29 enero,2022 4:31 am

Impiden GN y Policía Estatal la toma de casetas de la autopista por los 43  

Por primera vez desde hace más de siete años obstaculizan el paso a normalistas y padres de los desaparecidos en Iguala. Los gobiernos federal y estatal negaron “nuestros derechos de libertad de expresión, dar información y protestar por la desaparición de nuestros hijos”, señalan

Chilpancingo, Guerrero, 29 de enero de 2022. Efectivos de la Guardia Nacional (GN) y la Policía Estatal con equipo antimotines cercaron este viernes las casetas de cobro de Paso Morelos, La Venta y Palo Blanco de la Autopista del Sol; en esta última en Chilpancingo, cerraron un sentido de la circulación para evitar que alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos y padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa la tomaran.

En la caseta de Palo Blanco, en la capital, a las 10:30 de la mañana llegó el primer grupo de agentes de la Policía Estatal, con equipo antimotines; luego los de la Guardia Nacional, quienes permanecieron a los costados de la vialidad.

“Formación”, instruyó un mando de la Guardia Nacional, “ataquen como si estuvieran en una guerra”, dijo a los uniformados, quienes portaban toletes, escudos, cascos y todo el equipo para un desalojo.

Desde hace unos siete años, padres y alumnos han tomado las casetas para repartir volantes informativos y pedir una cooperación a los automovilistas, para continuar con la búsqueda de los 43 desaparecidos en Iguala, pero este viernes por primera vez se les impidió el paso.

El cerco a las casetas en las tres plazas de cobro de la Autopista del Sol para impedir la toma, que ha sido frecuente, se realizó sin advertencia del gobierno.

El 12 de enero, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda informó a los medios que estaba solicitando una reunión con funcionarios del gobierno federal para tratar el asunto del incremento a las tarifas de las casetas  de peaje de la Autopista del Sol y las constantes tomas por los grupos sociales. Precisó que “estos son temas que se tienen que tratar a nivel federal”.

“Nosotros, como ustedes saben, no tenemos una política de represión , no vamos a criminalizar ninguna lucha social, jamás vamos a hacer uso de la fuerza si no hay motivo , todo lo vamos a hacer con el diálogo”.

El bloqueo

A las 11 de la mañana, llegaron tres autobuses de una empresa comercial a la caseta Palo Blanco, en los que iban los padres de los 43 y alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Un mando de la Guardia Nacional se dirigió a ellos y les dijo que se retiraran y que no podían tomar la caseta, “les estamos pidiendo, de favor, que se retiren por la nueva reforma”, dijo.

Los padres y alumnos esperaron un momento, luego 40 de ellos descendieron de los autobuses, lo que originó que agentes de la Guardia Nacional y policías estatales cerraran el carril norte-sur, con dirección a Acapulco.

En el cruce de la Autopista del Sol con la carretera México-Acapulco, una patrulla desvió a los automovilistas a la vía federal mientras se replegaban los manifestantes.

Unos 100 agentes fueron formados, para evitar que los inconformes continuaran en las casetas de cobro, lo que originó que hubiera empujones por parte de los padres y madres contra los policías, quienes les ganaban en número.

“Sólo queremos a nuestros hijos, no les tenemos miedo. Díganle a su pinche amo que nos entreguen a nuestros hijos, no venimos a pelear, sólo que nos entreguen a los muchachos”, dijeron los padres.

Los padres, madres y alumnos colocaron pegatinas con la leyenda: “Nos faltan 43” a los escudos y cascos de los policías, mientras corearon, “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Uno de los padres de los 43 normalistas desparecidos en Iguala, Emiliano Navarrete, dijo que acudieron a la caseta a repartir volantes, en el cual se pide a la ciudadanía cualquier información que tengan sobre el paradero de sus hijos.

Manifestó que el gobierno federal no presenta avances en las investigaciones, por lo que los padres se ven en la necesidad de acudir a las casetas, para pedir información y tratar de dar con el paradero de los 43 normalistas.

