8 julio,2020 4:29 am

Identifican restos de uno de los 43; no estaba en el basurero de Cocula: FGR 

Un fragmento óseo de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre fue hallado en la Barranca de la Carnicería a 800 metros del sitio que indicaba la “verdad histórica”, informa el fiscal especial Omar Gómez Trejo. Concuerdan la Universidad de Innsbruck y forenses argentinos en el análisis de ADN. Se trata de “hechos nuevos, lugares diferentes que confirman otra historia” 

Ciudad de México, 8 de julio de 2020. La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó este martes la identificación de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 estudiantes que fueron desaparecidos en Iguala, la noche del 26 de septiembre de 2014. Cuando fue desaparecido Christian tenía 19 años y cursaba el primer año en la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

En conferencia de prensa, el titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa de la Fiscalía General de la República (FGR), Omar Gómez Trejo, dijo que la identificación genética fue realizada por el Instituto de Genética de la Universidad de Innsbruck, Austria, y confirmada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

El funcionario aseguró que los restos óseos fueron rastreados en una zona conocida como “Barranca de la Carnicería”, municipio de Cocula, durante una diligencia que la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa hizo entre el 21 y el 29 de noviembre de 2019.

El área, remarcó Gómez Trejo, difiere de la presentada en la primera investigación oficial del caso, según la cual los normalistas habrían sido secuestrados, asesinados, incinerados y sus restos arrojados al río San Juan, en las cercanías del basurero de Cocula.

“Este lugar no es el basurero de Cocula, ya que la barranca se encuentra a más de 800 metros de distancia de donde se crea la narrativa de la ‘verdad histórica’”.

“Cabe destacar que en el pasado, dentro del mismo expediente se recibió información sobre la zona antes referida sin que se agotara, por lo que deberá establecerse una serie de deslindes a las responsabilidades a que haya lugar”, advirtió.

Durante las búsquedas de noviembre pasado, detalló, se recuperaron 15 indicios que fueron embalados en el lugar para su análisis en presencia de los representantes de las familias y de la Comisión Presidencial del Caso Ayotzinapa.

“Con este nuevo hallazgo, como lo señaló el fiscal general Alejandro Gertz Manero, la verdad histórica se acabó y enfatizó: el caso sigue abierto”, agregó.

El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, afirmó que la identificación permitió derrumbar la “mal llamada verdad histórica” sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa y abrió una nueva ruta para esclarecer el caso.

Conclusión “indubitable”

La evidencia fue analizada a fines de febrero de 2020 por los servicios periciales de la FGR en Ciudad de México, con el fin de establecer su utilidad para los análisis genéticos correspondientes. Autoridades periciales, junto con integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) escogieron seis de los 15 indicios encontrados para enviarlos a los laboratorios de Innsbruck.

Los resultados llegaron a México el 19 de junio.

“Para mayor certeza, los resultados de Innsbruck fueron analizados también por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que terminó su revisión el 4 de julio, concluyendo de forma coincidente que una de las piezas óseas enviadas al laboratorio de Innsbruck pertenece al estudiante normalista Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, de forma indubitable, correspondiente a una extremidad inferior”, informó Gómez Trejo.

Dijo que en breve se enviarán otros restos a la Universidad de Innsbruck.

EAAF y GIEI, aliados imprescindibles

Por separado, los forenses argentinos en un comunicado informaron la concordancia con los resultados reportados desde Innsbruck. También afirmaron que el dictamen de genética complementario que efectuaron –que incluye cálculos estadísticos adicionales sobre probabilidad de parentesco y genética poblacional– dio como resultado un porcentaje de parentesco superior a 99.99 por ciento, teniendo en cuenta las variables estadísticas aplicables a este caso.

El EAAF mencionó que el resto óseo identificado corresponde a un hueso del pie derecho y fue hallado entre el 25 y el 26 de noviembre de 2019. Además, que en la diligencia de búsqueda realizada en la Barranca de la Carnicería, municipio de Cocula, se hallaron más de 100 fragmentos óseos gravemente fragmentados y alterados por exposición a altas temperaturas y correspondientes al menos a dos personas.

Encuentro con la familia de Christian Alfonso

“Estos resultados son extremadamente dolorosos para los familiares del joven Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y para las familias de los otros estudiantes. Esperemos que estas nuevas investigaciones continúen un proceso de verdad. El EAAF continuará trabajando en la investigación junto a las familias de los 43 estudiantes, sus representantes legales y la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa de la FGR”, dijo Mercedes Doretti, fundadora y directora para Centro y Norte América del EAAF.

Gómez Trejo dio a conocer que visitó a la familia Rodríguez Telumbre para informarla personalmente sobre la identificación genética del joven, “explicarles cómo sucedió el hallazgo y solventar todas y cada una de sus preguntas y dudas posibles”.

“Quiero recalcar que hemos sido sumamente cuidadosos en la forma de informar y atemperar al máximo los efectos de la revictimización al momento de dar este tipo de noticias”, expresó.

Durante el encuentro con la familia de Christian Alfonso, que se dio en Tixtla el pasado 5 de julio, Mercedes Doretti se conectó de manera virtual para explicar a la familia los resultados de los estudios genéticos que realizó junto con más especialistas.

En diciembre de 2014, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer la identificación del normalista Alexander Mora Venancio y, en septiembre de 2015 la de su compañero Jhosivani Guerrero de la Cruz, esta última la desacreditó el EAAF.

Desde ese momento no se volvió a identificar a ningún otro de los jóvenes desaparecidos.

“Hemos roto el pacto de impunidad y de silencio que rodeaba el caso Ayotzinapa”, afirmó Gómez Trejo.

Destacó que aún es necesario fortalecer las líneas de investigación que podrían explicar cómo el fragmento óseo hoy identificado fue llevado hasta el lugar del hallazgo. Para ello, reconoció, será fundamental la colaboración del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que se reintegró oficialmente a las investigaciones desde principio de este año.

“La Unidad a mi cargo –comentó Gómez Trejo– trabaja para contar con pruebas objetivas que soporten estas líneas y así, a diferencia de lo que ocurrió en el pasado, no precipitará resultados ni difundirá conclusiones que no cuenten con dicho sustento”.

Texto: Caterina Morbiato / Foto: Cuartoscuro

Entérate más