EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Política  

“Aberrante”, la decisión de despenalizar el aborto, señalan los obispos de Guerrero

Reprochan que el Congreso “no tomó en cuenta las voces, no pocas, que se oponían a esta reforma”. “Eliminar un ser humano es asesinar. El primer derecho que tenemos los seres humanos es que no nos maten”, sostienen en una declaración pública. Anuncian que convocarán a agentes pastorales para asesorar a las mujeres y que no tomen la decisión de abortar

Mayo 19, 2022

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El arzobispo de Acapulco y los obispos de Chilpancingo-Chilapa, Ciudad Altamirano y Tlapa, que integran la provincia eclesiástica, reprocharon ayer en un pronunciamiento conjunto que los diputados no tomaron en cuenta las voces que se opusieron a la reforma que despenaliza el aborto, a la que califican de “aberrante” y de contenido “poco cuerdo”.
Ante ello, convocan a los agentes de pastoral, a una “planeación y compromiso que nos lleve al encuentro de los hermanos en las periferias y en los nuevos areópagos donde podamos exponer la verdad con toda libertad”.
“No fueron tomadas en cuenta las voces, no pocas, que se oponían a esta reforma con argumentos basados en la razón y en la ciencia”, sostienen en su documento en el que expresan su reconocimiento a las personas que han orado por los legisladores y se han manifestado públicamente “con el fin de que nuestras leyes defiendan la vida de cada ser humano, desde su inicio en el momento de la concepción hasta su fin en la muerte natural”.
El documento firmado por el arzobispo de Acapulco Leopoldo González González, y por los obispos de las diócesis Chilpancingo-Chilapa José de Jesús González Hernández; el de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta, y el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, reconocen por igual a los legisladores “que mantuvieron en alto el valor de la dignidad humana”.
Refieren que el hecho de que una ley permita a las mujeres embarazadas abortar hasta las 12 semanas de gestación de ninguna manera cambia el hecho de que se trata de la eliminación de un ser humano, niño o niña.
Consideran “aberrante” y “no cuerdo” que con doce semanas y un día “ese niño o esa niña sí tengan derecho a vivir y con doce semanas menos un día no lo tengan”.
Sostienen: “Eliminar un ser humano es asesinar. El primer derecho que tenemos los seres humanos es que no nos maten. Es un derecho que se convierte en obligación universal: ‘No matarás’, y añaden que la autoridad tiene la grave responsabilidad de hacer valer ese mandato de ley natural”.
Recuerdan que el catecismo de la Iglesia Católica dice: “La vida humana ha de ser tenida como sagrada porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios”.
El arzobispo y los tres obispos argumentan que la ciencia dice que empezamos a existir desde el momento en que fuimos concebidos y que el “nuevo viviente, que se forma en el momento de la concepción, al que se le da el nombre de cigoto, es ciertamente humano, tiene el genoma humano, y es un viviente humano diferente a cualquier otro, parecido a sus padres y hermanos, pero diferente”.
Explican que a los 18 días de la gestación el corazón ya bombea sangre por sus venas; a las cinco semanas aparecen nariz, mejillas y dedos; a las seis semanas tiene esqueleto, riñones, estómago e hígado funcionando; a las siete semanas su cerebro produce ondas propias y cuenta con ojos, lengua y labios, y a las diez semanas puede parpadear y reaccionar a ruidos”.
Subrayan que así, “ese ser humano que fue concebido continuará su proceso de maduración y llegará el momento de su nacimiento, luego se convertirá en un infante y después en un adolescente, un joven, un adulto y un anciano”.
Y sostienen que el derecho a vivir que cada uno tenemos ahora, en la etapa de desarrollo en que nos encontramos, “ese mismo derecho lo teníamos al ser concebidos. Es el mismo derecho que tiene todo ser humano desde recién concebido”.
Distan que el artículo primero de nuestra Constitución al garantizar la igualdad de todo individuo, expresamente prohíbe cualquier discriminación motivada por la edad. “A todos nos resulta claro que nadie puede ser asesinado por no tener una semana más de existencia”.
Advierten que precisamente porque es una cuestión sobre el valor de la persona humana, “no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión” porque este no es un asunto sujeto a supuestas reformas o modernizaciones. Nos es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana”, reprochan los clérigos.
Aseguran que muchos especialistas coinciden en afirmar que la mujer no desea abortar, porque el aborto es una violencia muy grande también contra ella misma: contra su cuerpo, contra sus instintos primarios, contra sus sentimientos y emociones”.
Consideran que si la mujer fue víctima de una violación “se trata de una muy grave injusticia y ciertamente la impunidad en nada ayuda”, pero que en estos casos se debe cuidar de la mamá para cuidar del niño o la niña recién concebidos.
“Nuestro deber como pastores seguirá siendo el mismo en la propagación del Evangelio de la vida proclamado por Jesucristo, nuestro Salvador: la vida es un don de Dios y deberá ser cuidado y protegido por la familia y la comunidad humana”.
Refieren que en la Iglesia seguirán evangelizando al pueblo de Dios “conforme a la verdad revelada y testimoniada por la comunidad eclesial, aun en medio de situaciones adversas”.
Destacan: “Este paso legislativo nos urge, a todos los agentes de pastoral, a una planeación y compromiso que nos lleve al encuentro de los hermanos en las periferias y en los nuevos areópagos donde podamos exponer la verdad con toda libertad”.
Dicen que ante ello se proponen crear en las parroquias, centros de acompañamiento a la mujer embarazada, sobre todo para la que se ve empujada a abortar por diversas razones. “Darle la mano sin condenarla y con caridad fraterna ofrecer los medios indispensables para que el nuevo ser nazca en un ambiente de amor”.
Asimismo, anuncian impulsar la Pastoral de la Vida, organizando los equipos parroquiales desde donde se impulsen consultorios pro-vida, siendo la misma parroquia el primer medio de contención para evitar los abortos inducidos.
Además, proponen que desde catequesis infantil, de adolescentes y juvenil, ofrecer el conocimiento que da la ciencia, la razón y el catecismo, para valorar y respetar la vida humana desde su inicio en la concepción hasta su fin con la muerte natural.
También implementar en los cursillos de formación prematrimonial los temas referentes a la concepción y gestación de los nuevos seres humanos como bendición de Dios para los esposos y la familia, “y otras iniciativas que podrán proponer la Comisión de Familia, Vida, Juventud, Adolescentes y Laicos de la Provincia”.
Concluyen que van a continuar con mayor ímpetu y compromiso la tarea evangelizadora como lo pide el Proyecto Global de Pastoral “haciendo más bella nuestra casita sagrada”.