EL-SUR

Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Política  

En el hospital IMSS Bienestar Raymundo Abarca aún se pagan medicinas y estudios

El nombre de la institución inscrito en la fachada ya cambió, pero familiares de los pacientes internados se encuentran en la entrada donde no tienen baños y llevan sillas, cartones o tiendas de campaña para su estancia. Hablan de la buena atención de los doctores y enfermeras y por esos servicios no les cobran un solo peso. En el Hospital de la Madre y el Niño, el personal médico espera que en junio termine la transición anunciada pero las autoridades no dan información

Mayo 25, 2023

Familiares de pacientes internados en el hospital general Raymundo Abarca Alarcón y casas de campaña donde pernoctan. Foto : Jessica Torres Barrera

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

En el hospital IMSS Bienestar Raymundo Abarca Alarcón, localizado en Zumpango, la institución de atención a la salud más importante de la capital del estado, así como en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, en Chilpancingo, persiste el desabasto de medicamentos y el cobro de estudios clínicos para los pacientes.
Trabajadores de la Secretaría de Salud estatal informaron que desde diciembre les informaron que se vive una transición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) al IMSS Bienestar, pero las autoridades encargadas están herméticas y no les informan más al respecto.
Afuera del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, ubicado en Tierras Prietas, en los límites de Chilpancingo y Zumpango (municipio Eduardo Neri), en la fachada blanca con verde claro, ahora se encuentra la inscripción en la parte alta: Hospital IMSS Bienestar, Eduardo Neri, Raymundo Abarca Alarcón.
A las 11 de la mañana, cerca de 30 personas estaban sentadas en las bancas del acceso principal, otras 20 en el piso sobre cartones o sillas que llevan para esperar a sus familiares enfermos, también había cuatro casas de campaña donde otros pasaron la noche, y unos más se cubrían del sol debajo de pequeños árboles que hay en las jardineras.

La nueva fachada Cambian el color de la fachada del nosocomio ubicado en Tierras Prietas, en la salida norte de Chilpancingo, con el nombre del municipio Eduardo Neri y sin el logo del gobierno estatal Foto : Jessica Torres Barrera

