La medallista olímpica Cecilia Tait fue la encargada de encender el pebetero en el Estadio Nacional. La antorcha panamericana le fue cedida por una ex atleta destacada de Perú, Lucha Fuentes.
Lima, Perú, 27 de julio de 2019. Un rayo de luz salió entre la montaña para revelar el pebetero que oficialmente inauguró los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
La medallista olímpica Cecilia Tait fue la encargada de encender el pebetero en el Estadio Nacional. La antorcha panamericana le fue cedida por una ex atleta destacada de Perú, Lucha Fuentes, antes por Carlos Nano y Edith Noeding en una ceremonia que unió el pasado con el futuro deportivo de Perú.
Las luces del Estadio Nacional se fueron apagando poco a poco para comenzar la cuenta regresiva que presentó los logos de los 17 Juegos Panamericanos previos.
La ceremonia comenzó con un montaje del poema “El Perú”, de Marcos Martos, expresado en cada uno de los idiomas de Perú y acompañado de una coreografía por decenas de bailarines.
Mientras la bandera de Perú ocupó su lugar en lo alto, los bailarines se unieron para cantar el himno nacional, que al mismo tiempo se expresó en lenguaje de señas. Luego en escena aparecieron 41 bailarines vestidos de los colores de cada nación transformados en 41 dioses prehispánicos donde demostraron su valor atlético en una especie de competencia.
Después cayó una lluvia de estrellas sobre el Estadio Nacional y entre las constelaciones una llama se dibujó sobre la montaña, recordando la importancia de la astronomía para la cultura inca.
Y un nuevo día amaneció para Lima, lleno de flores de Amancaes, nativas de las montañas de Perú, que explotaron en flores y música para los 50 mil presentes en el Estadio Nacional.
El sonido de cientos de cajones anunciaron una coreografía inspirada en todos los deportes de Lima y los pictogramas oficiales de las disciplinas se hicieron presentes en el escenario para terminar con una versión especial de la canción de los Juegos de Pedro Suárez.
La ceremonia rompió con el protocolo de un desfile circular y eligió un desfile de norte a sur en donde cada delegación fue representada por su abanderado y un ekeko, un espíritu que simboliza la abundancia y prosperidad, mientras la montaña se convertía en un paisaje representativo de cada nación.
Foto: Twitter @CONADE.La delegación mexicana, de las más numerosas, paseó con el tirador de 19 años, Jorge Martín Orozco y al término del desfile los voluntarios tejieron un textil grande de lana y de algodón, un arte que data de miles de años en Perú.
“Bienvenidos sean todos al espectáculo de Lima jamás antes visto…Lima 2019 ya ha transformado el deporte en el Perú, aprovechamos esta oportunidad”, dijo Carlos Neuhaus, presidente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos Lima 2019. “¡Viva Perú, Viva América y Vivan los Juegos Panamericanos”, le secundó Neven Ilic, presidente de Panam Sports y Martín Vizcarra, presidente de la República de Perú declaró inaugurados los Juegos.
Alexandra Grande, una de las máximas exponentes de Perú, tomó el juramento panamericano y Romina Quintanilla lo hizo por parte de los jueces.
Imágenes de la ruta de la antorcha panamericana aparecieron en orden inverso desde Caral, la última parada antes de Lima, de regreso a las pirámides de Teotihuacán, donde el 2 de julio se encendió el fuego panamericano, y todo inició.
Una ciudad que tuvo 2 años y 10 meses para preparase, que se enfrentó en el camino a las inundaciones del norte de Perú, las cuales dejaron un saldo de 90 muertos, se siente orgullosa de los esfuerzos de preparación para lograr semejante espectáculo.
En una noche fría Lima celebró su historia y se declaró lista para ser anfitriona de América.
Texto: Yarek Gayosso / Enviada / Agencia Reforma
Foto portada: Twitter @CONADE
