Ausentes, Héctor Astudillo, René Juárez y Ángel Aguirre. Trascendió que el gobernador saliente dijo en reunión con diputados federales que buscaría la senaduría. “Pues hay que anotarse, porque nosotros también la vamos a buscar”, le habrían respondido Aguirre y Figueroa Smutny

Ciudad de México  

“Y cuando despertó…”.

El figueroísmo, intacto, pese a la derrota electoral del pasado 6 de febrero. Este viernes, los representantes del grupo político, el más compacto entre los priístas de Guerrero, se dejaron ver en ocasión del 14 aniversario luctuoso del ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa.

La cabeza del grupo, el también ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, les recibe.

Misa y ceremonia luctuosa en el Panteón Jardín de la ciudad de México, por la exclusiva zona de San Ángel, donde sus residentes se muestran alarmados ante la posibilidad de que el nuevo Metrobus de Insurgentes haga parada en el lugar: más ambulantes y pobres deambulando, se acongojan.

A la ceremonia llega la cepa figueroísta: Rubén Robles Catalán, quien fuera procurador de Justicia y secretario de Gobierno con Figueroa Alcocer; Zótico García Pastrana, coordinador de la bancada de diputados locales priístas con Figueroa Alcocer y también secretario de Gobierno (“a empleo político, salario político”, se le oye dictaminar ante un grupo de oyentes); Gustavo Olea Godoy, director de la Policía Judicial en ese periodo interrumpido de gobierno (1993-1996), por el Caso Aguas Blancas, la matanza de 17 campesinos en julio de 1995 en que la Suprema Corte encontró responsabilidad del gobierno figueroísta y provocó su caída.

También llegan el ex alcalde de Acapulco, Rogelio de la O Almazán y, por supuesto, el senador Héctor Vicario Castrejón, actual presidente del PRI en la entidad y la senadora Verónica Muñoz Parra (suplente de Héctor Astudillo, quien se afirma regresará a su curul). Además, el magistrado estatal Fermín Alvarado Arroyo.

De Héctor Astudillo, se cuenta que no asistió por haber salido de vacaciones, luego de tres semanas en gira por Guerrero para agradecer a los priístas por su participación en la campaña a gobernador, que por primera vez perdió el PRI, y recuperarse de las secuelas de una neumonía.

Pero estuvo Manuel Añorve, su ex coordinador estatal de campaña y representante de la corriente aguirrista (o del grupo Costa Chica, del actual diputado federal y ex gobernador Ángel Aguirre), la que hace contrapeso –a veces- y equipo –ahora- con el figueroísmo, luego de la diseminación de la corriente ruizmasseísta, a la que perteneció el saliente gobernador René Juárez, quien a pesar de cumplir su periodo de seis años, no alcanzó a formar grupo político.

“¿A qué cuadro político hereda René a Guerrero al PRI? A nadie”, se responden los mismos priístas.

Y quiere ser senador, revelan.

Otros figueroístas por el lugar: la notaria Bella Hernández y su hermana Edith; el alcalde taxqueño Abraham Ponce y el diputado federal Álvaro Burgos, quien por cierto, llega a media ceremonia junto con Rubén Figueroa Smutny, también diputado. Regresan de Acapulco tras una reunión, el día anterior, con el gobernador (saliente) René Juárez, quien sin decir agua va les anunció –al grupo de diputados federales– que buscaría la senaduría. “Pues hay que anotarse, porque nosotros también la vamos a buscar”, le advirtieron Ángel Aguirre y el propio Figueroa Smutny.

De políticos en activo –con chamba hasta el 31 de marzo- estuvieron el director de la Representación Guerrerense en el Distrito Federal, el aguirrista Humberto Salgado Gómez; también, el director de la Promotora Turística de Acapulco, el figueroísta Virgilio Gómez Moharro. Además, el ex diputado federal y dirigente de la CNC –el sector campesino disidente-, Nabor Ojeda Delgado y el rector de la Universidad Tecnológica de la Costa Grande, el ex diputado federal Celestino Bailón Guerrero.

Igual, la ceremonia luctuosa de Figueroa Figueroa sigue convocando a priístas, pero está desprovista de la cargada de otros años, cuando el PRI y los Figueroa mandaban en Guerrero. Ahora, una veintena de colonos de Acapulco acompañan el acto luctuoso-político, a veces más cargado hacia lo segundo. En el camino, algunas bajas en el grupo figueroísta, como la defección del alcalde de Ciudad Altamirano, Ambrosio Soto, y del ex diputado local César Flores Maldonado, hacia el PRD.

En su discurso, el representante del gobernador René Juárez, el procurador de Justicia Jesús Ramírez Guerrero, destacó que Rubén Figueroa Figueroa tuvo “una actitud congruente con los retos que plantearon los azarosos días para el estado de Guerrero”, y por ello, “una iniciativa puso en riesgo su persona (…) al internarse a la Sierra para buscar la paz”. Esto, al referirse al secuestro del entonces senador y candidato a gobernador por el PRI, por parte de la guerrilla de Lucio Cabañas, en 1975. Su rescate derivó en el asesinato de Lucio y en la intensificación de la guerra sucia en Guerrero.

Vieja retórica para no llamar las cosas por su nombre. “… el dinosaurio seguía allí”, remataría su cuento el escritor guatemalteco Augusto Monterroso.