la familias deciden no continuar con la exigencia.

Dijo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador los atendió de una “manera tibia” ante la audiencia que se solicitó.

En el caso de Guerrero dijo que mientras el gobierno estatal está promoviendo un santuario para las mujeres libre de violencia, no se ha llegado ni a la primera etapa porque los problemas continúan.

Rojas Rivas expresó que también las autoridades no avanzaron en las investigaciones del robo del medicamento, y reclamó que la jefa inmediata de su mamá en aquel año, María Teresa fue ascendida en el IMSS por parte de la delegada Josefina Estrada Martínez.

Rojas Arellano, quien lloró en su participación, dijo que la desaparición y asesinato de su esposa fue un golpe demoledor para la familia, e hizo una historia de la doctora en su participación y lucha en Atoyac, para abrirle brecha a la democracia con la conformación del PRD.

“Y cuál fue la sorpresa que muchos de esos líderes nos dejaron solos en la búsqueda de la doctora. Pero también me sor-prendí de que quienes nos apo-yaron fueron las congregaciones religiosas y tuvieron el valor de acompañarnos y hacer oración. Nosotros acostumbrados al mitin y a la marcha y a mentarle la madre al gobierno”.

El también catedrático de la Preparatoria 22 de la UAG en Atoyac, dijo que había perdido el respeto a quienes consideraba “comandantes” y a uno tuvo la oportunidad de decírselo y después le ofreció disculpas.

En el caso del presidente López Obrador dijo que en dos ocasiones fue abordado en Atoyac y le entregaron el libro y una carta, y que en la medida de sus posibilidades ha dado respuesta pero ha sido “tibia”.

Sostuvo que por la forma en que le quitaron la vida a Rivas Obé, “es para que nadie se atreviera a denunciar el robo del medicamento. Una amiga me mandó a decir ‘dígale a Willy que se calme porque es una mafia poderosa la que controla el IMSS’ y que son parte de esas mafias que quedaron del PRI en la institución. Nos hemos guardado el silencio de un personaje nefasto que está detrás de todo esto”.

Cerró diciendo que “el libro sirvió para que se hiciera justicia pero seguimos en la pelea, esto nos fortalece”.

En su participación, Ortega Martínez dijo que el caso es un ejemplo testimonial, que se convierte en la perpetuidad en un escrito, en un libro y como parte de la recuperación de la memoria histórica, pero sobre todo para que estos casos no vuelvan a ocurrir.

Por su parte, Gómez Saavedra dijo que el libro muestra a una mujer íntegra, trabajadora, y que su honestidad la  convirtió en una amenaza para quienes ordenaron un feminicidio brutal que deja al descubierto la corrupción en el IMSS. “La lucha de la justicia no debe de cesar.  Eso nos deja” este libro como experiencia, dijo.

Agregó que las familias tienen el derecho a la verdad y las víctimas a la justicia, y debe de existir una vida libre de violencia.

A la presentación también asistieron el director del Instituto, Marco Antonio Adame Meza, y la hermana de la doctora, María Angélica Rivas Obé.

Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: Carlos Carbajal