Consultada en el lugar, Daniela, una madre originaria de Xochilapa, municipio de Eduardo Neri, contó que hace tres días llevó a su hija de 11 años porque se quedó paralizada, “me dicen que se le bajó el potasio, pero ya le hicieron estudios”.
Sostuvo que hasta ayer no le han cobrado un peso por atender a su hija, sólo llevó la Clave Única de Registro de Población (CURP), y respecto a medicamentos, sólo le piden que compre de forma externa uno que no tienen, y aunque no recordó el nombre, dijo que le cuesta 350 pesos y se lo administran a su hija cada 12 horas.
Manifestó que a su hija la han atendido muy bien, “las enfermeras son buenas personas”, aseguró que años atrás tampoco pagaba nada porque pertenecía al programa de Seguro Popular, ahora tampoco le han cobrado y sólo ha comprado el medicamento faltante.
Otra familiar de un paciente, originaria de Chilpancingo, que estaba sentada sobre cobijas y colchonetas bajo la sombra de un árbol, contó que el martes ingresó al hospital su sobrino por una herida de bala, expuso que los médicos le pedían que hicieran varios estudios con un valor de 5 mil pesos, y por ser de escasos recursos no pudieron reunirlos.
Contó que a pesar de que se dice que la atención es gratuita, en el lugar sí hacen falta medicamentos o aparatos para realizar estudios, y por el momento les habían solicitado pañales para adulto.
Coincidió en que sólo le solicitaron la copia de su CURP para operar a su sobrino, y que la atención de los médicos y enfermeros depende de las personas, porque hay trabajadores buenos, pero otros también son déspotas, “incluso las trabajadoras sociales con regaños te dicen las cosas”.
Se quejó de que tampoco hay baños para los familiares que están al tanto de sus pacientes, “aquí sufrimos (afuera del hospital), estamos tiradas aquí en la calle, el aire. Anoche (el martes) estábamos con temor de que nos mojáramos por la lluvia”.
Mencionó que hace un año y medio, su nieta nació prematuramente a los seis meses, pero en el mismo hospital les informaron que no tenían una incubadora libre, y fue hasta que pidió ayuda a la hermana de la gobernadora Evelyn Salgado, Liz Salgado Pineda, que la atendieron.
Criticó que aunque no le cobraron por el servicio, sí les cobraban por estudios del corazón que le hacían a la bebé porque era un médico externo que cobraba 3 mil 500 pesos, además, de otras radiografías que costaban 600 pesos cada una.
En Chilpancingo, en la colonia Huamúchil, al sur de la ciudad, está el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, que es un Organismo Público Descentralizado, y se rige bajo el programa Insabi, sin embargo, a finales de abril la Cámara de Diputados federal aprobó la reforma que terminó con el Instituto encargado de ofrecer atención gratuita y medicamentos a las personas sin seguridad social, y será absorbido por el IMSS Bienestar.
Ayer se confirmó que en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense también funcionan bajo el programa Insabi. Durante un recorrido, se observó a unas 20 personas que esperan por sus pacientes afuera de las instalaciones, uno de ellos era Juan Narváez, originario de la comunidad de Loma Bonita, municipio de Copanatoyac, en la Montaña de Guerrero.
Contó que la noche del martes 16 de mayo, su hija de 17 años –quien está embarazada– enfermó y tenía dificultades para respirar, y la llevaron al Hospital General de Tlapa. Sin embargo, a pesar de que el personal la registró, no la atendieron, por ello, al día siguiente prefirieron asistir al Hopistal de la Madre y el Niño Indígena, en la misma ciudad.
Una vez en ese hospital, les informaron que la trasladarían a Chilpancingo, porque su enfermedad en los pulmones estaba muy avanzada y su salud era complicada, aunado, a que “no podían atenderla porque no tienen todos los medicamentos ni el equipo para hacer los estudios”.
Dijo que una ambulancia la trajo hasta la capital del estado, y por la atención y el traslado no pagaron ni un peso, sólo tuvieron que llevar la CURP y un acta de nacimiento, “en Tlapa nos dijeron que hay un programa que se llama Insabi, y es el que cubrió todo el gasto”.
Manifestó que en el hospital de la Madre y el Niño Guerrerense sí cuentan con el material necesario y el equipo, “llevamos seis días, hoy (ayer) nos dijeron que mi hija se quedará otros ocho días más, hasta este momento todo lo que ha requerido está aquí, sólo hemos comprado un medicamento, jabón, pasta y un cepillo de dientes, pañales y toallas”.
Juan Narváez se quejó de que a los familiares de los pacientes no les permiten entrar durante el día para cubrirse del sol bajo los árboles, los mantienen afuera y sólo hay una pequeña caseta de tres metros por cuatro, donde se pueden cubrir también de la lluvia, pero a las 12 del día “era insoportable mantenerse por el calor que hacía”.
Añadió que a pesar de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sostiene que en Guerrero hay medicamentos, en los hospitales y las comunidades originarias de La Montaña “hay centros de salud pero no llegan medicamentos ni para una fiebre o diarrea”.
También, ayer se preguntó a una trabajadora de Salud estatal, quien pidió no publicar su nombre por temor a represalias, debido a que las autoridades son herméticas para explicar la transición que vive el sistema de salud en el país.
La médica que ejerce desde hace 11 años aseguró que actualmente siguen trabajando con los formatos de Insabi, y que desde diciembre les informaron que comenzó la transición hacia IMSS Bienestar, para lo que se estableció un plazo de 180 días hábiles, que culminará en este próximo junio.
Contó que en Guerrero la encargada del enlace de IMSS Bienestar es Josefina Estrada, de quien los trabajadores saben poco, se quejó de que ningún funcionario de la Secretaría de Salud estatal les informa nada al respecto, sólo de vez en cuando les han dado a conocer los tabuladores federales a los trabajadores, pero hasta ahí.
Dijo que en febrero de este año, funcionarios federales hicieron un taller con el que les explicaron cómo trabajaría el IMSS Bienestar, pero era poca información, y consideraron que era muy similar al programa Prospera, por los formatos y el censo que les pedian deberán rellenar de los pacientes y sus necesidades.
Resaltó que lo que más causa incertidumbre a los trabajadores es que saben que Guerrero aún no ha firmado el convenio con el IMSS Bienestar, como lo han hecho otros estados, y la única información que tienen es que la primera transición sería de las instituciones, es decir las fachadas e instalaciones de salud, así como su equipamiento, y posteriormente pasarían a federalizar los contratos de los trabajadores de salud del estado.
Fue el 19 de noviembre de 2022, en una visita del presidente Andrés Manuel López Obrador en Acapulco, en la inauguración de la Clínica de Hemodiálisis Renacimiento, cuando encomendó la tarea de optimizar los servicios médicos gratuitos en Guerrero, y que se consideró el inicio del plan del IMSS Bienestar en la entidad.
“Ya empezamos la contratación de médicos, de especialistas, que no les espanten, no se va a despedir a nadie, al contrario, se va a basificar a quienes no tienen permanencia, es mi compromiso y vamos a garantizar el derecho a la salud. (…) No queremos cajas registradoras, porque la salud no es privilegio, es un derecho de nuestro pueblo”, aseguró el presidente.
Se comprometió a volver a Guerrero en seis meses para supervisar los avances del sistema de salud pública que ofrece una atención universal y resaltó que serían al menos ocho hospitales más en todo el estado con el plan de IMSS Bienestar.