EL-SUR

Jueves 09 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Política  

Abordan los nuevos libros de texto la represión en Guerrero en años recientes

Desde el cuarto grado los niños sabrán sobre Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, el asesinato de campesinos en Aguas Blancas y también van a conocer sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala

Agosto 16, 2023

Ramón Gracida Gómez

A partir de cuarto año de primaria, los niños del país van a leer en sus libros de texto gratuitos distintos pasajes de la historia reciente de Guerrero, por ejemplo, que Genaro Vázquez y Lucio Cabañas lucharon por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas y debido al fraude electoral optaron por “tomar las armas”.
También se asegura que el asesinato de campesinos en Aguas Blancas hizo “perder aún más la legitimidad” del régimen priista.
En segundo de secundaria van a repasar más detalles sobre las guerrillas de los años de 1960 y 1970, así como la matanza de 1995. También van a estudiar sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, donde aparecen como responsables el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal.
La versión electrónica de los libros puede ser consultada en la página de internet de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), entre ellos, se encuentra Nuestros saberes México, Grandeza y Diversidad, que es el libro de historia para los alumnos de cuarto a sexto de primaria.
Uno de sus últimos capítulos se titula La Estabilidad Política Avances y Conflictos, en el que se relata que en el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), “se dieron movimientos por una participación política plural”.
De Guerrero se dice que “un movimiento popular, en el que participaron estudiantes, comerciantes y amas de casa, derrocó en 1960 al represivo gobernador Raúl Caballero Aburto. Un grupo de jóvenes, encabezados por Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y algunos políticos locales, formaron la Asociación Cívica Guerrerense, que luchó por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas, para elegir gobiernos populares en los municipios”.
Continúa: “Sin embargo, frente al fraude electoral, frustrada la lucha cívica y agotada las instancias políticas, transformaron la organización en la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y optaron por tomar las armas”.
El siguiente capítulo es Crisis del Régimen y Desprestigio del Gobierno y se destaca en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) el asesinato, además de Luis Donaldo Colosio, del ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu.
Luego se cuenta que el “asesinato de campesinos en Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, en 1995 y la matanza de Acteal, municipio de Chenalhó, Chiapas en 1997, hicieron perder aún más la legitimidad de los regímenes priistas, lo que abrió las puertas a la oposición”.
El libro de historia para secundaria, que está destinado para los alumnos de segundo grado, ahonda un poco más en estos pasajes de Guerrero. El capítulo La Guerra Sucia: Guerrilla, Disidencia y Represión, en la página 194, señala que las “condiciones de pobreza y desigualdad social imperantes en Guerrero fueron el contexto en el que surgieron los dos grupos armados con mayor presencia del medio rural del país”.
Repite el origen de la lucha de Genaro contra Caballero Aburto y luego expone: “En 1972, el auto en el que Vázquez viajaba fue encontrado accidentado en una carretera de Morelia. Las autoridades señalaron este suceso como la causa de su muerte; sin embargo, otras investigaciones indican que unos militares lo sacaron del hospital al que fue trasladado tras el accidente y lo asesinaron”.
De Lucio Cabañas indica que encabezó un movimiento guerrillero en Costa Grande, pero antes participó en la lucha de los ejidatarios de Mexcaltepec “contra las empresas que realizaban una tala inmoderada, que no otorgaba beneficios a los campesinos” y también fue integrante del Partido Comunista.
En el capítulo Movimientos Sociales en Resistencia al Neoliberalismo se menciona que era presidente Ernesto Zedillo y gobernador Rubén Figueroa Alcocer, cuando el 28 de junio de 1995 se produjo la “matanza de campesinos” de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se trasladaban hacia el poblado de Aguas Blancas.
El motivo era “participar en una concentración en la que pedirían la presentación con vida de uno de sus compañeros que estaban detenidos, e intentaban llegar al palacio municipal de Atoyac”. Relata que los campesinos fueron detenidos, sin ninguna justificación, por 400 “policías y agentes de la Policía Judicial del estado, al mando del mayor Manuel Moreno González”. En “el vado” fueron bajados a golpes, continúa, y tumbados en el suelo para después dispararles y fueron asesinados 17 campesinos y 23 heridos de gravedad.
Se señala que “los responsables de la matanza, es decir, los autores intelectuales que dieron la orden de asesinarlos, desde el gobierno, aún no han sido detenidos ni juzgados, ni mucho menos castigados”.
El párrafo siguiente salta a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, “uno de los más graves episodios violentos de la historia reciente de México. Un crimen de lesa humanidad en contra de estudiantes normalistas, en el cual tienen responsabilidad el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal”.
Los normalistas de todo el país, contextualiza, han luchado por la educación pública y es por eso que se preparaban para participar en la marcha del 2 de octubre de 2014, en Ciudad de México, y el 26 de septiembre lo hicieron “secuestrando cinco camiones”.
Desde ese momento, agrega, fueron monitoreados por el C-4 y en la noche “fueron atacados con violencia extrema, en una acción en la que, en todo momento, participaron las fuerzas armadas y la policía federal”.
Menciona que distintas investigaciones concluyen que “en esos camiones había heroína con valor de 2 millones de dólares que traficaba el cartel que controlaba Iguala”. Cuando los normalistas tomaron los camiones, el jefe del cartel se comunicó con “sus cómplices” del 27 Batallón de Infantería y las policías federal y estatal, con el propósito de recuperar la droga y asesinaron a los estudiantes para que no hubiera testigos.
El libro indica que el gobierno de Peña Nieto distorsionó pruebas, torturó a detenidos e inventó una versión falsa, para ocultar “la responsabilidad” del Ejército mexicano. Los cuerpos no han sido encontrados y “los responsables de su desaparición no han sido enjuiciados ni castigados”.
Por otra parte, el texto de pedagogía Un libro sin Recetas para la Maestra y el Maestro, fase 6 modalidad secundaria, que es el más citado por los medios en la discusión sobre las nuevas ediciones, profundiza sobre la guerrilla en México.
Encomienda a los docentes a enseñar a los alumnos este periodo histórico y desarrollar un pensamiento crítico, porque “como apuntaba Lucio Cabañas: Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano”.