El padre indicó que en la próxima reunión con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, le pedirán que se eviten esas confrontaciones tontas, “porque en sus manos está para evitar esa represión”.

A las 12 del día, llegaron más agentes con equipo antimotines, para reforzar el bloqueo que ya tenían sus compañeros. Horas después llegaron más en tres camiones, por lo que en total fueron unos 500 policías que frustraron la toma de la caseta.

Un autobús arribó a Palo Blanco, del cual bajaron unos 40 normalistas para apoyar también a sus compañeros. Los padres y madres realizaron algunas llamadas y luego se retiraron del lugar.

Los agentes cerraron unos 20 minutos el otro sentido, con dirección a Ciudad de México, y abrieron hasta que los manifestantes se retiraron a la escuela, ubicada en Tixtla.

La criminalización de la lucha por los 43

En un comunicado, el Comité de Padres y Madres de los 43 normalistas externó que este viernes, más de 800 policías llegaron a la caseta Palo Blanco para impedir que protestaran en ese lugar.

“Con este acto, el gobierno hizo nugatorios nuestros derechos de libertad de expresión, dar información y protestar por la desaparición de nuestros hijos”, se lee.

Los padres y madres dijeron que cada fin de mes, mediante esta forma de protesta, expresan su exigencia legítima de que sus hijos sean presentados con vida.

Externaron que los gobiernos federal y estatal, con esta acción cerraron los canales de la libertad de expresión e información, así como cancelaron los derechos de libertad de reunión, asociación y a la protesta social.

“No existen fundamentos sólidos para impedir que las madres y padres de los 43 protestáramos. No se causa daño a terceras personas, puesto que no se altera la libre circulación de los transeúntes o turistas que viajan a Acapulco. No se pone en riesgo la vida de las personas, ni se genera violencia con nuestro acto de protesta ¿por qué, entonces, cancelar y restringir estas prerrogativas? Las fuerzas asestaron un duro golpe al movimiento social en Guerrero y el país, al impedir que un movimiento social emblemático nacional protestara para exigir sus legítimas demandas”.

Manifestaron que el gobierno muestra su poder represivo contra quienes protestan, contra quienes reclaman derechos legítimos, como la vida y la libertad; mientras que es complaciente contra los grupos delictivos que generan terror y muerte en la entidad.

“Contrasta esta muestra de poder y de uso de la fuerza contra movimientos sociales, con la actitud timorata y cómplice que las autoridades estatales exhiben frente a los grupos delictivos, que ejercen un autogobierno y controlan territorios en municipios como Tixtla, Quechultenango, Chilapa, Tlacotepec, San Miguel Totolapan y toda la franja de Costa Grande, zona Norte y Tierra Caliente, donde los grupos delictivos ejercen su autoridad y siembran el terror a plena luz del día, sin que autoridad alguna se siente interpelada por esta situación”, externaron.

En la misma zona donde se les impidió protestar, un día antes, un grupo armado irrumpió en la población de Buena Vista de la Salud, asesinando a cuatro personas, incluido un miembro de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Mario Zamora, pese a que los pobladores solicitaban la presencia de las fuerzas de seguridad, fue nula la respuesta.

Lo anterior, evidencia que al gobierno no le interesa establecer el orden, ni evitar la violencia; su objetivo es impedir la protesta social, socavar la organización popular y medrar la libertad de reunión, como lo hicieron este viernes.

“La rapidez con la que movilizaron las fuerzas de seguridad, para hacer nugatorio nuestros derechos a la libertad de expresión y derecho de protesta, no se observó cuando desaparecieron a nuestros hijos. Pasaron más de seis horas y nunca llegaron las fuerzas de seguridad para salvar la vida de nuestros hijos, pero hoy sí muestran su fuerza para acallar nuestras voces y silenciar nuestra digna rabia”.

Por lo anterior, hicieron un llamado a las mujeres y hombres a mantener la organización popular, a manifestarse para exigir sus derechos y a protestar por las injusticias cometidas contra los de abajo.

Texto: María Avilez Rodríguez / Foto: Jesús Eduardo Guerrero