Chilapa, Guerrero, 27 de septiembre de 2020. Detrás de la verdad del caso Ayotzinapa hay intereses económicos y políticos, y mientras no se sepa qué sucedió seguirá siendo una vergüenza para México, declaró el obispo Salvador Rangel Mendoza.
En declaraciones a reporteros al concluir la misa de la una de la tarde en una catedral de Chilapa abarrotada de feligreses, sobre el informe que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó a seis años de la desaparición y masacre de los normalistas de Ayotzinapa, así como civiles, el prelado católico dijo que los avances han sido muy lentos.
“Aunque sean de partidos opuestos no se quieren descubrir unos a otros, hay muchas verdades que no las sabemos”, afirmó.
Dijo que le pareció interesante la versión del subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, de que posiblemente a los 43 estudiantes los llevaron a otros lugares.
Expresó que aunque el jefe del Ejecutivo adelantó que van a juzgar a tres soldados no es suficiente para conocer la verdad porque sólo recibían órdenes “de arriba”, así como la Policía Municipal y Estatal.
Pidió a los padres de las víctimas no perder la fe ni la esperanza porque, aunque sea de manera lenta, se conocerá lo que sucedió. Y le dio el voto de confianza al compromiso de López Obrador de que se hará justicia: “Él tiene todos los instrumentos, y ojalá que pronto tengamos resultados. Confío en el presidente de la República”.
También pidió a los políticos no utilizar el caso de los 43 estudiantes desaparecidos para hacer proselitismo en el inicio de las campañas electorales en Guerrero.
Texto y foto: Luis Daniel Nava